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Renunciado secretario ejecutivo de la CNA: "Con el ministro no pude conversar nunca"

Tras un año y 10 meses en el cargo, Iñigo Díaz detalla las razones de su salida. "El Mineduc tuvo una actitud demasiado integrista en su crítica sobre el sistema (...) No era el camino". "Las relaciones con el Gobierno no las pude mejorar como hubiera querido", admite.

por:  Jéssica Henríquez D.
lunes, 22 de octubre de 2012

"Con el ministro (Beyer) no fue una relación óptima", admitió Iñigo Díaz.


Apenado y algo frustrado.

Así admite estar el renunciado presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Iñigo Díaz, quien tras un año y 10 meses en el cargo acaba de dejar el organismo encargado de garantizar la calidad de los planteles de educación superior, entidad que desde hace meses está en el ojo del huracán.

Primero porque su ex presidente (s), Eugenio Díaz, está siendo investigado por la Contraloría y la Fiscalía Oriente por posibles delitos de cohecho, negociación incompatible y lavado de dinero. Todo, tras que se denunciara un millonario contrato con la U. del Mar mientras presidía la CNA.

Luego, por los problemas de diseño que tiene el sistema, el que se pretende reformar y por lo cual una comisión de la OCDE visitó el país.

Y, finalmente, Patricio Basso, ex secretario ejecutivo fue destituido a fines de agosto por "pérdida de confianza" tras denunciar públicamente la existencia de lucro en dos universidades.

"Es penoso dejar de trabajar con ellos"

Como si todo esto fuera poco, ahora renunció Iñigo Díaz, quien tardó más de dos meses en tomar la decisión porque el grupo actual de comisionados y de la secretaría ejecutiva "son de primera línea, completamente confiables. Es penoso dejar de trabajar con ellos".

¿Las razones? "Una familiar (enfermedad de una persona cercana) y una institucional", dice.

-¿No estaba cómodo?

-No fui capaz de abordar la regulación del sistema de educación superior como hubiese querido y me di cuenta que su arquitectura adolece de defectos que no permiten, por ejemplo, que el presidente de la CNA tenga dedicación exclusiva, a jornada completa y 100% dedicado a este tema, lo que hace que algunos procesos se dilaten mucho.

Pero, además, confiesa, "no logré una adecuada relación con los otros componentes del sistema, fundamentalmente con el Ministerio de Educación y con el Consejo Nacional de Educación".

-¿Qué tan mala era la relación con el Gobierno?

-Las relaciones con el Gobierno no las pude mejorar como hubiera querido, y ahí empezaron a producirse problemas. No le echo la culpa a nadie, pero eso dilató temas fundamentales. Por ejemplo, me preocupa que la nueva ley (que reforma todo el sistema, prometida para octubre) no ha salido, que no sepamos nada de los procedimientos propuestos al Gobierno por el comité de expertos de OCDE y que la ley esté atrasada en demasía.

"No logro entender por qué Eugenio hizo lo que hizo"

-No se sintió apoyado...

-Mi relación directa con el ministerio era a través del jefe de Educación Superior, Juan José Ugarte, a quien le tengo mucho agradecimiento aunque tuvimos fuertes diferencias. Y con el ministro no pude conversar nunca, pese a que durante 3 meses esperé una audiencia que le solicité.

Agrega que, pese a las diferencias con Ugarte, "tuvimos su apoyo, pero con el ministro no fue una relación óptima. No busco culpables, simplemente no se dio".

Y explica: "el ministerio tuvo una actitud demasiado integrista en su crítica sobre el sistema y cuando aparecía un problema de segundo, tercer o cuarto orden, se hacía ver con mucha profusión de que el sistema estaba muy dañado. No era el camino, el camino era trabajar más en conjunto".

Pese a todo, cuenta, "me propuse normalizar la comisión y lo logramos casi en su totalidad. Pusimos al día procedimientos, criterios y contactos. Sin embargo, hay un problema muy de base que esperaba que pudiéramos socializar: los intereses que hay en educación superior y que hacen muy difícil el trabajo de la comisión. Con la actual arquitectura del sistema, es imposible solucionarlo. Es un problema serio que no fui capaz de abordar".

-¿Y había herramientas para hacerlo?

-No me gusta echarle la culpa al empedrado. El principal responsable soy yo, aunque tampoco estaban las herramientas.

-¿Cuál fue el momento más complejo que vivió en la CNA?

-Sin duda la situación del comisionado Eugenio Díaz. Con los pocos antecedentes que tengo, porque el tema está en Contraloría y la Fiscalía, la verdad es que no logro entender por qué Eugenio hizo lo que hizo. Los seres humanos tenemos fortalezas y debilidades, no voy a hacer un prejuicio sobre esa situación, pero me afectó mucho.

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