El gobierno de Venezuela va por su tercer intento para convertir a la educación en un mecanismo ideológico. "La Segunda Sábado" accedió a algunos nuevos textos escolares donde se leen frases como el "naciente imperio de Estados Unidos", "el golpe (de Estado) de los empresarios millonarios", "los países latinoamericanos son dependientes del capitalismo mundial".
"Sabemos, y todo el mundo sabe, que la educación es el aparato de reproducción del Estado. Nosotros estamos intentando crear un Estado socialista y tenemos que reproducir la ideología de un Estado socialista", lanzó hace un par de semanas la ministra de Educación de Venezuela, Maryann Hanson , al defender la entrega de la versión "ilustrada" de la Constitución chavista en las escuelas públicas.
Mientras, el presidente de la Imprenta Nacional, William Amundaray , aseguraba que "la Constitución de 1999 -la de Hugo Chávez- es el documento más importante que se ha producido en el país después del Acta de Independencia (1811) y que hoy ponemos en manos de niños y jóvenes para la formación y el combate político".
Sin evasivas ni dobles lecturas.
Estos dos altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro no ocultaron los motivos que existen detrás de la campaña para repartir 5 millones de textos constitucionales adaptados especialmente para los niños venezolanos: El pasado 1 de octubre, al inicio del año escolar, gran parte de los alumnos se encontró con un ejemplar de regalo en su pupitre.
Así se instaló el debate en Venezuela por la ideologización de los estudiantes. Y no sólo por la recientemente editada versión infantil de la Carta Magna bolivariana. Según denunció la ONG Asamblea de la Educación, esto se repite con la llamada "Colección Bicentenario", un conjunto de textos de Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lenguaje y Matemáticas editados y entregados gratuitamente por el gobierno en las escuelas.
"Ha habido un fuerte debate sobre el tema de los libros editados por el gobierno, donde se presenta una buena carta de odas al Presidente Chávez, a las políticas públicas del gobierno y a la relevancia de la revolución", advierte a "La Segunda Sábado" el analista venezolano Luis Vicente León, presidente del instituto Datanálisis , al comentar la maniobra educacional del gobierno.
"De todos los cambios que ha vivido Venezuela durante la ultima década y media, tal vez la más dañina -a largo plazo- es la 'mediocretización' e ideologización de la educación pública. Con el pasar de los años, los libros escolares lucen cada vez más como panfletos políticos en vez de otorgarles a los jóvenes herramientas mediante las cuales puedan crear sus propias convicciones como ser pensante e independiente". Es lo que sostiene el analista político y columnista de los diarios El Universal de Caracas y The New York Times, Daniel Lansberg-Rodríguez.
Al respecto, y según explica también a "La Segunda Sábado" Tulio Ramírez, sociólogo, abogado y doctor en Educación de la Universidad Central de Venezuela , "la revisión de los textos escolares que distribuye el gobierno dio como resultado la constatación, en varios de ellos, de contenidos explícitamente ideologizantes y propagandísticos".
El plan comenzó con Chávez: "Estamos ideologizando, y qué"
La comunidad escolar venezolana alcanza actualmente los casi 8 millones de estudiantes, en un país que roza los 30 millones. De ese número, el 81% asiste a escuelas públicas; el resto a colegios privados.
El plan del gobierno para la ideologización de las escuelas comenzó en 2006. Ese año se pretendió implantar, de manera inconsulta, un nuevo diseño curricular. Pero "respaldándose mediante un reconocido grito de guerra '¡con mis hijos no te metas!' las protestas de la gente lograron mantener al margen la implementación de estos cambios", afirma Lansberg-Rodríguez.
"El ministro de Educación de entonces -Aristóbulo Isturiz-, ante las críticas manifestó que efectivamente la intención del gobierno era utilizar la educación como vehículo de adoctrinamiento. Inolvidable fue la expresión 'estamos ideologizando y qué', que este ministro, a manera de desafío, comunicó al país a través de todos los medios", asegura Ramírez.
En abril de 2010 hubo un segundo intento, y una de sus consecuencias ha sido, como explica Lansberg-Rodríguez, el aumento en el interés por los colegios privados. "La demanda para la obtención de educación privada actualmente supera al número de espacios para estudiantes por aproximadamente un 20%", asegura. Ante ello, el ministrerio dictó una resolución que prohíbe a los colegios privados aumentar en 10% su matrícula para los años 2013-2014.
Idealizar al Comandante
La "Colección Bicentenario" fue el tercer plan del Palacio de Miraflores para difundir su ideología entre los estudiantes venezolanos. Según comenta Luis Vicente León, "se trata de un intento de colocar el tema en la mente de los niños y de crear la idealización del 'comandante supremo' de la revolución (Chávezado".
Pero además de la exaltación de la imagen del malogrado Mandatario -asegura, en tanto, Ramírez-, también se encontró, por ejemplo, en el libro de Ciencias Sociales para sexto año "una narración totalmente sesgada de la historia reciente de Venezuela". Ahí se pueden encontrar 20 páginas dedicadas a nueve presidentes y 26 páginas sólo al gobierno de Chávez.
"La Segunda Sábado" tuvo acceso a los mencionados libros, constatando lo expresado por los expertos. Lo primero que se lee en la primera página de cada uno de ellos es la presentación de las autoridades gubernamentales: y el primero en la lista es "Hugo Chávez Frías, Comandante Supremo de la Revolución Bolivariana". Llama la atención también que en gran parte de ellos se ensalza en extremo el culto a Bolívar, y no sólo en el de Ciencias Sociales (por tratarse de una personalidad histórica), sino también en los de Ciencias Naturales, Matemáticas y Lenguaje.
Un segundo libertador, después de Bolívar
Además el vocabulario utilizado en algunos de sus párrafos no difiere mucho de los discursos públicos de algunos dirigentes bolivarianos: Se habla del "naciente imperio de Estados Unidos", "el golpe (de Estado) de los empresarios millonarios", "los países latinoamericanos son dependientes del capitalismo mundial", de la calurosa bienvenida que tuvo Fidel Castro en su visita a Venezuela en 1959 y de los "cien, doscientos, trescientos años de lucha" contra el dominio español durante la colonia.
También destacan algunos mensajes en el libro de Matemáticas, donde se les pide a los niños buscar en un mapa a los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), y un recuadro de cómo la estatal petrolera PDVSA ha ayudado a la realización de diferentes proyectos sociales del gobierno.
Y está, también, la nueva Constitución Infantil distribuida. En su portada hay un dibujo de Hugo Chávez vestido de militar y rodeado de niños, sobre un campo de margaritas. Incluso el afiche de la campaña de distribución tiene a Chávez dibujado, acompañado por el libertador Simón Bolívar, ambos ataviados en un blanco celestial.
En este caso, asevera Ramírez, se "muestra a Chávez como un segundo libertador a la par de la figura de Bolívar. Así, se quiere hacer ver que ambas figuras encarnan lo más granado de la venezolanidad, y que quien ose criticar a uno de manera automática critica al otro".
