"Al sur del río Grande no hay nada como lo que estamos proyectando. El puente de Chacao va a ser un ícono de Sudamérica. Cualquier empresa querría tenerlo como su carta de presentación".

Minutos antes de abordar el avión que lo traería de regreso a Santiago, el ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, se mostró optimista en cuanto al interés de los empresarios chinos, coreanos y japoneses para participar en la construcción del puente que conectará la isla de Chiloé con el continente, en la X Región.

El secretario de Estado -quien esta madrugada visitó junto con su delegación el puente colgante Yi Sun Sin- indicó que los chinos tienen objetivos político-estratégicos para estar en la región.

"Tienen proyectos en Venezuela y Bolivia. Pero quieren seguir potenciando su desarrollo. Nosotros les hemos mostrado nuestros planes de infraestructura, nuestros planes de autopistas. Ellos se han mostrado muy interesados. Además, un proyecto como éste es la mejor carta de presentación en el mundo", argumentó.

Golborne adelantó que el Comité de Inversiones Extranjeras (CIE) se contactará también con las autoridades japonesas para plantear el proyecto del puente de Chacao, con la idea de que participen en las etapas de la licitación.

En su última parada antes de subirse al jet comercial rumbo a Santiago, Golborne y su comitiva estaban visitando una de las dos torres de 270 metros del puente Yi Sun Sin cuando pudieron ratificar la solidez de la construcción.

"Mientras visitábamos el lugar se desató una tormenta eléctrica. Un grupo ya había bajado de la torre, entre ellos estaba yo, pero otro grupo venía en uno de los ascensores cuando un rayo golpeó uno de los cables del puente. Todos se asustaron. Pero el sistema tiene previstos esos contratiempos y no pasó nada. Algunos bromearon con que los habrían tenido que rescatar si el ascensor se hubiera detenido", relató Golborne.

"Trabajando por un proyecto histórico"

Durante la gira, Golborne y la comitiva chilena también pudieron ver los últimos avances en tecnología de puentes en Corea del Sur.

"Lo que hemos presenciado es mucho más de lo que esperábamos, porque por ejemplo aquí en Corea tienen un proyecto de investigación de puentes que se inició en 2008 y está programado que culmine en 2015. Están trabajando para optimizar el uso de la ingeniería, el tema de la superficie en suspensión. Esto les ha permitido abordar de una manera más eficiente los desafíos de construir grandes puentes", detalló.

De cualquier forma, si bien recordó que los dos puentes que más le llamaron la atención tuvieron costos bajo el presupuestado para Chacao (Taizhú les costó a los chinos US$ 650 millones y en Yi Sun Sin los coreanos invirtieron US$ 450 millones), "cada estructura tiene sus propias complejidades. Uno no podría decir que el tema está resuelto. En esto soy muy cauteloso. Lo importante es que de las más de 50 empresas a las que mostramos nuestro proyecto, ninguna nos dijo que el puente no se puede hacer a los costos establecidos".

Respecto de las críticas que ha recibido por su viaje a Oriente -el presidente del Senado, Camilo Escalona, estimó que el periplo "está de más"-, el ministro respondió que "en cada actividad que realizo, cualquiera sea, recibo las mismas críticas. No me sorprende, pero yo estoy en algo distinto, trabajando por un proyecto histórico, por el cual debiéramos estar todos unidos".

Golborne invitó a todos a interiorizarse de los detalles del proyecto del puente. "Los invito a conversar, porque no se deben quedar en la contingencia política", añadió.

En este sentido, detalló que los tres objetivos de la gira por China y Corea se cumplieron: el diálogo entre los técnicos chilenos y asiáticos respecto de la construcción de puentes; el contacto comercial entre los empresarios y, finalmente, el compromiso tanto de las autoridades como de las compañías chinas y coreanas de estudiar el proyecto del puente de Chacao.

El secreto está en dormir al máximo... y alguna pastilla

Según confesó, la gira no dejó tiempo para tener problemas con las diferencias de horas. "El que tuviera sueño, rápidamente tenía que ponerse en ritmo. Nuestra agenda era muy apretada. En mi caso no me afecta mucho, porque no es la primera vez que hago un viaje a Oriente. Además, hay recetas. En mi caso, cuando voy en vuelo trato de dormir lo máximo posible con el nuevo horario y los primeros días me tomo una pastilla para dormir".