El sacerdote legionario y capellán del Colegio Cumbres era conocido por usar celular, pero no contestaba casi nunca de inmediato las llamadas (a excepción de sus más cercanos). Prefería más bien recibir mensajes y hablar de vuelta.

A partir del miércoles, cuando se supo que la denuncia por supuestos abusos en el establecimiento era en su contra, decidió aceptar aún menos comunicaciones. Si bien, dicen sus cercanos, varias personas le han dejado mensajes en el teléfono o incluso notas en su residencia para expresarle su apoyo. Entre éstos, aseguran "ex alumnos del colegio, parejas que ha casado durante toda su vida, gente con la que fue a trabajos de invierno, de verano con universitarios o escolares...".

Pero el sacerdote ha decidido conversar con muy poca gente.

Es que lo ocurrido ha sido tan fuerte que, reconocen sus amigos, incluso ha derramado lágrimas "de pena y dolor".

-¿Y rabia?

-No, el padre no siente rabia.

Aunque el miércoles, cuando se supo que la denuncia estaba dirigida específicamente contra el sacerdote, hubo rumores de que había partido a Estados Unidos, lo cierto es que O'Reilly ha permanecido en todo momento en su casa, la que comparte con otros sacerdotes legionarios.

Es más, ni siquiera durante las vacaciones de invierno se había movido de la residencia, debido a que a fines de junio fue sometido a una intervención para realizarle un bypass, por lo que luego de salir de la clínica guardó un obligatorio reposo que poco a poco fue suavizando. "Tenía dos semanas de recuperación y luego venían las dos semanas de vacaciones".

Por eso, cuando surgió la acusación, lo que hizo básicamente fue seguir en su hogar.

Y las fuentes recalcan que normalmente tampoco estaba en el colegio todos los días ni el 100% de su tiempo. "Iba los miércoles y viernes, llegando a las 7:30 para hacer misa a las 8:00 y luego atendía gente hasta las 12:30. El resto del tiempo hacía sus otras actividades. Hasta hace tres días iba a colegios, atendía gente, confesaba, hacía dirección espiritual, iba a ver a los enfermos, a personas con atención siquiátrica. Normalmente en las clínicas y hospitales le piden que ayude espiritualmente a los enfermos".

A ello agregaba, dicen sus amigos, su rutina sacerdotal, con oraciones, misa y meditaciones. "Además de la Biblia, tiene libros de salmos que va leyendo y meditando".

-Ha habido especulaciones sobre el sentido de lo que quiso decir con la frase "ha habido un lamentable error". ¿Qué quiso decir realmente?

-Primero, no sabe de qué lo acusan, porque hasta ahora no se conoce la acusación. El error va a eso, de qué lo acusan, porque a la querella sólo habrá acceso la próxima semana, cuando llegue a la fiscalía. El puso a disposición de la fiscalía los antecedentes que hasta el momento se tenían: el informe sicológico de la menor.

-¿Ha dicho el sacerdote si se lamenta de algo?

-No.

-¿Tampoco de sacar a los niños para hacerles dirección espiritual, como se ha dicho?

-Se ha dado la impresión de que en el colegio se saca a los niños cuando se quiere. Pero los menores iban a misa de a 20 o 30, jamás uno solo.

-¿No ha pensado salir de Santiago el padre?

-No, está a disposición del fiscal, con domicilio conocido, en lugar conocido.

Ha recibido a algunos "apoderados fundadores"

A partir del martes, sí ha estado recibiendo a algunos de los "apoderados fundadores" del Colegio Cumbres, a quienes O'Reilly les casó a sus hijos o bautizó a sus nietos. En algunos de esos encuentros -dicen- el religioso se ha mostrado muy afectado, indicando que esta denuncia es un daño irreparable, porque pese a que la investigación de la fiscalía acredite su inocencia, entre las personas quedará la idea de que él es un abusador.

Agregaron las fuentes que "él es una persona muy cuidadosa con ciertas cosas. Por ejemplo, cuando una mujer le ofrecía llevarlo en su auto, él declinaba el ofrecimiento y prefería viajar en bus o en Metro", añade.

Otro de sus amigos cercanos, que lo conoce desde los primeros años del padre en Chile, asegura que se comunicó vía mensaje de texto el martes pasado, luego de saber sobre las acusaciones. "Me sorprendí mucho, no lo podía creer, así que le mandé un mensaje deseándole lo mejor", cuenta esta persona que, además, lo acompañó por casi 10 años en su labor.

Y agrega: "No he conversado con él, espero hacerlo este fin de semana. Lo conozco, quienes somos cercanos tenemos claro que necesita paz y saber que quienes lo estimamos estamos con él, apoyándolo. Más adelante espero ir a verlo".

También agrega esta persona que "él siempre ha sido una persona cercana, afectivo, pero muy correcto. Es su estilo sacar a los jóvenes de clases para actividades de la Iglesia, yo lo he visto, ha sido así desde hace 20 años".

Diligencias judiciales

El sacerdote ha seguido de cerca las diligencias judiciales. Incluso, esta mañana se debía cumplir en su domicilio un trámite legal referido a los trámites de su defensa.