"Morir para trascender a un mundo mejor". Esa es la idea que inspiraría a un grupo de al menos 12 jóvenes chilenos que se radicaron en una parcela, ubicada en el sector de Colonia Alemana, en Peñaflor, para pensar en la idea de un suicidio colectivo, agendado supuestamente para mañana -21 de diciembre-, día en que se termina la cuenta del calendario maya, lo que ha sido interpretado por algunos como la fecha del fin del mundo.

La voz de alerta provino de una carta que entregó la madre de una de las integrantes del grupo -quien ya había solicitado un traslado a una institución médica para su hija- y que hizo llegar a la seremi Metropolitana de Salud, Rosa Oyarce , quien a su vez avisó a Carabineros.

Esta mañana personal del OS-9 y Labocar se movilizó a la parcela para verificar la denuncia y tomar declaraciones a los moradores de la casona, a través de una psicóloga forense. Además, verificaron las acusaciones contra la presunta líder de esta suerte de "secta", Beverly Estrella Guzmán Cowell (45 años, socióloga), por incitar al suicidio.

"Todas las madres tenemos preocupaciones por nuestros hijos y en ese sentido, si ella hace una denuncia y se hace responsable, porque entregó un documento escrito con su firma y RUT, de alertar de un hecho que está ocurriendo, nosotros tenemos que tomar las medidas y no tenemos por qué dudar de la persona. La tramitamos igual que cualquier denuncia", dijo hoy la seremi Oyarce.

La carta llegó a manos de la autoridad sanitaria ayer y de inmediato se procedió a ingresar un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, a favor de la familia que hizo la denuncia.

Según la seremi, si hay una situación de este tipo se debe avisar de inmediato: "La carta entregaba en forma velada la denuncia de un posible hecho de suicidio colectivo y eso fue lo que indudablemente nosotros no podemos dejar de lado, que pudiese ocurrir una situación de esta índole y tenemos que tomar inmediatamente medidas".

Captando adeptos desde 2007

Según la información que maneja Carabineros, el grupo se asentó en Peñaflor en 2007 y desde entonces ha captado adeptos, en su mayoría jóvenes, que se han unido en pos de cambiar su forma de vida, rehuir de la violencia y trascender a otro mundo.

La policía ya interrogó a Beverly Guzmán, quien negó los hechos denunciados en su contra, indicando que no es líder de alguna comunidad y que tan sólo comparten ciertas actividades con sus vecinos de la parcela colindante. Por su parte, otra mujer residente del domicilio investigado indicó que ahí sólo se dedican a efectuar "tratamientos alternativos" (como yoga, biomagnetismo y acupuntura) a público en general, mediante boleta de honorarios.

El capitán Cristián González de la comisaría de Peñaflor, señaló al cierre de esta edición que el procedimiento fue preventivo y para verificar las condiciones de vida. "Hay ocho adultos, cinco hombres y tres mujeres, quienes viven en completa normalidad (...) Tienen conectividad con el mundo exterior, están en condiciones bastantes normales como para definirlos como un grupo de esa naturaleza (secta)", dijo.