Portugal, Austria y Polonia son los más afectados por la baja participación ciudadana, mientras que en Venezuela el interés por las urnas goza de buena salud.
El voto voluntario es una práctica que, según un estudio del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA por sus siglas en inglés), más de 95 países alrededor del mundo utilizan para elegir a sus presidentes. En Latinoamérica, El Salvador es el país más antiguo en usar esta práctica y Venezuela el más nuevo al sumarse.
Pero si cada vez son más las naciones que hacen del voto un derecho y no una obligación, el problema es que en algunas la abstención es cada vez más alta y preocupante
En la elección presidencial de Portugal de 2011, Aníbal Cavaco Silva, fue reelecto para un segundo mandato de cinco años con aproximadamente 2,23 millones de votos, es decir un 52.9 por ciento. Más de 9 millones de ciudadanos portugueses podían participar en estos comicios, pero solamente acudió a las urnas el 46%.
Analistas estimaron que el proceso electoral se vio perjudicado porque se llevó a cabo en medio de la crisis de deuda que podría obligar al país a solicitar un rescate económico a la Unión Europea.
De hecho, el 2011 hizo historia al convertirse en el presidente portugués que ha ganado con la menor cantidad de votos.
En los comicios de 2012, cuando ganaron la reelección los demócratas con Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden, votaron 129.069.194 personas de 221.925.820 que estaban habilitadas.
Obama ganó con un 51%, con 65.899.660 votos y los republicanos capturaron un 47,2% (60.932.152). La abstención fue de un 41,8% por ciento, cifra considera alta para el país que promueve la democracia. En la elección anterior, la abstención alcanzó el 38, 4% cifra que demuestra que la abstención va en aumento.
El socialdemócrata Heinz Fischer fue reelegido presidente de Austria el 2010, con el voto de menos de la mitad de los ciudadanos. Aunque Fischer ganó las elecciones con el 78,9%, muy por sobre su rival Barbara Rosenkranz, de la derecha, y de Rudolf Ghering del Partido Cristiano, que obtuvo apenas 5,4%, su verdadero contendor fue la baja participación, que arrojó una abstención del 50,8%.
El presidente declaró a la televisión que no se desanimaba. "Sobre eso (la participación) habrá sin duda discusiones, pero yo estoy simplemente feliz con ese 78 por ciento".
La abstención en este país europeo es un gran problema. En las últimas elecciones presidenciales la abstención fue del 54,69% según la Comisión Electoral Nacional de Polonia. Las elecciones fueron en 2010. Tenían derecho a votar 30.813.005 de personas para determinar quién ejercería la presidencia hasta 2015.
En la primera ronda ninguno de los diez candidatos alcanzó la mayoría absoluta y se llevó a cabo una segunda vuelta entre los dos que obtuvieron la mayor votación, siendo electo Bronis {lstrok} aw Komorowski con 53,01%.
Venezuela, que en 1998 celebró sus primeras elecciones presidenciales aplicando la práctica del voto voluntario, tiene una de las tasas de abstención más bajas y estables de la región. Los resultados de las elecciones presidenciales, para el periodo 2013-2019, demuestran que los niveles de participación en las elecciones son altos y constantes.
Las principales coaliciones que disputaban en la elección fueron el Gran Polo Patriótico (GPP), que respaldaba la elección de Nicolás Maduro y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), representada por Henrique Capriles Radonski.
Según el Consejo Nacional Electoral, de los 18.904.364 electores esperados, votaron 15.059.630
Maduró ganó con el 50,61 por ciento (7.587.579), Capriles perdió con el 49,12% (7.363.980) y el resto de los candidatos y candidatas sumaron 0.24 por ciento.
La abstención fue de 20,32 por ciento, muy cercana al 19,41 por ciento que hubo cuando Hugo Chávez fue reelecto el 2012.
En las últimas elecciones presidenciales de Colombia, en 2010, aumentó la participación electoral. El actual presidente, Juan Manuel Santos, tuvo en primera vuelta un 46,67 por ciento, y en la segunda vuelta ganó con el 69,13 por ciento, y 9.028.943 personas votaron por él.
Los resultados de dicho escrutinio mostraron que matemáticamente, ningún candidato alcanzó la mayoría absoluta de los votos por lo que se llevó a cabo una segunda vuelta, la cual dio como vencedor a Santos, quien fue elegido presidente por el número de votantes más alto y sin precedentes en la historia de la democracia colombiana.
La participación en Colombia el 2010, fue mayor a elecciones anteriores, con una abstención del 51 por ciento, cifra histórica para el país pues de las 29.983.279 personas convocadas a las urnas, ejercieron este derecho 14.699.845.
Este dato coincide con el promedio histórico de abstención, que se ha colocado en elecciones anteriores en niveles superiores. En 2006, cuando fue reelegido Alvaro Uribe, el 55 por ciento de los ciudadanos aptos para votar no lo hicieron, y en 2002, cuando subió al poder por primera vez, se registró una una abstención de 54 por ciento. En 1994, cuando ganó el liberal Ernesto Samper , la abstención llegó al 66 por ciento.
En las elecciones generales de España de 2011, donde ganó el Partido Popular (PP) con Mariano Rajoy, la cifra de abstención fue del 28,31 por ciento. Antes, José Luis Rodríguez Zapatero había sido electo en 2008 con una abstención de 26% por ciento.
Las cifras recientes demuestran que en España los partidos pro abstencionistas son ahora la segunda fuerza política, lo que los transforma en un poder creciente.