Arrendar un pedazo de terreno -no muy grande en rigor- para que se instale allí una antena de celular, puede significar para el propietario recibir hasta $800 mil mensuales.

Un negocio que nunca es visto con buenos ojos por los vecinos. Este tipo de episodios hace no mucho tiempo se limitaba a algún reclamo al municipio, pero últimamente ha tenido algunas expresiones mucho más radicales: grupos que se instalan frente a la propiedad para impedir el ingreso de los materiales de construcción o incluso violentos ataques a quienes pretendían realizar el negocio.

El ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz, indicó a "La Segunda" que la ley que está en el Congreso sumará nuevas exigencias de orden urbano, ciudadano y de salud para la instalación de las antenas.

Incluso, señaló, la ley será retroactiva "y va a permitir terminar con los bosques de antenas y corregir muchas de las aberraciones urbanísticas que se han generado a lo largo del tiempo".

 LO ESPEJO: Dueños de casa ferozmente atacada decidieron irse

Los vecinos de la Villa Jardín de Lo Espejo dicen que desde julio pasado que el barrio tranquilo donde vivían simplemente se esfumó. Todo por una antena de celular que se comenzó a instalar en la propiedad del microempresario Manuel Villar.

Los habitantes de las casas colindantes aseguran que la decisión "arbitraria" tomada por su vecino los hizo sentirse pasados a llevar. "Por eso comenzamos a protestar contra este señor con pancartas, lienzos y trompetas, nos pusimos en la entrada de su casa. Incluso en varias oportunidades no dejamos que los trabajadores entraran con sus camiones y materiales para levantar la antena", cuenta una vecina de la calle El Triunfo.

Lo peor ocurrió el 25 de agosto, durante la noche de la segunda jornada de paro nacional convocada por la CUT. Desconocidos trataron de derribar un muro de la casa, le prendieron fuego e instalaron barricadas. Hubo incluso disparos al aire que habrían sido de defensa y debió acudir Carabineros para calmar la turba con lacrimógenas. Tras el hecho, la casa está desocupada.

En el sitio de Facebook que mantienen los vecinos ha habido alabanzas y críticas al ataque. Aseguran que se logró impedir la instalación de más antenas en la torre.

Barricadas en CERRO NAVIA

María Riquelme es vecina del sector de la Villa Huelén en Cerro Navia y férrea opositora a las cuatro antenas que han ubicado justo detrás de su casa.

Por ello ha movilizado a sus vecinos a manifestarse en contra de estos aparatos, algo que incluso apoyó el alcalde de esa comuna, Luis Plaza.

"El problema es que no han parado de trabajar y ya me aburrí de llamar al alcalde. La gente está muy decepcionada, porque nos dijeron que se iban a tardar alrededor de un mes y medio en sacar las antenas y ahí las ve usted", comenta Riquelme.

Agrega que hace algunas semanas jóvenes del sector prendieron barricadas en la entrada de la propiedad cuyo dueño arrendó para que fueran instaladas las antenas.

"Los cabros lo que querían era quemar esa construcción. Yo no estaba de acuerdo en un principio, prefería que se solucionara el problema por la vía legal, pero ya me aburrí y ahora que hagan lo que quieran. El dueño del terreno no ha dado la cara y sólo lucra con esto. Me preocupa que pase algo peor".

Vecinos de BATUCO: "Le vamos a echar abajo la reja"

"No alcanzamos a hacer nada, porque de un día para otro esa antena apareció. Van dos, pero si llega a poner una tercera, vamos a reunir a todos los vecinos de aquí y le vamos a echar abajo la reja". Quien así se expresa es Ema Vidal, vecina de la Villa Carolina Cifuentes de Batuco, respecto de las dos antenas que Carlos Poblete permitió que instalara una compañía de telecomunicaciones al interior de su parcela del condominio La Arbolada, que colinda con las viviendas de la villa.

"Este caballero hizo todo callado y sin preguntarle a nadie llegó y puso una torre con dos antenas en su casa. Nadie entendía qué pasaba, sólo veíamos muchos camiones que pasaban por ahí", cuenta Vidal, quien hace unos dos meses fue junto a varios vecinos de la villa a increparlo. "¡Salga, dé la cara!", le gritaban en esa oportunidad.

Según Vidal, cerca de 500 mil pesos es lo que le paga la compañía de telecomunicaciones por cada antena que Poblete permite que se ubique al interior de su propiedad.

"La antena hace un ruido insoportable toda la noche, los vecinos estamos cansados, porque es insoportable", reclama.

Elizabeth Aguilar habita en una parcela del condominio La Arbolada y es otra de las indignadas con la situación. "No sabemos si hacen daño, pero aquí hay niños y para qué vamos a correr riesgos".

En el puerto de San Antonio, en la calle El Sauce, un grupo de 40 vecinos decidió instalarse día y noche frente a una casa donde los dueños habían arrendado el terreno para instalar una antena. Lo hicieron entre el 25 de junio y el 23 de agosto, impidiendo con banderas negras y mucho ruido que entraran trabajadores a hacer las obras.

Patricia Herrera asegura que hizo un catastro en el barrio y que hay varias personas enfermas de cáncer. Por eso lideró la movilización hasta que "nos llamaron a una mesa de negociación con la Subtel, la empresa de la antena y el municipio. Llegamos a acuerdo, que igual no nos deja muy conformes, porque corrieron la antena a unos 150 metros en la plaza de Llolleo. Yo creo que la gente tampoco va a permitir que una cosa que emite ondas electromagnéticas tan potentes irradie desde el centro mismo. Pero si quieren volver al terreno cerca de mi casa, va a quedar la embarrada".

No es todo, porque asegura que "formamos una coordinadora desde Algarrobo hasta San Antonio, por el problema de las antenas".