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¿Crimen perfecto en Chile? Los casos donde la ley (aún) tiene las manos vacías

El homicidio de uno de los inculpados del asesinato de James Emmott -cuya muerte ocurrida hace 10 años no ha sido aclarada- desempolvó uno de los puntos negros de la justicia chilena: los grandes crímenes que hasta ahora no han sido resueltos. Sin duda el de Jorge Matute Johns es el más recordado... pero no es el único.

por:  La Segunda / Patricio Pino M.
viernes, 08 de junio de 2012

RICARDO HAREX (2001): Dos testigos claves están inubicables y otros dos... se suicidaron

"Para mí, todos son sospechosos".

Este es el sentimiento que Margot González dice tener en su corazón a raíz de la aún no esclarecida desaparición y presunta muerte de su hijo, Ricardo Harex (17).

La mujer no olvida las fechas -"en octubre se van a cumplir 10 años desde que esto comenzó"-, ni tampoco la serie de hechos truculentos que comenzaron a producirse desde que la investigación se reactivó hace un año.

La noche del 19 de octubre de 2001, Ricardo (único hijo del matrimonio entre Sergio y Margot) salió de su casa a la fiesta de un compañero del equipo de handball... Jamás volvió.

Según cuenta el abogado de la familia, Juan José Arcos, la investigación para saber qué había pasado prácticamente no tuvo avances hasta comienzos de 2011, cuando un hombre de 37 años, llamado Luis del Canto, aseguró que Harex había sido asesinado y que sus restos habían sido ocultados por Mauricio Yáñez, a petición del asesino.

Pero Yáñez se suicidó en diciembre de 2001 de un balazo en la cabeza tras discutir con su pareja homosexual.

A raíz de la declaración de Del Canto -más tarde se comprobó que era de oídas, porque estaba preso cuando desapareció Harex-, la Corte de Apelaciones de Punta Arenas designó a Marta Ximena Pinto a cargo de la causa.

La jueza entonces comenzó a desenmarañar una intrincada trama a la que también se vinculó un reciente suicidio: el del sacerdote Rimski Rojas. Según el abogado de la familia de Harez, "acechaba a los jóvenes de noche y luego se aprovechaba de ellos cuando estaban ebrios".

-De nos ser por los suicidios, ya habría detenidos, asegura el abogado.

Y agrega que resulta insólito que aún la policía no haya dado con dos testigos claves que vieron qué pasó esa noche con el muchacho: un joven con el alias de "Jimmy" y una mujer que declaró informalmente a los detectives qué sucedió.

"Estamos igual que hace 10 años y ya no tengo ánimo para nada. Sólo seguimos adelante para encontrar sus restos, para darle sepultura y que pueda descansar en paz" , dice su madre.

CELIA LEGUA y YEIMY LOAYZA (2005): Doble homicidio y ninguna pista

En la II Región dicen que "no hay crimen perfecto, sino investigación mal conducida".

Y ése es el argumento que tienen los familiares de Celia Legua Cortés (28) y su sobrina Yeimy Loayza Legua (4) para explicar por qué todavía no se encuentran culpables del brutal asesinato de ambas mujeres, ocurrido en el céntrico bazar Glorita de Antofagasta, que era atendido por Celia.

El crimen ocurrió el 18 de febrero de 2005: la pequeña niña había sido dejada en el lugar por su madre, María Legua (hermana de Celia), mientras iba de compras. Nunca más volvió a verla con vida porque los cuerpos de ambas aparecieron tras el mostrador con sus cabezas destrozadas por golpes de martillo.

Aunque en 2005 el fiscal Patricio Martínez detuvo a un sospechoso, hasta hoy no existe ninguna pista sólida y, por falta de pruebas, el hombre fue liberado.

"Es difícil que el caso se siga investigando", admitió la madre de la pequeña, que ve cómo, tras 6 años del crimen de su hija y su hermana, nadie es responsable.

JAMES EMMOTT (2002): Condenados por homicidio que fueron absueltos

"Me siento completamente decepcionado de la justicia. ¿Cómo es posible que un ministro de Corte vea un trabajo de 7 años y encuentre que no hay evidencia suficiente?" .

Esta lapidaria apreciación pertenece a Walter Emmott, padre de James Emmott Betancourt (23), el estudiante de Medicina cuyo cuerpo apareció en el río Caucau el 7 de noviembre de 2002.

Había sido visto con vida por última vez el 20 de octubre de ese mismo año en las afueras del cabaret La Zulema. Y aunque la investigación de primera instancia sí estableció culpables -en julio de 2007 fueron condenados por homicidio simple cuatro personas (entre ellos el hijo de la dueña del local)-, finalmente todos fueron absueltos.

Y hace pocos días uno de ellos, la ex pareja de la dueña del cabaret, murió tras ser acuchillado dentro del local.

El abogado de la familia recuerda que en el proceso "hubo diligencias espectaculares", como la detención de tres bailarinas en el norte que habían estado actuando en La Zulema la noche de los hechos.

Dice que cuando los querellantes quisieron elevar las condenas, se encontraron con una tremenda sorpresa: la Corte de Apelaciones de Valdivia y la Suprema absolvieron a todos los condenados porque encontraron inconsistentes las pruebas ya falladas. "La investigación tiene más de 6 mil fojas y si uno mira bien se da cuenta de que siempre pasaba algo para invalidar las pruebas: Si tres personas eran vistas en una camioneta, inmediatamente aparecía alguien diciendo que esas mismas tres personas estaban en otro lugar", dice el padre del joven.

El abogado de la familia, Alejandro Medina, agrega que "el informe del SML sobre las heridas con las que fue encontrado James las atribuía a terceros. Pero luego, de la nada, apareció un informe de un perito policial que nadie pidió en que asegura que las heridas eran atribuibles al roce del cuerpo con el lecho del río. Esa persona hizo ese informe a partir de fotos, pero el río no tiene lecho con piedras. A lo más tiene ramas y no es correntoso, por lo que no produce esas heridas", dice.

El padre reflexiona: "Aquí debe estar involucrado alguien de mucho peso (...) Hubo funcionarios que hicieron todo lo posible para que no se hiciera justicia".

JOSE HUENANTE (2005): Hay tres policías inculpados, pero sigue desaparecido

El crimen del que fue víctima José Huenante (16) llegó a las primeras planas en noviembre de 2009, cuando el Informe de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales lo calificó como la primera "desaparición forzada" en democracia, desatando la ira del gobierno de la época.

Si bien hasta hoy no se encuentran señas del adolescente que desapareció en 2005, la investigación tiene a tres carabineros (r) inculpados.

Según los testimonios, el joven fue detenido por una patrulla policial el 3 de septiembre en la población Mirasol de Puerto Montt. Esa fue la última vez que se lo vio.

Los policías involucrados (los cabos Patricio Mera y César Vidal y el sargento Juan Altamirano) niegan cualquier participación en la desaparición del joven. Sin embargo, el abogado de la familia Huenante, Luis correa, asegura que en su contra juega que alteraron el kilometraje de la patrulla en que el muchacho fue detenido y el registro de detenciones. "Esa noche (de la desaparición) ellos aseguran que participaron en un operativo policial determinado, pero los otros carabineros que sí estuvieron en esa diligencia dicen que nunca los vieron participando en esa operación", cuenta.

La madre de José, Cecilia, no ha bajado los brazos pese a una serie de dificultades que ha encontrado para que se esclarezca qué pasó con José. Entre ellas-recuerda el abogado- que la patrulla involucrada fue vendida y sólo se la pudo periciar cuando lo ofreció su siguiente dueño, que la tenía trabajando como taxi en Santiago, o que el caso fue traspasado a la Justicia Militar.

"Se ha rastreado todo y se han hecho múltiples excavaciones, pero no se ha encontrado nada. Y todas las teorías alternativas -que José fue visto en el norte o que se perdió solo- han sido descartadas por informes policiales. Yatenemos tres inculpados por el cargo de sustracción de menor, pero todavía no se dicta sentencia. Lo más probable es que la Justicia Militar esté esperando una confesión", dice .

JORGE MATUTE (1999): El cuerpo apareció cinco años después y aún no hay culpables

"Hasta este momento es casi un crimen perfecto" .

El abogado Fernando Saenger, quien ha representado a la parte querellante durante todo el proceso, describe así el más emblemático y recordado caso policial de los últimos años. De hecho, el cuerpo de Jorge Matute Johns (23) apareció en febrero de 2004, cinco años después de su desaparición.

La madrugada del 20 de noviembre, el "Coke" fue visto por última vez en la discoteque La Cucaracha, camino al aeropuerto de Concepción. A partir de ahí se iniciaron múltiples campañas y un proceso judicial que nunca ha podido acreditar qué pasó esa noche. "El caso está sobreseído temporalmente. Se presentó un recurso por denegación de justicia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero se ha movido poco", dice.

"Hace 7 años que no vivo en Concepción y desde la distancia que me da el tiempo y el espacio, al mirar fríamente estos hechos, uno concluye que aquí no ha habido justicia porque no se ha querido", dice Alex Matute , hermano mayor de Jorge. En agosto de 2011 el padre de ambos, Jorge Matute Matute, falleció por un cáncer linfático sin poder conocer la verdad de los hechos.

Saenger se lamenta que no se hicieron todas las pericias del caso a los restos hallados el 2004. "A otros casos se les dedican muchos más recursos para determinar las causas de la muerte. Aquí sólo quedaban los huesos, nada de tejido orgánico. Si se hubiera perseverado en esa línea, podríamos haber avanzado... pero no fue así", dice.

Lo más cercano a una condena en el caso fue cuando 7 personas (que estuvieron esa noche en la discoteque) se les procesó por obstrucción a la justicia... pero los cargos luego quedaron sin efecto. A la fecha, no hay culpables.

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