La conforman especialmente hombres de entre 6 y 26 años, y en la base de la pirámide existe 78 "piños".
Hace rato que el dilema de Colo Colo llegó más allá de la cancha.
Porque al raquítico rendimiento deportivo -incluido el desfile de técnicos desde que se fue Claudio Borghi- y las pugnas directivas -que llevaron a Hernán Levy a no renovar su mandato- se sumó un fantasma que en países como Argentina alcanza niveles peligrosos: el protagonismo sin control de barras bravas que llevan violencia a los estadios, además de amenazar a jugadores y dirigentes si los resultados no son los esperados.
Esta semana la situación llegó a un punto nunca antes visto, aunque sí sospechado, cuando el ariete Carlos Muñoz denunció haber sido amedrentado por miembros de la Garra Blanca, la tristemente famosa hinchada colocolina, que lo cuestiona por su bajo rendimiento.
La denuncia del ex crack wanderino llevó a que el líder de la Garra, Francisco Muñoz ( alias Pancho Malo ), lo tratara de "perrito faldero de la dirigencia", acusación que ahondó ahora en entrevista con "La Segunda".
A la arremetida sobre Carlos Muñoz -por la cual ayer la ANFP presentó una querella contra quienes resulten responsables, que sucedió a otra interpuesta por el delantero-, la Garra le sumó una "declaración de guerra" al nuevo directorio del club y un llamado a desobedecer el plan Estadio Seguro de La Moneda.
La participación dirigencial de "Pancho Malo" partió en 2003. Actualmente existe una cúpula cuyos integrantes difieren de acuerdo a quien los enumera y una segunda línea con cientos de "coordinadores".
El grupo dirigencial ha estado rodeado de acusaciones de connivencia con los dirigentes. También algunos episodios de violencia, como cuando el año pasado Marcelo Barticciotto fue empujado violentamente por garristas por ir en una lista disidente al oficialismo.
Un informe elaborado por Carabineros, así como antecedentes aportados por gente ligada al club permitieron a "La Segunda" esbozar el organigrama de esta hinchada, que está por cumplir 30 años de existencia (se cree que nació en 1985, en alusión a la Garra Negra, barra del Corinthians de Sao Paulo).
Tanto para los insiders como para los observadores es difícil ir a los detalles. Los primeros conocen el peligro de traicionar el código de silencio. Los segundos saben que es un grupo en constante cambio.
Función: distribuir las entradas
Según el informe de Carabineros, la Garra Blanca está formada por 6.000 hombres, mujeres y niños (principalmente los primeros) de entre 6 y 26 años. Aunque el garrero promedio es un adolescente de 16 años. Socialmente es homogénea, compuesta por sectores de clase baja ligados a delincuencia, pobreza y violencia intrafamiliar.
Cercanos a GB dicen que la jerarquía indiscutida la tiene Muñoz y le sigue el "Bruja". Luego vienen otros tres miembros que disputan la posición de liderazgo. Su trabajo es "mantener el control de la barra, organizar los viajes, distribuir las entradas, conservar en buen estado banderas, bombos y papeles y dialogar con las Fuerzas Especiales de Carabineros en partidos de alto riesgo".
Se dice que Muñoz es el único que vive del club, lo que en todo caso él desmiente. Otros líderes son desde mecánicos hasta peluqueros, aunque -según el informe policial- sus trabajos "muchas veces tienen relación con los mismos contactos que se generan al interior del club, sea en puestos de administración o en pega de afiches y rayados políticos, sin descartar por sus antecedentes la generación de dinero por vías ilícitas".
También suelen ser "altamente violentos"
El alto mando garrero suele reunirse periódicamente. En otros tiempos lo hacían en una casona en calle Copiapó (Santiago Centro). Luego pasaron a un lugar de avenida Departamental. Finalmente, ha terminado por sostener sus encuentros en el sector del estacionamiento de avenida Marathon, frente al Estadio Monumental. Muñoz dice que "no tenemos un espacio asignado en el estadio, sólo tuvimos por 6 años un container". Y asegura que van variando los puntos de encuentro "por un tema de logística".
Bajo este núcleo está la Coordinación, compuesta por entre 150 y 500 sujetos (depende de quién la describa), que los días de partido velan para que el aliento sea permanente. El alto mando comunica todos los temas a esta Coordinación.
Los días de partido, los coordinadores visten una polera gris con la enseña del Cacique, la sigla GB y el lema "Hasta romper la voz". Cercanos aseguran que "intentan eliminar el macheteo (pedir dinero en las inmediaciones del estadio), los robos, la droga y la violencia dentro y fuera del estadio".
Los garreros se dividen en 78 piños, que representan a barrios y comunas principalmente de Santiago. Ocupan un nombre de fantasía y los lidera un jefe que los representa ante la Coordinación. Los más poderosos provienen de La Granja, San Bernardo, La Florida, Maipú y Puente Alto.
El tema de las entradas
Una de las principales funciones del alto mando es entregar las entradas de cortesía que obtienen del club. Esta distribución se hace selectivamente con cada piño: cada uno recibe una cantidad determinada por la importancia y el número de miembros del grupo. Cada jefe debe vender los boletos y luego rendir cuentas a los líderes principales. Fuentes que han visto de cerca el trabajo de la GB indican que a los piños más pequeños "no se les pasan entradas".
Una fuente conocedora de la barra dice que Muñoz es el único que tiene trato directo con la directiva de B/N. Y que su poder se explica no sólo por los hechos policiales que ha protagonizado, sino porque su ascenso fue cerca de los personajes antes respetados dentro de la GB.
"Desde la fundación de la Garra, el líder ha tenido algún lazo comercial con el presidente de Colo Colo. Este alineaba a la hinchada con la directiva a cambio de dinero y entradas", dice una fuente que conoció tales prácticas. Esta misma fuente recuerda fueron disputas de dinero y poder las que desencadenaron peleas como la protagonizada por el Barti y el Huinca.
Este intercambio también se ha visto reflejado en las elecciones del club. Cada lista contrataba un sector de la barra y los "garreros" terminaban trabajando como brigadistas.
Según antecedentes policiales, existen varias subculturas internas: los flaites, que son predominantes, en especial en la cúpula; los metaleros, que ahora se encuentran en retirada después de ser mayoría en los 90; los hip hop, que van en ascenso, y los punk, que se encuentran en conflicto con los metaleros.
Algunos de los principales líderesFrancisco Muñoz Carrasco:
"Pancho malo" tiene 32 años. Cuenta con antecedentes por robo y homicidio (1996), por homicidio (2000) y por desórdenes (2006). Vive en Providencia, donde una vez fue atacado a balazos en 2007.
Marcelo Saavedra Vergara
"El Piojo" tiene 36 años y vive en Maipú. Es el "segundo de a bordo" en la Garra. Tiene antecedentes como autor de hurto de especies (en el sistema antiguo) y además denuncias por amenazas (Maipú), robo en lugar no habitado (Providencia) y desórdenes (Macul).
Marcelo González Badke:
Según la información de Carabineros, "El Bruja" vive en Talca y no tiene antecedentes policiales. No existen fotos.
Cristofer Palacios Reyes:
Los informes de la policía indican que "El Cristofer" no tiene antecedentes. Contactado en su casa en La Cisterna, dijo que no es parte de la dirigencia garrera e incluso que ¡había pertenecido a Los de Abajo! No quiso ser fotografiado.
