Un inesperado hallazgo hizo la Fiscalía Oriente en los últimos días en la casa del matrimonio de auxiliares imputados por cuatro abusos sexuales al interior del Colegio Apoquindo, en La Dehesa.

En uno de los rincones de la vivienda se encontró un depósito a plazo por 10 millones de pesos.

Fuentes ligadas a la indagatoria indicaron que el descubrimiento se realizó luego que los niños presuntamente abusados acudieran al colegio con detectives y la fiscal, para efectuar un reconocimiento de los lugares en que habrían ocurrido los supuestos vejámenes.

Según se indicó, tras la diligencia, la fiscal Secchi inspeccionó la casa -vacía, porque los auxiliares permanecen en prisión preventiva- y ahí, escondido, encontraron el depósito a plazo a nombre de la auxiliar Margarita Villegas. Fuentes ligadas a la causa señalaron que aún no pueden explicar el origen del dinero, pero algunas teorías indican que podría ser el pago por una presunta producción de pornografía infantil, tesis que han mantenido sobre todo algunos padres.

Trascendió que, aunque las primeras pericias realizadas por la PDI a las cámaras fotográficas y computadores de los imputados no encontraron evidencia de ese delito, se está evaluando solicitar un peritaje particular para tener una segunda opinión respecto de los aparatos tecnológicos encontrados en poder del matrimonio de auxiliares.

Querellante pide explicaciones al colegio

Las pesquisas de la Fiscalía se han centrado en seguir el rastro de este depósito. En absoluto secreto se mantienen los datos del documento, pero ya se pidió al banco emisor toda la información del escrito.

Asimismo, la PDI trabaja en determinar la red de contactos de los imputados para determinar quién pudo hacerle un depósito de esta magnitud.

Trascendió que se estaría pidiendo levantar el secreto bancario de Villegas y Moya.

El abogado querellante Ciro Colombara señaló que "de existir esta suma de dinero sería sorprendente y grave. Desde esa perspectiva, el colegio deberá explicar si a propósito del apoyo que han dado a los imputados, les ha hecho pagos que justifiquen esa suma de dinero".

Continúan las declaraciones de funcionarios

En estos últimos días la fiscal Liada Secchi ha estado interrogando a los cerca de 50 funcionarios del Colegio Apoquindo Femenino. Esta ronda busca conocer la rutina del establecimiento y determinar qué falla de seguridad pudo haber ocurrido que permitiera que los niños acudieran a la casa de los auxiliares sin ser vistos.

Una de las últimas en declarar fue la propia María Eugenia Gandarillas, directora del establecimiento y quien fue reemplazada en el cargo por Daniela Valle.

En paralelo, el Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales (Cavas) de la PDI continúa realizando tests de veracidad a las cuatro presuntas víctimas de los abusos. Se espera que los resultados estén en dos a tres semanas y, según señalaron las fuentes del caso, "eso será clave, porque será blanco o negro. O los niños dicen la verdad o están mintiendo".

Los querellantes, en tanto, están evaluando realizar peritajes sicológicos particulares que apoyen la labor realizada por el Cavas.

Asimismo, se espera para a más tarde la próxima semana el resultado de la investigación que encabeza el Ministerio de Educación sobre si el establecimiento cumplía con todas las disposiciones que establece la Ley General del sector.