Una doctora de confianza y cercana al convento de Duderstadt (en Alemania), le transmitió su máxima preocupación por un extraño tumor que la afectaba.

Fue entonces cuando Isabel Margarita Lagos Droguett (67) - sorPaula , ex superiora de Las Ursulinas en nuestro país- decidió escribir directamente al Vaticano para pedir una dispensa: Invocó "razones humanitarias" para que se le permitiera regresar a Chile, junto a su familia, y someterse a un tratamiento médico que le permitiera recuperarse.

Actualmente, la religiosa enfrenta una causa en la justicia ordinaria por supuestos abusos sexuales. Su caso está radicado en el 34° Juzgado del Crimen: una de sus principales denunciantes es Mónica Salinas, ex alumna del colegio Las Ursulinas de Maipú. La próxima semana, por otra parte, se cumple un año desde que la Iglesia removió definitivamente a sor Paula de su cargo como superiora, tras cerrar la investigación canónica.

La mujer, por esa fecha fijó residencia en Duderstadt, alejada del colegio y la comunidad religiosa que encabezó, tal como se le prescribió.

Hoy el Arzobispado de Santiago informó que ya está al tanto del retorno de la religiosa a Chile y que esa determinación fue "tomada en la Santa Sede por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica". Todo, "a solicitud de ella, invocando razones humanitarias por el cáncer que la afecta".

La respuesta de Roma, según quienes siguen de cerca el proceso, fue que ella -actuando de buena fe- podía tomar la decisión que estimara conveniente.

Sor Paula ingresó a Chile el jueves de la semana pasada y ya tomó contacto con profesionales de la Clínica Alemana para realizarse exámenes y comenzar con un tratamiento. Su estado de salud, según una amiga que ha estado en contacto telefónico con ella desde Alemania, es "muy delicado (...) No tiene apetito y sufre constantes dolores. Anda en silla de ruedas".

Vivirá con familiares

Desde el Arzobispado, asimismo, se aseguró que "por tratarse de una religiosa que pertenece a una congregación de derecho pontificio", ellos no poseen tutela jurídica respecto de la congregación. Por esta razón, fue la hermana Rosario Alonso Niño, comisaria apostólica del monasterio Santa Ursula, quien -a través de una carta a los apoderados del colegio Santa Ursula (y que hoy fue publicada en la web)- confirmó que "por motivos de salud, madre Paula Lagos ha debido regresar a Chile para recibir terapia y atención médica necesaria".

La comisaria, asimismo, indica que "los especialistas alemanes que realizaron su diagnóstico aconsejaron que ella sea tratada por médicos chilenos que conocen el proceso de su enfermedad" y que "su viaje ha sido realizado con la anuencia de la Santa Sede (y) manteniendo las condiciones que determinaron su alejamiento de la comunidad en junio de 2011": esto es, que no puede tomar contacto con los colegios o miembros de la congregación.

Durante el tiempo de su tratamiento, la religiosa fijará su residencia junto a su familia: hoy está viviendo con una hermana. Los médicos que la ayudarán ahora son los mismos que, hace algunos años, ya le trataron otras dos graves afecciones cancerígenas.

"La Segunda" se contactó con el convento que la congregación de Las Ursulinas posee en Maipú, pero se nos indicó que no se entregará información al respecto.