Los escualos pintarrojas crecen hasta un metro de longitud y habitan hasta los 50 metros de profundidad.
Tiburón pintarroja. Los escualos buscan grasa, por eso consumen lobos marinos y preferentemente sus crías (que son 80 por ciento grasa).
Medio centenar de ejemplares, entre tiburones y rayas jóvenes, fueron devueltos el martes al mar, luego de haber sido estudiado su desarrollo embrionario en el Laboratorio de Biología y Conservación de Condrictios de la Universidad de Valparaíso.
La iniciativa, liderada por el biólogo marino Francisco Concha, director del laboratorio, se realizó en la costa de Montemar, entre Reñaca e Higuerillas, a una profundidad de diez a quince metros, donde fueron liberados los tiburones pintarroja y rayas costeras de arena.
El laboratorio de la UV es uno de los pocos centros de investigación que se ha enfocado en el estudio de tiburones, rayas y quimeras en Chile. El equipo de trabajo ya cuenta con varios años de experiencia y ha llevado a cabo investigaciones sobre la biología reproductiva y desarrollo de condrictios, pertenecientes al grupo de peces cartilaginosos (tiburones, rayas y quimeras).
"Los ejemplares los dejamos libres en el mismo lugar donde habitualmente los progenitores desovan, a unos cien metros de la costa y a una profundidad máxima de quince metros", explicó Concha.
Los escualos pintarrojas ( Schroederichthys chilensis ) crecen hasta aproximadamente un metro de longitud y pueden llegar a pesar cerca de tres kilos; habitan a lo largo del país en aguas hasta los 50 metros de profundidad.
En el mundo hay 490 especies de tiburón y 53 de ellas se pueden encontrar en Chile, algunas de origen endémico y otras visitantes en tránsito. Por ejemplo, el tiburón mako tiene entre 3,5 y cuatro metros de longitud, con pesos de hasta 700 ó 750 kilos, y el azulejo, con una longitud promedio de 2,5 metros y un peso de 80 kilos. Aparecen estacionalmente en el verano, durante el viaje que realizan a través del Pacífico.
A pesar de que los tiburones gozan de nefasta fama, el académico descartó posibles ataques a bañistas cerca de la orilla del mar. "Los tiburones que tienen capacidad para hacer daño son especies que se encuentran más allá de las cinco millas. Es muy poco probable que ataquen a una persona cerca de la orilla de la playa. Uno tendría que estar nadando a una distancia de unos diez kilómetros mar adentro para que eventualmente se encuentre con un tiburón grande", afirmó.
