Pasó en Fiestas Patrias, pasó antes y seguirá pasando.

Las aerolíneas venden más pasajes que el número real de asientos que existe en su nave.

Lo habitual es que se trate de un 10 a un 15 % de la capacidad del vuelo, porque  apuestan a que último momento haya gente que cancele o cambie fecha de viaje. 

La explicación que dan las líneas aéreas es que para ellos es más barato compensar a los clientes que volar con un avión con muchos asientos vacíos.
 
Hay que considerar que el alto valor del combustible y la fuerte competencia de precios hace que las compañías aéreas estén operando con márgenes de ganancias cada vez menores.  

Personalmente me ha tocado ver en más de una oportunidad que la compañía aérea anula una frecuencia por baja ocupación y cambia a todos los pasajeros para el vuelo siguiente.

Esto ocurre mucho en aquellas rutas en que hay más de tres vuelos diarios, por ejemplo  Lima, Buenos Aires, Sao Paulo e incluso Miami. Si algún día uno de éstos está con baja ocupacion, se cancela y se traspasa a todos los pasajeros al siguiente, aunque haya sobreventa.
 
Para ese conflictivo fin de semana del 15 de septiembre las instrucciones para todos los pasajeros era llegar 4 horas antes, para vuelo internacional, y 3 para vuelo nacional.
 
¿De que sirve llegar con tanta anticipación?

Sólo se asegura estar primero en la fila: aunque el vuelo esté sobrevendido, si Ud. llegó primero y si tiene un boleto con espacios confirmados lo deben embarcar.

Suele ocurrir que los pasajeros frecuentes, que tienen trato preferencial, se permiten llegar justo al límite de la hora y creen que no los van a dejar abajo del avión.

No se equivoque. Si hubo un pasajero que se presentó antes en el counter de la línea aérea, lo van a embarcar a él y no a usted.
 
Tampoco es garantía estar pre chequeado. Eso agiliza los trámites en el aeropuerto, pero nuevamente, si hay algún pasajero que llegó antes y finalizó todos sus trámites antes, lo van a embarcar.
 
Entonces, para evitar los malos ratos, la solucción es llegar muy  temprano al aeropuerto y evitar demoras presentándose con toda su documentación al día. Si viaja con menores de edad, llevar los certificados de nacimiento y, si corresponde, las autorizaciones notariales.