Luis Winter consideró la junta del jueves como "un éxito bastante grande".
Tras el extenso diálogo entre el gobierno y la oposición venezolana la noche del jueves -que se extendió hasta las 02:00 de la madrugada de este viernes- dos políticos chilenos que saben de mediaciones y duras negociaciones, comentan a "La Segunda" sus impresiones sobre de la mediática reunión, por cadena nacional, que reunió a las partes en el Palacio de Miraflores, después de dos meses de protestas de la oposición.
El abogado y ex ministro José Antonio Viera-Gallo aplaude que la reunión se transmitiera por TV.
"Esa fue una de las exigencias de la MUD, y me parece justo porque eso, como dijo el representante de la oposición, rompe el monopolio que había con las cadenas prácticamente diarias del Presidente Nicolás Maduro. Cuando hay una desconfianza de parte sustantiva de la ciudadanía respecto al diálogo, me parece muy apropiado que la primera sesión sea televisada... Rompe al menos, en parte, la desconfianza de la ciudadanía", comenta Viera-Gallo.
Recuerda otro caso en que la transmisión por TV tuvo un rol importante.
En 2005 fue parte de una misión especial de la OEA establecida en Ecuador para acompañar el proceso de selección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia, puesto que el entonces Presidente había destituido a los magistrados de la Corte. "La nominación de los nuevos miembros de la Corte se hizo por un concurso publico televisado. Eso ocurre cuando hay mucha desconfianza de la ciudadanía respecto de los procedimientos", precisa.
"La ventaja es que cada cual da a conocer a la opinión pública sus puntos de vista, la desventaja es que eso rigidiza las posiciones. Por eso me imagino que sólo la primera sesión es televisada. Pero después, como tiene que abrirse un proceso de negociación donde todas las partes tienen que ceder, me imagino que serán como ocurre normalmente. Por ejemplo, las negociaciones del gobierno colombiano con las FARC no son televisadas".
Desde el punto de vista económico y social, califica de grave la situación del país. "También es mala desde el punto de vista de los estándares democráticos y de derechos humanos, y eso lleva a polarización".
En ese contexto, "la única salida viable es la del diálogo, por eso me parece muy bien la gestión de los cancilleres -entre ellos la del chileno Heraldo Muñoz- a través de la Unasur, y me parece muy bien la presencia del Vaticano. Creo que se están dando las condiciones para que se busque una salida, lo que de todas maneras va a ser difícil y fatigoso, porque todos tienen que ceder".
Además, se muestra optimista respecto a la voluntad política para llegar a un acuerdo. "Creo que si el propio Presidente Maduro ha decidido participar en el dialogo es porque está dispuesto a rectificar algunos aspectos y acoger algunas peticiones de la oposición. Y si la oposición está dispuesta es porque se da cuenta de que por el camino que va sólo va a traer mayor confrontación, y no necesariamente un cambio... A ninguna de las partes le conviene dar por fracasado el diálogo, eso tendría un alto costo político".
Al respecto de que otras figuras opositoras -como la ex diputada María Corina Machado y el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma- se hayan marginado del encuentro, indica: "Yo entiendo que tengan desconfianza y me imagino que dentro del chavismo debe haber también un sector más intransigente, eso es natural".
En lo personal, advierte: "Viví la experiencia trágica de un diálogo fracasado, que fue el propiciado por el cardenal Raúl Silva Henriquez entre Salvador Allende y la democraciacristiana. El fracaso de ese diálogo contribuyó decisivamente al golpe militar".
En el caso de Venezuela, agrega, llegar a un acuerdo también es fundamental. "Venezuela está dividida, nadie duda de que la oposición tiene cerca de la mitad de la población y el gobierno, un respaldo del 35% al 40%. Que uno pretenda aplastar al otro es imposible. Sólo se logra en una tragedia que nade quiere en Venezuela y que tendría repercusiones muy negativas en América Latina. Insisto en que la principal responsabilidad la tiene el gobierno, porque tiene el control del poder... Es el gobierno que tiene que rectificar".
El abogado, ex diplomático, y académico, Luis Winter, quien fue miembro del equipo jurídico que defendió a Chile en La Haya por la demanda de límites marítimos interpuesta por Perú, considera "un éxito bastante grande" la reunión del jueves.
"Cuando las situaciones llegan al punto de desencuentro que hay en Venezuela, el hecho de que se produzca una reunión entre los dos sectores es un avance inmenso. Que duren tanto tiempo significa que se entra en un cierto clima de tolerancia que permite conversar", destaca.
Pero también ve con preocupación la crisis que golpea al país petrolero. "La situación venezolana es complicadísima porque la polarización puede llevar al rompimiento de los sistemas democráticos, que es lo que no quier nadie".
Apuesta porque se establezca un diálogo genuino: "La situación ha llegado a tal gravedad que quiero creer que lo que se quiere hacer es real, que se va a respetar".
El martes se reanudarán las conversaciones que el jueves mantuvo el gobierno y la oposición.
Estas conversaciones son el intento más serio a la fecha por aplacar la peor ola de protestas que golpea a Venezuela en una década y que ha dejado 41 muertos. Las conversaciones de este jueves fueron propiciadas por el Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas, (Unasur) y el encuentro, que duró seis horas, fue transmitido -en una suerte de reality - por cadenas de radio y televisión, condición que la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exigió para iniciar los diálogos.
La reunión, moderada por Maduro, se desarrolló en el presidencial Palacio de Miraflores, a donde llegaron los principales líderes de la oposición y del oficialismo, para debatir alrededor de una larga mesa oval. Sólo que el único acuerdo que lograron fue retomar las conversaciones la próxima semana y definir quiénes los representarán.
"El camino para llegar aquí fue largo y complejo, pero valió la pena hacer el esfuerzo", dijo Maduro en un monólogo de apertura de 40 minutos. Pero después señaló: "Aquí no hay negociaciones, ni pactos, lo único que estamos buscando es un modelo de coexistencia pacífica, de tolerancia mutua".
Tras la intervención de Maduro, los expositores -11 por cada bando político- se turnaron en intervenciones de aproximadamente 10 minutos donde expusieron sus visiones de país y buscaron explicar el origen de las protestas. En cambio, el Presidente habló en cinco oportunidades: en 2 de ellas durante 40 minutos.
Los opositores se mantuvieron firmes en las condiciones exigidas para iniciar el diálogo, entre ellas, liberar a los que denominan "presos políticos", desarmar los grupos allegados al gobierno y renovar a los miembros del Consejo Electoral, Contraloría y Tribunal Supremo de Justicia.
Por su parte, Capriles señaló: "O nosotros buscamos que de verdad haya diálogo... o esto cambia o esto revienta... Yo espero que esto cambie porque no quiero la violencia".
Mientras Capriles hablaba, el segundo hombre fuerte del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello , escribió en su cuenta de Twitter @dcabellor: "Definitivamente el asesino fascista Capriles tiene problemas, no entiende que perdió las elecciones de abril". Por otro lado, poco antes del inicio de las conversaciones, medios locales y políticos opositores anunciaron el fallecimiento de Mariana Ceballos, arrollada hace un mes mientras protestaba en la ciudad central de Valencia.
La mujer, de 35 años, se convirtió en la víctima número 41 por las protestas que comenzaron a principios de febrero. Más temprano, la fiscalía dijo que un policía fue baleado el miércoles, cuando dispersaba una manifestación en Barquisimeto, la capital del estado de Lara.
El gran ausente del encuentro de ayer fue el número dos del Vaticano, el secretario de Estado y cardenal Pietro Parolin , quien oficialmente fue invitado a participar de las reuniones como "testigo de buena fe". En su lugar, como representante del Vaticano, asistió el también italiano Aldo Giordano, nuncio apostólico en Venezuela.
Giordano leyó una carta del Papa Francisco donde el máximo líder de la Iglesia Católica llamó a la reconciliación. Mientras que Parolin -también a través de una misiva leída por Giordano- lamentó no estar presente, pero aseguró que para próximos encuentros podría llegar a Caracas. Las reuniones también cuentan con la asistencia de una misión acotada de Unasur, que está representada por los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador.
