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Bajos de Mena, el barrio de Puente Alto que se convirtió en el "gueto" de los pobres

Pese a tener 120 mil habitantes, no cuenta con farmacias, tiendas, cuartel policial o de Bomberos, sucursales bancarias ni plazas. Sólo tierra y muchas viviendas sociales.

por:  Irina Barrientos
viernes, 04 de mayo de 2012

Foto César Silva

"Cuando yo llegué acá venía con una expectativa de vida alta, pensé que iba a tirar para arriba. Pero después me di cuenta de que tuve que aprender a ponerme chora, porque tengo que criar a mis hijos en un ambiente de droga. A mi hijo le fascina correr, pasear, pero aquí sólo hay tierra o calles, donde se expone a que lo atropellen o le ofrezcan un pitito o la pastita".

Quien así habla es Viviana Fuentes (44), artesana en marroquinería que llegó gracias a un subsidio habitacional a Bajos de Mena, un sector de Puente Alto donde viven 120 mil personas (población similar a Curicó), pero no hay servicios bancarios, tiendas, farmacias, restaurantes, plazas ni centros de diversión (salvo las máquinas tragamonedas).

Tampoco Bomberos o un cuartel policial.

El barrio incluso está separado del resto de la comuna por la autopista Acceso Sur y sólo una calle la conecta con Puente Alto.

La mayoría de su población se caracteriza por tener un alto índice de vulnerabilidad social: El 65% pertenece al primer quintil de ingresos económicos. Y caminar por sus calles sólo reafirma la sensación de pobreza, con basura acumulada en cualquier parte, perros sarnosos buscando algo que comer, ebrios durmiendo y ropa colgada por aquí y allá buscando una brizna de sol.

El hacinamiento es otro grave problema, así como la delincuencia.

Hace algunos días atrás el propio ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez Mackenna, calificó a este barrio como de extrema relevancia en su agenda, graficando que "en el orden de prioridades está mucho más arriba Bajos de Mena que Sanhattan".

Y de hecho puso manos a la obra, porque cuando "La Segunda" le pidió una entrevista para analizar la dura realidad del barrio, respondió entregando ayer por la tarde -en terreno-una detallada lista de las acciones que buscan cambiar en algo la cara de este barrio que muchos no han dudado en calificar de "gueto".

El sector donde se levantan las villas El Volcán

Bajos de Mena comenzó a formarse hace más de 50 años, pero hace 30 comenzaron a edificarse proyectos de vivienda social que hoy llegan a unos 140. Entre ellos, las Villas El Volcán, que se hicieron conocidas porque la lluvia traspasó las paredes de muchos departamentos en la década del 90.

Los pocos servicios que hay corresponden, casi en su mayoría, al municipio: hay dos consultorios y tres escuelas municipales. También un supermercado mayorista, algunas ferias y almacenes de barrio.

Sería todo.

Viviana Fuentes -quien es presidenta de la junta de vecinos de la Villa Francisco Coloane- tiene 6 hijos, y el menor, Martín (7) sufre de una cardiomegalia congénita. "Esto significa que el corazón es demasiado grande en relación al cuerpo y eso le trae todo tipo de problemas de respiración y broncopulmonares", explica. Si requiere algún medicamento para el menor, debe viajar 30 minutos hasta el centro de Puente Alto, donde se encuentra la farmacia más cercana.

No es todo, sólo una calle -Eyzaguirre- conecta este barrio con el resto de la comuna y la línea 207 del Transantiago es casi la única que llega hasta el centro de Santiago.

De acuerdo a información del municipio, los vecinos de Bajos de Mena suelen ocuparse en la construcción, ferias libres o como vendedores ambulantes.

Una hora y media de viaje hasta el centro

Pilar Aravena, presidenta del Sindicato de Trabajadores Independientes de Bajos de Mena, cuenta que debe viajar hasta el centro con frecuencia, debido a los trámites que realiza como dirigente. Para ello tiene que esperar locomoción cerca de 30 minutos, sin contar la hora y media que demora el viaje. Por eso, los habitantes de Bajos de Mena se sienten aislados y segregados.

Hasta los colectores de aguas lluvias fallan y no son raras las inundaciones cuando precipita.

La mayoría de las viviendas sociales tienen entre 38 y 45 m {+2} y generalmente viven muchas personas en ellas.

Wilma Martínez llegó hace 13 años junto a su familia. Son siete en total y deben compartir todos los días en un departamento de sólo 42 metros cuadrados.

La mujer se queja del hacinamiento, y por lo mismo cuenta que hace 5 meses no puede tener algún momento de privacidad junto a su marido. "Desde diciembre que no pasa nada de nada", cuenta dolida. Y agrega que "se escucha todo, y la convivencia con los vecinos se vuelve muy difícil".

Pilar Aravena agrega que no es extraño ver cómo algunos residentes amplían sus viviendas convirtiéndolas en peligrosos palafitos sin importar la opinión de los vecinos. "Aquí prevalece la ley del más fuerte, el más grande. Cuando yo vivía en Lo Espejo la convivencia era mucho mejor, porque aquí no tienen ningún respeto", remata.

Según el comisario de la20.a comisaría de Carabineros de Puente Alto, mayor Fernando Sepúlveda , los delitos más frecuentes que ocurren en el sector son los hurtos, robo con violencia, lesiones (por riñas generalmente) y robo con fuerza.

A tanto llega la situación, que los 120 mil habitantes de Bajos de Mena no pueden acceder a telefonía fija ni TV por cable, ya que los delincuentes se roban los cables para vender el cobre que contienen.

A Carabineros llegan pocas denuncias. "Muchas veces es por temor o bien por vínculos con las mismas personas que provocan estos hechos. Hace poco tuvimos una reunión con los vecinos para explicarles que sin las denuncias nos cuesta tener información sobre cómo atacar la delincuencia en ese sector", agrega el comisario.

Y los vecinos reclaman que "los Carabineros aquí no vienen. Si tú llamas para decir que hay una balacera en tal parte, te puedes aburrir esperando", dice Viviana Fuentes.

La droga también forma parte de la cotidianidad de Bajos de Mena. De acuerdo con información de Carabineros, incluso han detectado cultivo de marihuana.

Alcalde: "Verdadera pobreza no sólo está en campamentos"

Para el alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón, el tema se ha transformado en la lucha que ha marcado sus años como jefe de la comuna.

"Llevo 11 años en esto y he traído a todo el mundo para que conozca este lugar. Una de las discusiones que yo tuve públicamente fue cuando dije que la verdadera pobreza no sólo estaba en los campamentos sino también en lugares como estos. Lo que era un sueño hoy es una pesadilla, porque todo el mundo se quiere ir de aquí, esto es un pecado social, el Estado les quitó la dignidad a estas personas y hoy tiene que devolvérselas".

Según el alcalde, la ausencia de servicios se explica en parte por los niveles de inseguridad, debido a la carencia de una dotación policial. "Por eso estamos planeando construir una subcomisaría aquí mismo para atraer la inversión y así generar los servicios que faltan. Esto permitirá que la gente pueda desplazarse más a pie por el sector y ya no necesitarán recorrer tremendas distancias", señala.

Para Ossandón es clave "enfrentar el tema como un todo, hay que dar una solución integral, unir las calles, demoler, traer servicios, a Carabineros. Esta calidad de vida no es vida. Lo de aquí es mucho más grave, porque muchas otras poblaciones surgieron de tomas, ¡pero esto lo diseñó el Estado!".

Ministro Pérez detalla los planes para cambiar Bajos de Mena

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