Jorge Antonio Salazar Oporto (51) estuvo en la mira de la policía toda la primera mitad de los 90. Participó en la fundación del grupo subversivo MIR Ejército Guerrillero de los Pobres (MIR EGP), el mismo que en 1997 atacó a una pareja de carabineros en Lontué (VII Región) dejándolos heridos a bala.

Desde esa fecha tiene una orden de detención vigente y se le había perdido todo rastro.

Su nombre volvió a ser ahora "blanco" de las policías y los organismos de inteligencia... pero esta vez a nivel internacional.

Se hace llamar "Juan Carlos" y está siendo buscado intensamente en Argentina -junto a Alexis Cortés Torres- como sospechoso del homicidio del policía trasandino José Aigo, quien fue baleado la madrugada del 9 de marzo tras un control carretero en la provincia de Neuquén, al sur de Argentina.

Antecedentes de Inteligencia -a los que accedió "La Segunda"- revelan que hoy Salazar Oporto es una de las cabezas del grupo (es parte de la dirección nacional del MIR EGP junto a otros cuatro sujetos) y que este crimen (al igual que otros previos) confirma "la hipótesis de que en Argentina, sobre todo en esta región sureña, existe una red logística de apoyo al MIR EGP donde se habrían instalado algunos de sus militantes ".

Esta situación -relata el informe de 6 páginas- la confirman también "los diversos allanamientos en Junín de los Andes, puesto que estarían apareciendo evidencias que indican que en esa región operan militantes ligados a fracciones del MIR EGP junto al Frente Patriótico Manuel Rodríguez (escindidos tras las divisiones ocurridas desde fines de los ochenta)".

De hecho, se cree que esta organización "podría ser una iniciativa de varios ex miembros del MIR EGP con el objeto de sobrevivir mientras permanecen prófugos y fuera de Chile". Para ello, dice el documento, "ha mantenido una estructura operativa especial y participa en redes subversivas regionales y opera en milicias internacionalistas".

Incluso señala que podría haber "un intento de instalar en el país (Chile) una estructura a modo de brazo político".

Operación de retorno clandestino

El crimen del policía argentino ocurrió a pocos kilómetros de Junín de los Andes, cuando Aigo junto a un ayudante detuvieron una camioneta doble cabina Mitsubishi blanca con tres ocupantes en el interior. Momentos antes de que Aigo revisara el vehículo, desde el asiento del copiloto le dispararon en dos ocasiones.

Dos ocupantes huyeron. Pero el tercero, Juan Marcos Fernández, fue detenido por Guerrero. Se trataba del hijo del intendente de San Martín de Los Andes, Juan Carlos Fernández, dijo que no conocía a los otros dos sujetos, quienes le habían pagado $1.600 dólares por el traslado.

"En la camioneta se encontraron un celular, pasaje de avión, tres mochilas, tres sacos de dormir, un mapa de la zona, un esquema con pasos no habilitados, documentos chilenos a nombre de Alexis Cortés Torres (...). Del otro chileno sólo se sabía que se hacía llamar Juan Carlos", dice el informe.

Las huellas dactilares confirmaron la presencia de Cortés Torres en el lugar del crimen y organismos de Inteligencia chilenos identificaron a Salazar Oporto. Hoy ambos tienen orden de captura internacional.

El crimen no fue un hecho aislado ni fortuito. Según el documento de Inteligencia, "la orgánica denominada MIR EGP o MIR estructura Sur es la que estaría detrás de los hechos relacionados con el crimen del policía José Aigo. Al momento de los hechos, seguramente, estaban realizando alguna operación de retorno clandestino al país o un posible transporte de recursos económicos ".

Y advierte que "en el marco de la urgencia política de proteger la vida de 'sus compañeros' prófugos en Argentina, (otros miembros) podrían rearticular viejas redes de apoyo en Chile , especialmente las ligadas a organismos de Derechos Humanos".

La operatividad del MIR EGP

El informe detalla que el MIR EGP nace a fines de los 80, cuando militantes del MIR históricos liderados por José Muñoz Alcoholado (el Chico Alejo), se opuso a su desarticulación. Era "una organización política y militar" con redes internacionales que entre 1990 y 1996 realizó una serie de ataques explosivo, aunque desde 1996 a 2006 realizaron sólo acciones esporádicas. La más llamativa fue el asalto (diciembre 2004) a un BancoEstado en Loncoche y el atraco (junio 2005) a un INP en Machalí que dejó cuatro muertos.

Aparece Salazar Oporto

En 1997 -luego del ataque en Lontué que lo deja en calidad de prófugo-, Salazar se habría instalado en Argentina.

De hecho, uno de los detenidos por el atraco al INP declaró que Salazar Oporto dictaba clases de técnicas de supervivencia y manejo de armas de fuego en la zona limítrofe de Neuquén y las regiones del Biobío y La Araucanía. También dijo que estos verdaderos "cursos de guerrilla" se dictaban desde 2003.

El informe señala que "tras una crisis del MIR EGP (Salazar Oporto) pasó a ser uno de los máximos dirigentes de la organización, reemplazando al Chico Alejo", quien en calidad de prófugo dejó el país.

Respecto a Alexis Cortés (el otro prófugo hoy en Argentina), las pistas indican que fue miembro del FPMR y que actuó en la sección norte, instalada en Coquimbo. Se le investigan viajes a Perú (1997 y 2005), Bolivia (2011), Venezuela (2003) y Panamá (2004).

"Relaciones internacionales"

Pero el MIR EGP no operaba solo. Ya en los 90 realiza acciones conjuntas con el FPMR. La más grande, sin embargo, es la operación "Alondra" (diciembre 2001) y que consistió en el secuestro del publicista Washington Olivetto en Brasil. Allí también participaron miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia.

Y aunque la operación terminó en un desastre y los principales líderes fueron detenidos, hubo cuatro frentistas que lograron huir. También arrancó el mirista Cristián San Martín Morales, quien fue detenido en Chile en 2005 y a los pocos meses escapó de la cárcel de Temuco.

Según la información de Inteligencia, la dirección del MIR EGP del 2007 -formada entre otros por Salazar Oporto- tenía una estrecha relación con San Martín Morales. Pero en esa cúpula también era clave Juan Moreno Venegas, porque él era el encargado de mantener relaciones con el ELN y los ayudistas en Argentina.

"No se descarta que este grupo haya participado en el asalto al banco Security (2007) donde resultó fallecido el cabo Luis Moyano (...) La acción se desarrolló bajo la lógica de alianza, con un grupo operativo formado por diversas orgánicas violentistas con el objeto de recaudar recursos para financiar a sus mismas organizaciones y sus principales cuadros políticos", señala el informe.

De hecho, el grupo estaba compuesto por un ex mirista y tres ex lautaristas: casi todos ellos ya fueron detenidos en Argentina.

Las redes en Argentina

Según fuentes policiales, en ese país existe una orgánica de apoyo a los grupos compuestos por ex subversivos. Se trataría de cerca de 15 organizaciones, quienes se preocupan desde el apoyo logístico -entregando alojamiento y comida-, el apoyo judicial, propagandístico e incluso político.

En su mayoría son agrupaciones que comenzaron a funcionar durante el régimen militar y que acogieron a estos chilenos. Parte de su estrategia es utilizar las redes sociales para posicionar a estas personas como "perseguidas por el Estado" y buscan "arrastrar" a políticos y miembros de la Iglesia en ese objetivo.

Para la propaganda, su mayor fuente son las redes sociales y los sitios web antisistémicos. De hecho, algunos de estos grupos han apoyado la campaña para evitar la extradición desde Argentina del ex líder del FPMR Sergio Galvarino Apablaza, requerido por la justicia chilena por el homicidio del senador Jaime Guzmán (UDI).

 La familia Cid Aedo

La familia Cid Aedo estaría prestando especial apoyo a los miristas en el sur.

Así lo advierte el informe, que detalla que a este núcleo pertenece David Cid Aedo (ex MIR), quien en 2008 fue detenido en Argentina por el crimen del cabo Luis Moyano. Según Inteligencia, "la familia Cid Aedo está ligada históricamente al MIR".

Policía de Neuquén pide informes

Una serie de informes a organismos chilenos está solicitando la policía de Neuquén. "A través de la vía judicial, de la Cancillería, estamos pidiendo toda la información", dijo el comisario mayor de la Policía de Neuquén, Dalmiro Savalla.

Agregó que "estamos en contacto con la PDI y tenemos información policial, pero aun nos faltan los informes de la fiscalía y de los juzgados".

Y señaló: "Hoy lo primordial es esclarecer el crimen del efectivo policial en Junín de los Andes".