Más de 142 millones de brasileños están llamados a las urnas este domingo tras una campaña histórica que tuvo de todo. De no haber más sorpresas, se espera una eventual segunda vuelta.
La campaña electoral brasileña este 2014 ha tenido de todo y se ha desarrollado bajo un ambiente dramático. A dos días de que los brasileños voten, aquí las claves de lo que vivirá ese país pasado mañana.
1 Muerte de Campos:
Todo indicaba que Dilma Rousseff ganaba fácil. Todo hasta que se produjo un hecho que no estaba en los cálculos de nadie: La muerte de Eduardo Campos, el candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB). Hasta el 13 de agosto, día del fatal accidente de Campos en un accidente aéreo, Dilma tenía una intención de votos de un 38% según Ibope. Un 22% Aceio Neves, del Partido Social Demócrata de Brasil (PSDB), y un 13% obtenía el fallecido candidato del PSB.
2 Aparece Silva:
La entrada de la candidata ecologista a la pelea, en reemplazo de Campos, remeció el escenario electoral brasileño a menos de dos meses de los comicios. Silva se posicionó segunda en las encuestas para primera vuelta y para un eventual balotaje incluso llegó a superarla. De paso, Silva lanzó al candidato Neves, del PSDB, a un tercer lugar y del cual no ha salido hasta hoy según todas las encuestas entregadas.
3 Tras décadas, se quiebra el bipartidismo PT-PSDB:
Es la primera vez en 20 años que una tercera fuerza política -en este caso Marina Silva y el PSB- consigue quebrar con el bipartidismo entre el PT y el PSDB. Es más, el candidato del PSDB -partido del ex Presidente Fernando Henrique Cardoso-, ni siquiera pasará a una eventual segunda vuelta según dicen las encuestas. Neves marcha tercero con un 21%, pero subiendo.
4 Ataques de Dilma:
La decisión del PT de pasar "el tractor" por arriba de la ecologista fue tomada el 1 de septiembre pasado en un almuerzo en Sao Paulo donde participó la misma Rousseff junto a sus colaboradores más cercanos: el ex Presidente Lula, su experto en marketing Joao Santana, un par de ex ministros y el presidente del PT, Rui Falcao.
Semanas después los "ataques con artillería pesada" tuvieron sus frutos: Rousseff volvió a superar a Silva 10 días antes de la elección. Desde el mismo PT atribuyen los ataques a la mejora de Dilma en las encuestas. Según la última edición de la revista Veja, "nunca en la historia de Brasil se usó como ahora la mentira y la difamación para atacar a un adversario como lo hace ahora el PT". De ella se dijo que era la "nueva Fernando Collor de Melo", en referencia al ex Presidente que fue despojado de su investidura por corrupción a principios de los 90. También se la mostró como amiga "de los banqueros y capitalistas siniestros". Además se dijo que la ecologista terminaría con los subsidios.
El equipo de Marina, comandado por el sociólogo argentino Diego Brandy, quedó literalmente paralizado ante la arremetida oficialista.
5 Baja Marina y repunta Dilma:
La "resistencia pacífica" de la ecologista no dio resultados. De acuerdo con la encuestadora Datafolha, en una primera vuelta la Presidenta obtendría un 40% de los votos totales, 16 puntos más que Marina Silva, que alcanza el 24%. En la encuesta anterior, la delantera de Dilma era de siete puntos.
Mientras que para una probable segunda vuelta -a realizarse el 26 de octubre- Dilma aparece con un 47% contra un 43% de Marina. A fines de agosto la ventaja de la ecologista sobre la Mandataria era de 50% a 40%, respectivamente.
6 Economía de encuestas:
Pocas veces una economía se vio tan susceptible en sus resultados por encuestas electorales. No pasó con la reelección de Luiz Inácio Lula da Silva ni con la elección de Dilma Rousseff. Claro, en esa época Brasil crecía a un 7,5%, pero las proyecciones actuales son del 0,6% según el mismo Banco Central. Es así como la disputa electoral volvió a dictar el rumbo del mercado. Los actuales escenarios favorables a Rousseff hicieron que a principios de semana la bolsa cayera más de un 5% y el dólar subiera más de un 1%. Cambios así de abruptos en un día no se veían en años en el país. Analistas brasileños ya presagiaban semanas antes que la economía iba a estar "volátil" conforme fueran siendo divulgadas.
7. 28 millones de indecisos:
Representan el 20% del electorado y podrían dar vuelta una elección reñida. De ellos finalmente depende la elección o no del presidente. Con una sociedad volátil electoralmente hablando, estos perfectamente podrían estar con Marina un día, y al otro con Dilma.
8 Balotage
Según cuenta el analista político de la Universidad de Brasilia, David Fleisher, si Marina Silva, pretende tener éxito para una segunda vuelta "debería comenzar a rebatir las críticas de Dilma con más fuerza... con la misma moneda" y no seguir con su estrategia de "no confrontación" que claramente no ha tenido éxito. Además, debe terminar con la idea de complacer a "moros y cristianos" que al final sólo ha generado desconfianza y contradicciones, agrega.
Para Fleisher, la campaña de la ecologista cometió varios errores, "pero el más importante fue que no fue lo bastante agresiva al criticar los graves problemas que tiene el gobierno". Ahora Silva tiene un reto. Si quiere la presidencia, los cálculos sugieren que debe lograr que al menos el 70% de los votantes de Neves la apoyen, cuentan desde la capital brasileña.
Cuando faltan pocos días para los comicios presidenciales brasileños, la líder ambientalista Marina Silva llega a la recta final de la disputa debilitada por los duros ataques que enfrenta por parte de sus rivales.
La candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), que entró en la campaña electoral en agosto como un "tsunami" y llegó a conquistar un 34% de las preferencias, tiene ahora un 24%, según el Instituto Datafolha.
La caída se debe principalmente a la ofensiva de sus dos principales rivales: la presidenta Dilma Rousseff -quien todavía lucha por conquistar la reelección en la primera vuelta electoral y así evitar el balotaje- y por el senador socialdemócrata Aecio Neves, quien marcha tercero y aspira a superar a la ambientalista y avanzar a la segunda ronda.
La estrategia de Neves y Rousseff de presionar a Silva volvió a quedar evidente durante el último debate televisivo entre los candidatos a la Presidencia.
Allí Rousseff dejó en claro que su principal prioridad era atacar a Silva, a quien acusó, entre otras cosas, de mentir a los electores al afirmar que, cuando era senadora, votó en favor de un impuesto sobre movimientos financieros destinado a financiar la mejoría de los servicios públicos del país.
Ahora el gran desafío de Silva en los últimos días de campaña es el de mantener vivas sus posibilidades de avanzar a la segunda vuelta en las urnas el 5 de octubre, y luego intentar aprovechar la campaña hacia el balotaje para imponerse sobre Rousseff.
Hasta ahora, Silva se abstuvo de lanzar ataques duros contra sus rivales: "Prefiero el debate al embate", suele afirmar, argumentando que su propuesta se basa en una "nueva política", y que la estrategia adoptada por Rousseff y Neves representa precisamente la "vieja política".
Pero en Brasil esperan que Marina quizás debiera considerar la hipótesis de meterse de lleno en la pelea electoral de una buena vez por todas.
