La deformación ha llegado hasta los 3 centímetros por año, pero no es posible predecir la fecha de un terremoto.
Una continua y lenta contracción del territorio siguen observando los científicos a lo largo de Chile, lo que revela la posibilidad de un sismo en algún lugar del país. Fue el mismo fenómeno que se pudo ver en la zona centro y sur antes del 27 de febrero de 2010, cuando se produjo el terremoto con una magnitud 8.8.
El director del Servicio de Sismología de la Universidad de Chile, Sergio Barrientos, sostiene que las mediciones se han realizado a través de sistemas de GPS (Global Position System), las que han revelado un movimiento continuo, especialmente, en el norte de Chile. En esa área se está produciendo un proceso de “contracción horizontal” de la placa Sudamericana, área donde se centran los monitoreos. “Imaginemos que la Tierra es un resorte que se contrae con el tiempo y cuando llega a un límite, se recupera y en ese proceso, se produce un terremoto”, dice Barrientos.
“Este proceso se viene dando en todo el país desde que tenemos registros, en los años 90. Se observa una continua deformación del territorio. Y esto ya no se ve en la zona donde ocurrió el terremoto del 27 de febrero, donde –por el contrario- hubo una ‘extensión’ del territorio desde la V Región al sur, con el sismo”, dijo Barrientos.
Las mediciones indican que se ha registrado una deformación de alrededor de 3 centímetros por año, lo que evidencia que posiblemente allí se produciría un evento de magnitud. Pese a que se conoce este ciclo, el científico dice que no es posible predecir exactamente cuándo se producirá un movimiento telúrico exactamente. “Eso no es posible preverlo. Pero Chile es un país sísmico y hay que estar preparado”, dijo.
Etapas sísmicas
Rodrigo Rauld, geólogo de la U. de Chile dice que en “el norte y en el centro de Chile hay etapas del ciclo sísmico y este movimiento es parte de ese proceso. En el extremo norte se está viendo que ha pasado tanto tiempo desde el último terremoto, que se espera un nuevo evento en algún momento”. Agrega que el último gran sismo ocurrió en 1877, entre Arica e Iquique. “En ese mismo sector no ha ocurrido un movimiento que sea mayor a una magnitud de 8”.
Rauld añade que las mediciones hasta ahora se están realizando en la Placa Sudamericana, pues la interacción de ésta con la placa de Nazca (que está bajo el mar), provocan los movimientos telúricos. Ambas placas están situadas desde Arica hasta la Península de Taitao.