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“Testigos protegidos” aseguran que existen vínculos entre el Caso Bombas, la lucha mapuche y asesinato del cabo Moyano

Uno de los testimonios indica que subversivos mapuches comenzaron a instalar bombas en Santiago para distraer la atención hacia la capital.

por:  Malú Urzúa y Felipe Díaz
lunes, 21 de febrero de 2011

El puzzle policial sobre los grupos antisistémicos que operan en Chile comienza poco a poco a tomar forma, mezclándose anarquistas, ex subversivos e incluso activistas del conflicto mapuche.

Ya existían datos que los vinculaban, siendo el más claro el viaje de la imputada por bombas Andrea Urzúa a una cárcel de Neuquén, donde habría intentado ingresar explosivos para la fuga de los lautaristas Marcelo Villarroel y Freddy Fuentevilla, presos por el asalto en que fue asesinado el cabo Luis Moyano.

También se sabía que el asaltante y ex subversivo Carlos Gutiérrez Quiduleo (miembro de la banda de Villarroel y Fuentevilla) tiene fuertes vínculos con el mundo mapuche e incluso estuvo escondido en la comunidad Temucuicui. Aún continúa prófugo.

Ahora, los dos reos que fueron declarados “testigos protegidos” por la Fiscalía Sur en el caso Bombas entregaron varias de las piezas que faltaban, en sus testimonios ante la justicia

"Querían traer la lucha de la zona rural a la ciudad"
Uno de los testimonios más reveladores lo entregó un extranjero, quien dice haber sido “jefe de inteligencia en mi país” y haber luego escapado a Rusia. Indicó que el año 2004 fue contactado por dos personas que identificó como Huaiquilaf Cadim Calfunao y Francisco Solar, para que los instruyera en manejo de explosivos, tarea que él derivó a un cubano llamado Ernesto Ledea.

La información pública indica que Cadim Calfunao, comunero mapuche, fue detenido hace unos años en Temuco por portar un poderoso explosivo y que Francisco Solar está imputado como integrante de la “asociación ilícita terrorista” del caso Bombas, adjudicándosele también colocaciones.

El testigo clave indica que “pasan los años y me encuentro el 5 de mayo de 2007 con Huaiquilaf Cadim Calfunao, nuevamente preso en el mismo recinto que yo, en el CAS, y ahí me empieza a hablar del programa que ellos tenían de traer la lucha de la zona rural a la ciudad y que lo habían hecho colocando algunos explosivos para llamar la atención y distraer la atención de la policía de esta área a la región capitalina”. Agrega que “mencionó que no sólo los mapuches estaban involucrados, sino que también otras organizaciones, sin especificar, aunque si mencionó a grupos universitarios...”.

Respecto al financiamiento, aporta que Huaiquilaf también le explica “que ellos recibían ayuda económica del extranjero, principalmente de Francia y Suiza. Muestra de esto es que lo iba a visitar al CAS una ciudadana francesa que se hacía pasar por su polola, pero que iba a verlo para traspasarle información”.

Los antecedentes entregados por el extranjero son coherentes con fotografías que fueron incautadas a Rodolfo Retamales Leiva, en las que se le ve junto a su pareja en la casa de Cadim en Temuco.

Otro dato que aporta dice tener información “que en Temuco hay un empresario conocido que recibe platas del extranjero y financia el movimiento mapuche”.

Los testimonios de los dos presos, que además dieron cuenta del liderazgo de los ex lautaristas Pablo Morales y Rodolfo Retamales en el grupo detenido por bombas, vinculan también a Carlos Gutiérrez Quiduleo, el único lautarista que continúa prófugo por el asalto al Banco Security, en el que fue asesinado el cabo Luis Moyano en 2007. Según el testimonio, Gutiérrez Quiduleo era “otro financista de la red”. Se afirma que “realizaba asaltos y el dinero obtenido lo aportaba para fabricar explosivos”.

Los “testigos protegidos” también revelaron comunicaciones que los detenidos por el caso Bombas tendrían al interior de la cárcel con reclusos por la muerte del carabinero, como Juan Aliste Vega. “Luego de que dijo esto, la otra persona, que creo que se llama Aliste, le dijo muy enojado que entonces qué estaban esperando, que hicieran la weá luego”, contó uno de los testigos mientras daba cuenta de amenazas a los fiscales. Juan Aliste Vega es el nombre del autor del crimen del cabo Moyano.

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