por:  DPA

jueves, 24 de abril de 2014

Buenos Aires.- El gobierno argentino discontinuó la medición de la pobreza y la indigencia en el país por "severas carencias metodológicas", informó hoy el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ante las críticas que generó la suspensión de la difusión de este indicador social en un contexto de alta inflación.

"Se discontinuó la serie, en virtud de las severas carencias metodológicas que existen", precisó Capitanich, quien señaló que "la canasta básica alimentaria y la canasta básica total tienen metodologías de cálculo diferentes".

El jefe de ministros sostuvo que "hubo una modificación estructural en el cálculo del IPC (índice de precios al consumidor), que permitió que hoy sea de carácter federal", cuando antes se medía en el denominado Gran Buenos Aires, la región metropolitana de la capital argentina.

El nuevo Índice de Precios al Consumidor Nacional urbano (IPCNu) debutó en enero, mientras que el gobierno había anunciado para este miércoles la difusión de la medición de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2013, cuando todavía no se habían implementado los cambios.

El jefe de Gabinete subrayó que "hay que actualizar también la encuesta del consumo para tener una metodología equivalente". Se registró una "imposibilidad de empalme" de estas mediciones de pobreza con el nuevo IPCNu. "Se continuará cuando se resuelvan los problemas metodológicos", aseveró.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) suspendió sorpresivamente el anuncio de los datos de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2013 que estaba previsto en su cronograma para este miércoles, lo que desató críticas y especulaciones.

Según la estadística oficial, en el primer semestre de 2013 se registró un 4,7 por ciento de la población debajo de la línea de pobreza. Consultoras privadas y universitarias, como el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), estimaron que la pobreza afecta a entre un 20 y un 25 por ciento de la inflación.

El INDEC calcula los niveles de pobreza e indigencia en base a los indicadores de precios al consumidor que desde 2007 quedaron bajo la sospecha de supuestas manipulaciones con fines políticos y económicos desde 2007 y le valieron a la Argentina una moción de censura por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En 2013, el INDEC registró un 10,9 por ciento de inflación, mientras que para los institutos privados el alza de precios fue en promedio del 28,3 por ciento.

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner modificó el sistema de mediciones y lanzó el nuevo IPCNu, que contabilizó una inflación acumulada durante el primer trimestre de este año del 10,1 por ciento, casi el total que el Ejecutivo había previsto en el presupuesto público para todo el año, un 10,4 por ciento.

Desde la difusión del nuevo índice de inflación, el gobierno no difunde los datos de las canastas básicas total y alimentaria, indispensables para fijas las líneas de pobreza e indigencia, respectivamente.