La Intendenta de la región Metropolitana conversó con La Segunda para la nueva sección: ¿Puedo vivir sin Twitter?
Para la intendenta metropolitana, Cecilia Pérez , ha sido de gran utilidad poder revisar Twitter desde su blackberry: como está casi siempre en terreno, puede enterarse fácilmente de lo que sucede en la ciudad... y responderle, sin intermediarios, a quienes le plantean sus inquietudes. Tienes 16.310 seguidores... muchos de los que cuales no se cansan de enviarle piropos.
-De 1 a 10... ¿qué tan adicta a Twitter se declara?
-Un 8. Twitteo harto y me encanta. Pero también tengo autocontrol.
-¿Siente que estar atenta a Twitter ha tenido algún costo?
-Prácticamente ninguno. Aunque cuando sigo algún tema de discusión en particular no puedo evitar echarle un vistazo cada cierto rato. Y ahí es cuando mi marido me dice "ya estás revisando esa cosa otra vez", y tenemos una minidiscusión.
-Si se cerrara Twitter... ¿podría vivir?, ¿qué haría para canalizar sus inquietudes?
-Siempre se puede vivir sin Twitter. Hasta hace tres años lo hacíamos perfectamente bien. Aunque creo que, si se cerrara, más temprano que tarde alguien inventaría una red social similar. Y si eso sucede, ojalá que sea con unos 20 caracteres más, que ¡pucha que hacen falta algunas veces!
-¿Ha tenido algún romance en 140 caracteres?
-¡Noooo! Nunca. Lo que sí me pasa es que a veces me piropean o me mandan felicitaciones. Lo agradezco, porque esos comentarios son bienvenidos en las jornadas más agotadoras.
-¿De qué gran notición se ha enterado leyendo su timeline ?
-Nunca me voy a olvidar de la historia del toro Frutilla.
-¿En qué situación jamás twittiaría?
-Lo que nunca he podido hacer es twittear en la ducha, y me encantaría poder hacerlo. Mientras me ducho se me ocurren un montón de ideas.
-¿Qué personaje debería hacerse una cuenta en Twitter?
-Claudio Borghi sería un gran twittero y podría compartir ideas con todos quienes somos hinchas de la Roja.
-Su mejor consejo para un novato en Twitter...
-Que Twitter, al igual que la política, es siempre con respeto y sin llorar. Es bueno debatir y discutir, pero tiene que ser sin picarse ni caer en las descalificaciones personales.