Juan Fernández en medio del dolor: Con la cabeza gacha la isla celebra el año de la reconstrucción

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"La gente volvió al tsunami", dice una enfermera apostada en la isla Robinson Crusoe, del archipiélago de Juan Fernández, al resumir el sentir de los lugareños estos días. Casi no salen, poco sonríen y se nota a simple vista que la pérdida "de los dos felipes" y de los otros 19 pasajeros del siniestrado CASA la viven como propia.

El barro cae desde los cerros y campea incluso en los poquísimos caminos encementados. No hay cómo pararlo... simplemente fluye en medio de la incipiente modernidad de la ínsula, tal como el bajón corroe el ambiente, justo cuando los lugareños comenzaban a levantar cabeza.

Prontas a terminar están las 40 casas que restituirán igual número de viviendas arrasadas por el tsunami de 2010. Ahí están los 16 locales que Desafío Levantemos Chile ayudó a gestionar para retomar las labores productivas, de comercio y turismo. También a uno o dos meses de ser inaugurado se encuentra el reparado borde costero, que luce mejor que lo que era antes del 27/2.

Y hasta el mar, ya más limpio, volvió a entregar generoso esas vidriolas (peces de la zona) que mezquinó tras el desastre de 2010.

Al ritmo de la barcaza se rearma el borde costero

"Aquí puede pasar un mes para que llegue el cemento y otro para que llegue la arena", remarcan dos trabajadores, en referencia a la única barcaza que llega al lugar, una vez al mes. Mientras lo dicen, construyen uno de los cuatro tramos del borde costero, que tiene como meta llegar hasta el cementerio emplazado en el extremo norte del pueblo de San Juan Bautista.

Otros dos colegas del continente y que los ayudan a terminar la ruta son los hermanos Germán y Previsto Barros: "Se nos ha contagiado eso de saber esperar", dicen.

-¿Cuándo llegarán al cementerio?

-Depende de las lluvias y de los barcos, ahora ocupados en lo del rescate. Los últimos 50 metros los construimos en dos meses, dice Germán.

Un poco más al sur, Héctor Campos, con 23 años en el lugar, luce una blanca barba estilo náufrago y da insistentes golpes de martillo a un trozo de cemento, intentando liberar aún restos del tsunami.

Sus ojos ríen cuando se le pregunta por la supuesta lentitud al reconstruir un borde costero que, a lo sumo, tiene un kilómetro en su parte dañada: "Todo avance es excelente, sobre todo para los adultos mayores que llegan en los cruceros, y que podrán caminar sin romperse los tobillos. Aquí se está construyendo para que se pueda apreciar toda esta belleza natural sin accidentarse", dice.

¿Y la casa? "Hay que tener paciencia"

Un poco más allá (en la isla todo es sólo "un poco más allá") Luis Rivadeneira y su hijo arreglan el bote de un amigo, que usan para salir a pescar.

Su casa desapareció en el mar. Hoy tendrá que esperar hasta la segunda entrega de viviendas, supuestamente en diciembre, para volver a tener techo propio. Mientras, vive de allegado con un primo.

-¿Qué le parece tener que dormir en casa ajena casi dos años?

-No es problema, porque es familia. Claro que no es como tener lo propio, pero ya va a salir (la nueva casa). La reconstrucción está un poco lenta, pero va bien. Hemos recibido harta ayuda. Mire las veredas, están lindas. La casa puede demorar un poco más. Hay que tener paciencia.

Locales de "Desafío" ansiosos de turistas

Al frente tiene como vecina de muelle a Eva Chamorro, una de las beneficiadas por Desafío Levantemos Chile, que gestionó con el gobierno la entrega de cinco puestos en una nueva plazuela para artesanos.

Clientela casi no tiene, pues tras el tsunami ya casi nadie viene a Juan Fernández (aunque esperan que en esta nueva temporada el negocio turístico remonte). Eva ha pensado en reconvertirse a almacenera y dedicarse a las bebidas y dulces, dejando el coral negro y las carteritas artesanales, que copia de modelos de Río de Janeiro y Salvador de Bahía.

"Pero yo pienso, ¿a Felipe (Camiroaga) le gustaría que cerrara? Y sigo aquí", confiesa, agregando que le pintó incluso un cuadro al animador antes de morir, con tema marítimo, que no le pudo entregar.

Alcalde: "Reconstrucción va bien"

Según el alcalde local, Leopoldo González , Eva tiene de qué aferrarse. "La reconstrucción va bien. Tenemos el dolor que su local y el del resto de los artesanos no se haya inaugurado por Felipe Cubillos, pero las instalaciones comienzan a funcionar", dice.

"En un tiempo más podremos tener un colegio definitivo y, claro, debiese tener el nombre de Cubillos en alguna parte", agrega.

Sabe de la "paciencia que tenemos acá", y por ello asegura que el memorial que se levantará -distinto al de las víctimas del tsunami- podrá esperar, mientras es discutido "por la gente que vive aquí, por el gobierno regional y por el gobierno nacional, porque esta tragedia y lo que simboliza es patrimonio de todo el país".

-Alcalde, y el mar...

-Tenemos que agradecer a la Armada y a los voluntarios que han ayudado a limpiar el fondo marino. Mucho se ha avanzado y nos informaron que ya está casi limpio de contaminantes. Falta eso sí, sacar cosas del sector del Palillo (lado sur).

La seremi de gobierno de la V Región, María Angélica Silva , explica que el principal desafío para la reconstrucción de las viviendas en la zona ha sido la dificultad de importar materiales desde el continente, considerando que regularmente sólo viaja un barco de la Armada al mes a la isla y el transporte aéreo tiene limitaciones.

Sin embargo, destacó que antes del 18 de septiembre espera que estén habitadas 22 casas del proyecto picaflor rojo, pues en el último viaje de la barcaza llegaron implementaciones faltantes: eléctricas y de cocina.

Las otras 17 viviendas serían inauguradas en diciembre, adelantó.

"Aparte de los problemas de conectividad, la construcción aquí también es dificultosa, principalmente por las pendientes y el clima lluvioso", dijo.