A diferencia del discurso del año pasado, anoche no hubo abucheos ni altercados. Los números acompañan al Presidente de Estados Unidos.
Aunque medios estadounidenses, como The Washington Post, aseguran que es muy pronto para hablar de "la recuperación de Obama", los datos fríos dicen que justo después de las elecciones el Mandatario comenzó a subir en aprobación. El lunes, una encuesta de ABC News dio 50% de aprobación a Obama, subiendo siete puntos desde octubre. Mientras que ayer otro estudio publicado por The Wall Street Journal/NBC News, la puso en 46%. La más alta desde inicios de 2013. El 49% de los estadounidenses aprueba además su gestión económica.
Además hay que contar que Estados Unidos tuvo un crecimiento de más del 5% en el último trimestre y se han creado 11 millones de empleos desde que el país comenzó a salir de la crisis subprime, que se inició en 2007.
Y lo más interesante de todo es que los ciudadanos de ese país respaldan de forma mayoritaria las medidas que anunció en el discurso de anoche. La encuesta de The Wall Street Journal dice que el proyecto de los colegios comunitarios subsidiados tiene un apoyo del 53% de los estadounidenses y es rechazado por el 44%.
A esto hay que agregarle que los ciudadanos del país apoyan también el esfuerzo del Presidente Obama para normalizar las relaciones con Cuba, con un contundente 60% de aprobación y donde 30% lo rechaza. También más de la mitad (el 54%) aprueba la política para los inmigrantes implementada en los últimos meses (por orden ejecutiva, ya que no tiene el control del Capitolio) y que ayudó a que más de cinco millones de indocumentados que viven en el país regularicen su situación.
La etapa histórica de diálogo que hoy comienza entre Estados Unidos y Cuba en La Habana no tiene nombre formal. Pero en medios diplomáticos castristas la han definido como de "deshielo". Al cierre de esta edición se esperaba la llegada de la primera delegación de alto rango en más de 35 años. El último alto funcionario estadounidense que visitó la isla comunista fue el subsecretario de Estado Peter Tarnoff en 1980.
La delegación de Washington estará a cargo de Roberta Jacobson, la responsable para América Latina del Departamento de Estado, que encarna así una de las tareas más trascendentes desde que asumió esa función con el gobierno del Presidente Barack Obama.
Por el otro lado, en representación de la administración cubana estará otra diplomática de carrera: Josefina Vidal, quien tiene un rango similar, desde su condición de responsable para los Estados Unidos dentro de la estructura de la cancillería cubana.
"No esperen que en esta primera etapa se hable del levantamiento del embargo comercial", previnieron fuentes del gobierno estadounidense.
La expectativa es que de este primer acercamiento surjan indicios concretos para avanzar en dos cuestiones básicas. Por un lado, la normalización de vínculos diplomáticos, con miras a la futura designación de embajadores. Por el otro, cuestiones operativas referidas a los movimientos migratorios entre el continente y la isla, así como el tráfico de remesas y de bienes comerciales.