Un único accidente aeronáutico había sido reportado hasta el viernes en la ruta que une a Valparaíso con la isla Robinson Crusoe. Ocurrió también un día viernes, el 6 de octubre del año 1972, cuando un avión de la línea aérea Taxpa que era conducido por Germán Acevedo Salas, el mismo piloto que había inaugurado los servicios de esa empresa cinco años antes, cayó al mar sin dejar ni un rastro.

A bordo iban nueve personas, entre ellas dos pequeñas menores de un año que viajaban en los brazos de su madre, Mónica Araya. Los otros tripulantes eran el suboficial de Carabineros Víctor Duque Martínez, Eulogio Riveros, Varsovia de Recabarren, Guillermina de Araya y Carmen Camacho.

La aeronave había despegado desde Valparaíso. El último reporte fue entregado a las 13:44 horas, cuando el piloto pidió ayuda urgente a raíz de una falla en sus motores. En esos momentos, el avión volaba a 6 mil pies de altura y a 180 millas de la costa.

En esos años, se alertaba que "el tramo más difícil está en la ubicación de la isla, que cuenta con una radiosonda para que los pilotos se guíen mejor. Ha habido casos en que los aviones pierden la isla y rematan en la costa norte del país".

Ni una señal, ni siquiera manchas de combustible

Las publicaciones de la época señalan que los aviones bimotores como el de Taxpa efectuaban esa ruta en tres horas. Por lo tanto, "la caída al mar del avión se produjo en al mitad entre Valparaíso y Juan Fernández", afirmaban.

Aviones de la FACH como un "Grumman" y un DC-6, el submarino "Thompson" y un buque de la Armada trabajaron en las labores de rescate, pero pese a la intensa búsqueda nunca hubo resultados, salvo a varias "falsas alarmas". "Todos los objetos que han sido avistados corresponden en buena parte a desperdicios que han arrojado al mar naves mercantes", informó El Mercurio de la época.

Tan infructuosos fueron los intentos que, según se publicó, "ni siquiera manchas del combustible del avión" fueron divisadas. "No han surgido restos de ninguna naturaleza", se agregó.

Desde aquella fecha, no se habían registrado más accidentes fatales en la zona. Sí, poco después de esa caída, concretamente sólo siete días después, se verificó la caída del avión uruguayo en Los Andes con un grupo de deportistas de esa nación, algunos de los cuales después fueron encontrados con vida.