El abuso sexual infantil constituye una de las formas más frecuentes en que en que se manifiesta la violencia sexual. Según cifras del Sename, el abuso sexual infantil representa el 84,7% de los casos. Pero sabemos realmente qué es.

El abuso sexual infantil es el contacto o interacción entre un niño(a) y un adulto en el que el menor es utilizado para satisfacer sexualmente al adulto, que va desde la exhibición de genitales, pornografía, violación hasta explotación sexual.

Tipos de abuso sexual

Cabe señalar que dentro del abuso sexual existen distintos tipos, pero tres son las más frecuentes. Estas son la propia, la impropia y la violación. El abuso sexual propio, definido como una acción que tiene intención sexual, pero no es una relación sexual realizada por un adulto hacia un niño(a), la que consiste generalmente en tocaciones del agresor o del niño(a) inducidas por el mismo. En cambio, el impropio es la exposición a niños (as) de hechos de connotación sexual, como exhibición de genitales, realización de acto sexual, masturbación, sexualización verbal, exposición a la pornografía. La violación infantil se define como la introducción del órgano sexual masculino en la boca, ano o vagina de un niño (a) menor de 14 años.

Diversos estudios de EE.UU., Canadá e Inglaterra, indican que el 20% de las mujeres y el 10% de los hombres señalan haber sido víctima de abuso sexual en la infancia. En nuestro país, las cifras son parecidas, aunque se espera que la estadística siga en aumento porque hay muchos casos que no son denunciados.

Además según el origen del abusador existen dos categorías principales, la intrafamiliar y la Extrafamiliar. La primera y como su nombre lo indica sucede dentro del núcleo familiar y la segunda, fuera del núcleo familiar, pero en el entorno cercano al niño, como es el jardín infantil, el colegio y el vecindario. Según el estudio de la Unicef del 2012, un 89% de los agresores son personas cercanas a la familia y el 75,1% son hombres.
Pero antes de salir corriendo con el niño (a) al servicio asistencial debemos aprender qué conductas sexuales son normales y cuáles no. “Por ello, es imprescindible que las familias estén atentas a síntomas físicos o cambios conductuales de los niños para una detección temprana y/o tratamiento oportuno”, advierte la profesional.

¿Cuáles son los síntomas?

Los principales síntomas de un niño(a) abusado son tanto físicos como psicológicos. Los síntomas físicos en un niño abusado son dolor o molestia en la zona genital, infecciones urinarias, cuerpos extraños en ano y vagina, retroceso en el control de esfínteres: se orinan (enuresis) o defecan (encopresis), exacerbación de conductas sexuales como masturbación compulsiva, y que se acuestan dormidos, entre otras. “Los síntomas psicológicos y conductuales son cambios en el rendimiento escolar, trastornos del sueño, desordenes alimentarios, hiperactividad, baja autoestima, ansiedad agresividad, retroceso en el lenguaje, sentimientos de culpabilidad, ideas suicidas”, señala María Paz Guzmán.

Las principales preguntas que se hacen los padres al respecto son por qué mi hijo pregunta sobre sexualidad, por qué explora sus genitales, por qué se mira, por qué se toca.

Conductas normales por edad: 6-7 meses: Etapa de descubrimiento de sus genitales. 2-3 años: Reconocimiento y pertenencia de un determinado sexo. 3-5 años: Juegos de manipulación y exhibicionismo. 7-8 años: Distanciamiento entre los sexos opuestos.

La sicóloga de Clínica Avansalud, aconseja cómo actuar frente a sospecha de abuso sexual. Los padres deben actuar con naturalidad, intentar no reaccionar no en forma exagerada, no cuestionar veracidad de los hechos, no culpabilizar y no intentar que el niño hable más de lo que esté dispuesto en ese momento y buscar apoyo especializado.

María Paz Guzmán, sicóloga de Clínica Avansalud, recalcó la importancia de poder estar informados, con el fin de contar con mayores herramientas que permitan no sólo saber cómo actuar frente a estas situaciones, sino también instalar reflexiones que permitan la creación de contextos protectores para los niños y niñas, evitando que puedan ser re-victimizados.

Al respecto también, la psicóloga se refirió a la necesidad de generar espacios de discusión y visibilización con respecto a estas problemáticas, con el fin de poder avanzar en el desarrollo de un sistema integral de protección de la infancia y en la generación de políticas públicas de protección para niños que han sido abusados. Las denuncias de abuso sexual infantil es un imperativo moral de la sociedad en su conjunto.

Cualquier persona puede denunciar y lo debe hacer en: 149: Fono Familia de Carabineros de Chile. 147: Fono Niños de Carabineros de Chile. 800 730 800: Servicio Nacional de Menores. 800 220 040: Programa de Violencia Intrafamiliar y de Maltrato Infantil de la Corporación de Asistencia Judicial. 632 57 47: Centro de Victimas de la Corporación de Asistencia Judicial. Además en la Comisarías, Policía de Investigaciones, Fiscalía y Servicio Médico Legal.