Desde que el Gobierno la dio a conocer a fines de julio pasado, la encuesta Casen 2011 ha sido fuente de discusión entre los expertos. Uno de los argumentos ha sido la existencia de dos submuestras y que sólo la segunda -tomada durante el mes siguiente a la entrega de un bono de $ 10 mil de noviembre de 2011- sirvió para elaborar los estudios.

Este miércoles la subsecretaria de Desarrollo Social, Soledad Arellano , añadió un nuevo aspecto al debate, al anunciar que el Gobierno estudiará "si vale la pena o no" que los datos levantados por la encuesta pasen por la Cepal para que este organismo realice la validación final.

Al participar en el debate "Aclarando la Casen", organizado por la Universidad Adolfo Ibáñez y en que también estuvieron los académicos Osvaldo Larrañaga (PNUD) y Claudia Sanhueza (UDP), la subsecretaria indicó que "para nosotros lo que hace la Cepal es una caja negra. Nosotros le entregamos la base de datos y después viene el proceso de ajuste de cuentas nacional, que de algún modo es ciego para el ministerio".

En el marco de esa descripción, Arellano insistió que "hay cosas (del proceso que hace la Cepal) que nosotros no somos capaces de replicar. Si uno empieza a meterse en los datos... hay cosas que no se pueden replicar. Estamos encargando un estudio especialmente para el tema del ajuste que hace la Cepal, para poder tener una respuesta al planteamiento de si vale la pena hacerlo".

La experta de Gobierno explicó que esta idea se inserta en una idea más amplia, que es el cambio de la medición de la pobreza. "Eso es algo mayor, una decisión que no puede tomar este gobierno o cualquier gobierno, porque se trata de algo transversal".

Cepal rechazó propuesta del ministerio

Al mismo tiempo, Arellano indicó que -en esta oportunidad- el Ministerio de Desarrollo Social le ofreció a la Cepal hacerse cargo del bono recurriendo a fórmulas estadísticas para asegurar la solidez de las cifras de pobreza e indigencia. La experta relató que incluso sin considerar ninguna asignación social, la cifra de pobreza pasaba de 14,45% a 14,58% y la de indigencia de 2,78% a 2,87%.

"Sin embargo, la Cepal no lo quiso hacer, por motivos que ella podrá indicar. Se ha dicho que el ministerio le impone a la Cepal lo que quiere hacer y éste es el ejemplo más grande de que eso no es cierto. Lejos, el mejor escenario para nosotros es que se hubiera corregido", insistió.

El experto del PNUD Osvaldo Larrañaga , quien participó en la comisión de expertos que fue convocada para proponer cambios a la Casen, se mostró partidario de analizar si es conveniente que los datos de la encuesta Casen pasen por la Cepal. "Se han dado muestras de la solidez de este bien público. La Cepal ha estado haciendo un gran trabajo. (Pero) Chile ha dado pruebas de que ese paso se puede dejar, como ocurre en otros países del mundo", expresó.

De cualquier forma, Larrañaga recordó que entre las propuestas que se han planteado respecto de la Casen está la generación de un equipo técnico especializado, fuera del Gobierno, que tome las decisiones respecto de este instrumento de medición.

Críticas por forma de comunicación de resultados

La experta de la UDP Claudia Sanhueza criticó la forma en que el gobierno comunicó los resultados, porque a su juicio las cifras de la Casen 2011 permitían decir "la pobreza cayó, pero los cambios no son significativos estadísticamente" y citó el caso de las cifras del 2000: "Esa vez la pobreza pasó de 21,7% a 20,6% y desde el gobierno se indicó que no había habido variación en las cifras".

"Ahora se ha 'chacreado' la entrega de los resultados, con el Presidente y todos los ministros participando al dar a conocer los resultados", criticó y lamentó que se hayan descontinuado las muestras de panel que se venía realizando desde la década pasada.