Muy golpeada se encuentra la diócesis de Los Angeles, la más grande de Estados Unidos, tras salir a la luz el encubrimiento de abusos sexuales cometidos por 192 sacerdotes que estaban bajo la dirección del entonces arzobispo Roger Mahony, uno de los 11 cardenales estadounidenses que votarán en el próximo cónclave que elegirá al sucesor del renunciado Papa Benedicto XVI.

El religioso no sólo fue sancionado por la Iglesia Católica tras comprobarse que durante 26 años ocultó las aberrantes conductas de sus subalternos sino que además está siendo investigado como cómplice.

A pesar de las graves acusaciones y de la sanción del actual arzobispo de Los Angeles, José Gómez , quien lo relevó de sus responsabilidades públicas y administrativas, la ley canónica dicta que Roger Mahony tendrá que votar en su calidad de cardenal menor de 80 años.

El escándalo estalló cuando la diócesis de Los Angeles finalmente publicó, a comienzos de este año, sus documentos internos que constataban casos de abuso sexual por parte de sus sacerdotes desde 1940 hasta la fecha. En ellos se muestra claramente cómo Mahony ordenaba a su mano derecha, el padre Thomas Curry , trasladar de lugar a los sacerdotes que habían cometido abusos sexuales -en su mayoría contra niños- en un intento, según él, por rehabilitar a los religiosos.

Terry McKiernan , presidente de Bishop Accountability (organización que reúne documentos de abusos sexuales cometidos por religiosos), explica a "La Segunda" que si bien éste no es el primer caso de ocultamiento de información a nivel país, sí afecta a la diócesis más grande de EE.UU.

A la memoria le vienen dos escándalos: En 2003 el Arzobispado de Boston publicó más de 30 mil páginas de documentos por fallo de un tribunal civil donde las víctimas triunfaron. Y ese mismo año, la diócesis de Manchester en New Hampshire puso a disposición del público 8.478 páginas con nuevos casos de abuso bajo la condición de que la entidad religiosa no podría ser demandada.

No obstante, el caso Mahony tiene la particularidad de que el ocultamiento provino del segundo religioso más poderoso de Estados Unidos, según precisa a este diario Joelle Casteix , directora de la Red de Sobrevivientes de Abuso por la Iglesia en California.

"El ex arzobispo Mahony era el segundo cardenal más poderoso en EE.UU. y estaba íntimamente involucrado con los casos. La mayoría de los arzobispos no estaban tan encima de los sacerdotes abusadores", señala Casteix.

Los documentos revelan la correspondencia secreta entre Mahony -a cargo de la congregación hasta el 2011- y el obispo Curry, los que fueron desclasificados por orden de un tribunal civil.

Más de 12 mil páginas evidencian los repetidos ataques por parte de 192 religiosos durante 73 años. Pero lo más doloroso para las víctimas fue que simplemente el ex arzobispo alejara a los agresores de sus víctimas.

Los casos más bullados

Uno de los casos más comentados entre Mahony y Curry -según los documentos publicados- era el de monseñor Peter García . El religioso abusó por décadas de decenas de niños menores de edad (el menor de ellos tenía 11 años), que en su mayoría eran de descendencia latina. Mahony no lo denunció y mandó a García al centro de rehabilitación "Sirvientes del Paráclito" en el estado de Nueva México.

Sin embargo, el sacerdote pedófilo retornó a Los Angeles después de un año y volvió a abusar de niños inmigrantes, a quienes amenazaba con ser deportados si lo denunciaban. Mahony intentó medicarlo para suprimir sus deseos sexuales, pero García se resistió y renunció al sacerdocio en 1989. Murió 20 años después y nunca fue imputado por sus crímenes de pedofilia.

Otro estremecedor caso es el del sacerdote Michael Wempe , quien repetidamente abusó de un niño de 12 años, a quien llamaba su "pareja sexual". Los registros evidencian que Curry le sugirió al ex arzobispo mandar al religioso a un abogado que también era psiquiatra, "para protegerlo bajo el privilegio de confidencialidad".

Los documentos tardaron seis años en salir a la luz a pesar de que había sido pactado en un acuerdo de reparación a las víctimas en 2007 y aún no se han entregado todos los antecedentes de los casos (ver nota). Otra condición del acuerdo fue el pago de US$ 660 millones por parte de la Iglesia a las víctimas. Mahony ocupó los fondos de mantenimiento de los cementerios de Los Angeles -US$ 115 millones- para pagar parte de la compensación.

El cardenal se defiende

Mahony era conocido como un gran defensor de los derechos de los inmigrantes latinos, que constituyen un 40% de los 5 millones de miembros de la diócesis de Los Angeles. Sin embargo, su prestigio fue afectado al conocerse los documentos desclasificados.

Mahony justificó su actuar y declaró que fue un problema heredado. "Todos los consejos apuntaban a sacar el sacerdote de la práctica si había una sospecha razonable de que había cometido abuso y mandarlo a uno de los varios centros de rehabilitación que había en el país para que sean evaluados", explicó en su blog.

Agregó que "nunca nos dijeron que este tipo de terapia no era efectiva y que los abusadores eran incapaces de ser rehabilitados de una forma en que pudieran volver a ejercer la actividad sacerdotal".

Actualmente, Mahoni puede celebrar misa -pues solamente el Papa tiene el poder para expulsar a un religioso del sacerdocio-, pero ya no podrá oficiar la confirmación, una actividad que mantiene ocupado a ex arzobispo luego de su jubilación. Curry, en tanto, renunció como líder regional de la Iglesia en Santa Bárbara.

En materia penal, "la mayoría de las víctimas piensan que Mahony y Curry deberían ser imputados con cargos criminales", advierte McKiernan.

Jorgen Olson muestra su foto junto a la de otros jóvenes que fueron víctimas de abuso sexual.