Tres de los siete rostros que articulan las manifestaciones, repitieron de curso el año pasado "por convicción". No son nuevos en las movilizaciones escolares y estudian en el Manuel de Salas, Barros Borgoño, Instituto Nacional y Liceo Alessandri.
"El año pasado estuvimos 7 meses en tomas y fuimos los que más perdimos. Este año no estamos dispuestos a que nos pase lo mismo... pero como nuestras demandas todavía no son escuchadas, no nos queda más que volver a las tomas".
La convicción de los dirigentes secundarios -que desde hace un par de meses están intentado rearticularse- se hizo sentir esta semana, con la seguidilla de tomas y retomas que protagonizaron en los liceos emblemáticos del centro de Santiago, quitándoles el protagonismo a los dirigentes universitarios.
Reclaman por el lucro en la educación, por la Ley Hinzpeter -que sanciona a los encapuchados en las protestas-, por la reforma tributaria y exigen "educación pública de calidad" y la desmunicipalización de los colegios.
Y si bien el movimiento (comparado con el del año pasado) no ha tenido el mismo arrastre ni se ha extendido de manera tan rápida, ha sido más combativo.
Los neo-pingüinos tienen un discurso más agresivo y aunque muestran su poder en las movilizaciones que realizan en los liceos tradicionales (cerca de diez), difieren entre sí a la hora de organizarse.
¿Quiénes son los líderes esta vez?
"Si es Beyer, no es bueno"
Siete son los rostros más visibles que -por ahora- están articulando el movimiento secundario. Lo hacen desde dos organizaciones que funcionan de manera diametralmente distinta, pero que buscan el mismo objetivo: la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES) y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) .
La primera responde a una estructura jerarquizada y concentran su mensaje en el estudiantado de base, por eso no les complica que además de su vocero nacional, aparezcan públicamente explicando sus demandas los representantes de los liceos que la conforman.
La segunda, en cambio, tiene una estructura más horizontal y busca marcar presencia con acciones comunicacionalmente notorias: estuvieron detrás de la simbólica toma de la UDI, apoyaron a los huelguistas de la empresa de comunicaciones Konecta, se tomaron el lecho del río Mapocho y llamaron a boicotear las elecciones municipales si antes de octubre no se desmunicipaliza la educación básica y media.
Ninguno de los actuales protagonistas cumplió un rol activo en la primera movilización pingüina (2006) y todos coinciden en un discurso crítico y combativo. No tienen empacho en mostrar su desprecio por quienes estuvieron en el movimiento estudiantil y saltaron a la refriega política partidista , así como en focalizar sus dardos contra toda autoridad: desde el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, hasta el Presidente Piñera, pasando por los ministros de Educación, Harald Beyer, y del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
De hecho en las redes sociales ya circula una caricatura de una caja de un conocido medicamento que, junto a la foto del ministro, dice: "Si es Beyer, no es bueno". Y hasta crearon el hastag (en Twitter) #Beyernopasaagosto.
ACES en el Confederación y el Amunátegui
Hoy el rostro de la ACES es su vocera comunicacional, Eloísa González (18), alumna de 3° medio del Manuel de Salas.
La muchacha -que se involucró en 6° básico en el movimiento estudiantil- cuenta que la organización fue refundada en 2010 y que su estructura horizontal (que permite que el representante de un liceo no necesariamente sea parte del centro de alumnos de ese plantel) " la hemos ideado así para que nuestra organización no sea capturada por los partidos tradicionales como el PC, de la Concertación o la derecha ".
Con un discurso para muchos intimidante, dice no militar en partido alguno y asegura que no piensa seguir una carrera política una vez que abandone su cargo. Sin embargo, en otros sectores del propio estudiantado se asegura que intenta replicar lo que logró Camila Vallejo (de la Confech) y critican su "estilo mediático", que ha llevado a la ACES a la vanguardia en demostraciones públicas.
Pero ella no trabaja sola en la cúpula de la organización. Aunque poco dispuestos a revelar quienes operan en ese nivel, las actas internas de la ACES detallan que las labores de conducción son llevadas también por dos voceros políticos, quienes solicitan los permisos para las marchas y actúan como representantes del organismo ante la autoridad.
En mayo fueron electos para esa tarea Daniela Isla (estudiante del Liceo Confederación Suiza) yDanuyán Sepúlveda (del Colegio Rubén Darío de La Reina). Isla ya tiene experiencia... el año pasado lideró la toma de su liceo, uno de los que gatilló la seguidilla de tomas que terminó en el movimiento nacional que duró 7 meses y medio.
Según los propios miembros de la agrupación, el Confederación Suiza y el Amunátegui son los dos liceos emblemáticos del centro de Santiago donde reina la ACES. Les siguen el Darío Salas y el Nacional Barros Arana, aunque en este último se declaran "independientes" de cualquier organización. Y la otra gran apuesta -cuenta uno de sus miembros que estudia en el Instituto Nacional- es en los liceos de la periferia de la capital.
La CONES y sus figuras consulares
Los mismos estudiantes señalan que -a diferencia de 2011- los dirigentes ahora tienen a su favor la experiencia de las extensas tomas del año pasado, muchas de las cuales se prolongaron hasta enero de este año.
Es el caso de Cristofer Sarabia (19 años) , alumno de 4° medio del Liceo Barros Borgoño (donde era secretario de finanzas) y vocero nacional de la CONES, quien por opción repitió de curso el año pasado tras negarse a participar del programa de Gobierno "Salvemos el año escolar".
"Nuestra lucha lleva muchos meses este año, pero la primera semana de agosto todo cambió. Allí avanzó la 'ley Hinzpeter' en el Congreso y la reforma tributaria. Nos habían dicho que el Parlamento era el lugar para el diálogo, que había que seguir la vía institucional... pero aquí no ha habido diálogo", dice enfático el escolar que vive en La Pintana.
Tres son los liceos donde la CONES concentra su mayor influencia o, según las palabras de los propios alumnos, "donde pega más": el Barros Borgoño, el Instituto Nacional y el Liceo Alessandri (de Providencia).
Precisamente de estos planteles salieron dos de los tres voceros metropolitanos, los mismos que esta semana rechazaron la oferta del alcalde Zalaquett a realizar "tomas flexibles".
Uno de ellos, Gabriel González (17) quien preside el Centro de Alumnos del Instituto Nacional, hasta donde viaja a diario desde su casa en San Joaquín.
Confiesa que hace dos años (cuado estaba en 1° medio) partió su carrera en el movimiento estudiantil, cuando optó ser delegado de curso. Y si bien este año debutó como vocero de la CONES -por lo que encabezó la marcha convocada por la Confech en abril pasado-, "decidí dejar el cargo porque quería trabajar en recomponer las redes estudiantiles, que quedaron afectadas luego de lo que pasó en 2011. De cualquier forma, yo no me veo en política después de esto".
Puntaje nacional repitió "por convicción"
El otro vocero es Xavier Delgado (18), líder de los estudiantes del Barros Borgoño.
El muchacho que vive en Puente Alto repitió el año pasado al estar 5 meses en toma y no inscribirse en el plan del Gobierno. Y pese a todo, optó por rendir la PSU: fue puntaje nacional de Historia (850 puntos). "Con mi familia ya estaba conversado el tema de que iba a postergar el ingreso a la universidad y me iba a quedar con mis convicciones", asegura el muchacho que está haciendo nuevamente 4° medio
A ellos se suma Moisés Paredes (17) , alumno de 3° medio del Liceo Alessandri que en la última asamblea del movimiento -realizada el 11 de agosto en el Instituto Nacional- fue nombrado vocero comunicacional.
Paredes tampoco es nuevo en el tema. El año pasado lideró la toma del emblemático liceo de Providencia, rol que le costó que le cancelaran la matrícula junto a otros 49 escolares. Pero a diferencia de la mayoría de ellos que optó por irse a otro plantel, el muchacho interpuso un recurso de protección y la justicia ordenó al alcalde Cristián Labbé reversar la medida por lo que desde mayo que volvió al plantel.
"Estamos cansados de que el Gobierno nos pegue con la puerta una y otra vez, ya no estamos dispuestos a seguir aguantando", advierte.
Los "pecados" de ambas organizaciones"El sábado pasado nos reunimos en el Instituto Nacional y no llamamos a la prensa. En cambio, la ACES estuvo en el Latino y lo primero que hizo fue poner un punto de prensa. A nosotros no nos interesa el show, nos interesa la comunicación directa con las bases".
De esta forma uno de los líderes de la CONES sintetiza la principal crítica que tienen con sus "compas" de la ACES: su afán por la figuración pública, o -como ellos lo definen- por aparecer en la "prensa amarillista".
Pero los pecados de la ACES (vistos desde la CONES) no quedan allí: "Entre ellos es bien difícil la convergencia, en general es un grupo para convencidos donde no hay posibilidad de disenso".
La ACES también tiene sus críticas a la CONES. Por ejemplo, que la mayor parte de las veces acatan las reglas de la autoridad política y la acusan de estar "infiltrada" por los partidos políticos. De hecho, la ACES se jacta de rechazar encuentros incluso con el PC.
