De nada ha servido, hasta ahora, que fueran declarados "monumento histórico" en julio de 2011. Viuda del artista lamenta el estado de las obras: "Es patético, muy triste, esto habla muy mal del país".
Fue el blog «Santiago Adicto» el que, hace pocos días, mostró su preocupación por un mural del artista chileno Nemesio Antúnez "abandonado" en un cine porno del centro. El sitio web se caracteriza por fotografiar los rincones más bonitos de la ciudad... pero esta vez pusieron el dedo en la llaga: La valiosa pintura "Terremoto" (original de 1958), permanece en pésimo estado en el fondo del cine Nilo, sin ningún tipo de cuidado, en calle Monjitas, compartiendo escena con afiches de alto contenido sexual.
A raíz de esta denuncia, "La Segunda" constató la realidad de este y otros tres murales de Antúnez, quien falleció en 1993, a los 75 años de edad. A pesar de que las pinturas fueron declaradas "monumento histórico" en julio de 2011 -precisamente para rescatarlas del olvido-, los frescos continúan en lamentables condiciones.
El mural "Terremoto", irónicamente, sufrió los embates del mega-sismo del 27F, por lo que ahora luce una enorme grieta que lo divide en dos. Esto, además de su deslavado color terracota que necesita con urgencia una restauración. La pintura se encuentra justo en el acceso a las salas de cine en donde se proyecta pornografía... un letrero de «Escape» ha sido pegado sobre los pigmentos de Antúnez, con cinta adhesiva.
La administradora del recinto aseguró que el año pasado "vinieron los expertos del Gobierno a tomarle fotos... dijeron que lo iban a arreglar, pero hasta ahora no han hecho nada".
Otra obra de arte que se encuentra en pésimo estado es el mural "Quinchamalí" (1958), al fondo de la galería Juan Esteban Montero, en Huérfanos con San Antonio. La pintura luce descascarada, completamente irreconocible debido al efecto de una filtración de agua... y hongos. La mala conservación del mural contrasta con las fabulosas condiciones que lucen los mosaicos del suelo, confeccionados con mármol, también con figuras que recuerdan la tradicional artesanía de color negro.
La obra -que coronaba el ex cine Huelén- pasó también a ser parte decorativa de un teatro de pornografía, el Euro, que luego cerró. Hoy, escoltado por un cineclub y un café con piernas, "llora" por una urgente restauración.
Finalmente están los murales "Sol" y "Luna" , creados por Antúnez en 1955 para el subsuelo del ex cine Gran Palace, convertido hace poco en un hotel, al interior de otra galería. Las pinturas, también en mal estado, permanecen cubiertas con telas, en la zona del spa y gimnasio. Extraoficialmente se informó que los dueños del hotel presentaron un proyecto para restaurarlo... pero que no lograron conseguir los fondos.
Esta mañana la viuda de Antúnez, Patricia Velasco , lamentó el abandono en el que se encuentran los frescos: "Es patético, muy triste, esto habla muy mal del país, del cariño por su arte, por su historia".
La pintura que más le apena, dijo, es "Quinchamalí" porque "ese mural es un recuerdo de nuestras raíces, de parte de nuestra cultura. Y hoy está en condiciones deplorables. Me da mucha impotencia". En todo caso, Velasco manifestó su esperanza de que "alguien se haga cargo de las obras, porque son monumento y tienen un valor tremendo (...) Que no siga pasando que, por falta de recursos, se siga perdiendo el legado de nuestros artistas".
Desde el Consejo de Monumentos Nacionales explicaron que como organismo técnico ellos no desarrollan proyectos de restauración de las obras, pues dentro de sus atribuciones sólo está el deber de "supervisar y autorizar intervenciones en Monumentos Nacionales". Asimismo, indicaron que -a la fecha- "no se ha recibido un ingreso formal de proyectos de restauración de ninguno de los 4 murales de Nemesio Antúnez que se encuentran protegidos bajo la Ley 17.288".
Restaurado mural en ConcepciónHoy se entregaron oficialmente los trabajos de restauración del mural «Presencia de América Latina», del artista mexicano Jorge González Camarena, en la Casa del Arte de la Universidad de Concepción. El rescate de la obra fue coordinada por el Consejo de Monumentos Nacionales y fue posible gracias a un proyecto de cooperación internacional financiado por el "Fondo Conjunto de Cooperación Chile-México".