La tragedia que conmocionó al país este fin de semana caló hondo en la historia de Ana María Zaldívar.

"La Peca" fue pareja de Felipe Cubillos por un año y medio, hasta hace cuatro meses. Pero seguían hablando todos los días, pues la periodista, invitada y entusiasmada por él, se sumó a su Fundación Desafío Chile como encargada de comunicaciones.

Por eso ella organizó el que resultó el fatídico viaje. "De hecho, yo debía haber ido y no fui porque no me gustaba ir. Fui dos veces, ir en avión me daba terror".

"Uno tiene la vida prestaba no más. Algo más allá, Dios, quería que yo siguiera acá, no era mi hora", reflexiona y planea "seguir lo que Felipe hizo y lo que nos dejó como tarea" con su "mismo entusiasmo y mística".

Con cariño y congoja retrata al abogado, empresario, destacado velerista y columnista de "La Segunda" que falleció el viernes junto a 20 personas en el accidente aéreo en Juan Fernández, el archipiélago que quiso desde joven y al que dedicó gran parte de sus esfuerzos desde el terremoto.

Habla serena, pero sensible y a ratos llorosa en la casa de su padre, el embajador de Chile en Argentina, Adolfo Zaldívar, donde está reunido un familión para almorzar este atípico domingo.

La también hija de la actriz Ana María Palma conoció a Cubillos en 2008, cuando él estaba concentrado en planificar su vuelta al mundo en velero, en el Desafío Cabo de Hornos.

A la vuelta de la travesía de nueve meses, explica Ana María, Felipe se encontraba con mucho tiempo libre porque sus tres empresas las administraban otras personas (hizo socios a los gerentes con quienes las formó).

"Estaba terminando de hacer unas regatas y viviendo el proceso de búsqueda de ver a qué iba a dedicar su vida y ahí justo viene el terremoto".

Entonces creó Desafío Levantemos Chile (hoy Desafío Chile), que construyó más de 30 centros educacionales, entre escuelas y jardines infantiles, en zonas devastadas como Iloca, Juan Fernández, Talca, Dichato; construyó 18 pequeños comercios en Juan Fernández y 15 más en la costa entre la VII y VIII Región. La fundación también reparó 400 botes de pescadores artesanales y cabañas en Pelluhue y Dichato. Recibieron un total de donaciones de 7 mil millones de pesos aproximadamente en un año y dos meses; con gastos administrativos a diciembre del 2010 de 2%.

Admiraba "su entrega social y su patriotismo", le impresionaba su "liderazgo innato, natural... El cautivaba; además era un conquistador y te engrupía con su cuento", sonríe.

Lo recuerda relajado, como la vez que uno de sus hijos organizó una fiesta en casa para un montón de amigos y tuvo que salir a última hora a comprar comida. "Nada lo aproblemaba. Muchos sufrían por el caos, pero al final funcionaba", recuerda.

Fue, dice, "un motor de trabajo", siempre lleno de ideas y proyectos que llevaba adelante contra viento y marea, pues "no había nada que le gustara más que le dijeran «eso no se puede hacer»: para él era como que le dijeran «tienes que hacerlo»".

Al mismo tiempo, evoca, "sabía delegar" y valoraba las ideas ajenas. "Muchas cosas que hemos hecho en la fundación no fueron ideas de él, sino de personas que se las propusieron. Como el programa educación que propuso Tito Bravo y que a Felipe le fascinó".

"Siempre decía «trabajo con los mejores y con gente más inteligente que yo»... Con gente de izquierda, de derecha, le daba exactamente lo mismo. El tema era ver cómo ayudar a los demás y hacerlo bien gastando la menor cantidad de plata. Y sin hacer paternalismo o regalar, sino dando herramientas".

"A Felipe, lo que hacía en el Desafío, le llenó la vida, creo que estaba completamente realizado", se alienta frente al dramático final.

-Decía que más que dinero le interesaba tener tiempo.

-Felipe era lo más desapegado que hay con todo lo material, no era su tema. Ganaba lo que necesitaba para él y para que sus 4 hijos, que eran el mayor amor de su vida, vivieran bien y no les faltara nada.

-Tenía un look sencillo.

-Era un hippie total, nunca usaba calcetines. La ropa no era tema para él, usaba lo que le regalaban. Odiaba los ternos, las corbatas. Usaba el mismo par de zapatos hasta que se le rompían. Por él no tendría muebles en su casa...

-¿Como pasó de empresario y deportista de la vela a líder luchando por la reconstrucción nacional?

-Cuando dio la vuelta al mundo durante nueve meses, estuvo varias veces viviendo al extremo, con mucho riesgo. Creo que le hizo replantearse y reflexionar muchas cosas de la vida.

- Eran dos personas en un yate que hacían turno; mientras uno timoneaba, el otro dormía. De esa vuelta al mundo hay muchos mails que escribió que mandaba a una base de datos bastante grande y están en un libro (cuyos fondos destinó a la reconstrucción)... Volvió con un nivel de reflexión sobre la vida distinto al común de las personas.

-Lo otro que le influyó mucho en su manera de pensar fue que cuando viene el terremoto siente que se cayó una muralla que no nos permitía ver el nivel de desigualdad de este país, donde hay una pobreza horrible y un nivel de desigualdad vergonzoso, mientras se cataloga de estar en la OCDE. Eso a él le causó bronca. Dijo "este no es el país que quiero para mis hijos, por el cual mucha gente ha luchado; tengo que hacer algo".

-Decía que el aparato estatal tenía que modernizarse para que las ayudas llegaran de forma efectiva... ¿Cómo vivía esas frustraciones?

-La burocracia estatal lo descomponía. Para construir una escuela en Vilcún la plata la donaron a través del Estado en marzo 2010 y recién se pudo usar en abril de este año.

-Decía que la plata se pierde en el sistema estatal pagando sueldos de gente que lo único que hace es entorpecer que le llegue a quien realmente lo necesita.

-Por los aplausos que recibía de distintos sectores se pensó que podía tener un futuro político, pero él decía que no le interesaba. ¿Qué cree?

-Yo lo único que quería es que fuera Presidente, y él me decía que no quería meterse en el engranaje político... Era feliz afuera de la política sin meterse en ningún tema ideológico, ayudando a todos y recibiendo ayuda de los que quisieran venir.

-Decía que después de la vuelta al mundo el resto era tiempo regalado, ¿le quedaron frustraciones?

-Creo que lo único que Felipe había soñado era ver un país más igual, que estuviera "bien repartido el chancho", que las platas llegaran a quienes tenían que llegar, que tuviéramos un buen sistema de educación pública o privada.

-Creo que vivía al día y gozaba con cada cosa que iba pasando. Me acuerdo que decía "en Desafío siempre pasan cosas mágicas".

-Estoy segura de que no se fue con ninguna frustración, todo lo contrario. El estaba feliz con lo que estaba haciendo, pleno. Estaba pensando qué otra cosa podía crear o de qué manera podía ayudar, lleno de proyectos para realizar.

-¿O sea que la fundación le cambió la vida a Felipe?

-No sé si la fundación le cambió la vida o él nos cambió la vida a los que estábamos en la fundación.

-¿Cómo cambió la suya?

-(Silencio y lágrimas). Creo que aprender a disfrutar la vida y vivirla a concho (voz entrecortada). No esperar grandes cosas para ser realmente feliz.

-Lo otro que siempre me decía es que uno puede hacer el paraíso en la Tierra. No hay que esperar morirse para ir a un lugar mejor. Hay que hacerlo aquí.