Como decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano también convocará a los purpurados al cónclave y le preguntará al religioso elegido si acepta la misión de ser el Sumo Pontífice.
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El cardenal Tarcisio Bertone , jefe de Estado del Vaticano, tendrá un rol secundario, pero no menos importante, al ocuparse de la administración de bienes y derechos temporales de la Santa Sede, mientras que Benedicto XVI se encuentra en el Castillo Gandolfo a la espera de renunciar formalmente el 28 de febrero. Desde esa fecha, Angelo Sodano será el encargado de organizar y presidir las llamadas "congregaciones generales", una especie de juntas pequeñas entre los cardenales donde preparan la elección del nuevo Papa.
Los expertos en protocolos del Vaticano estipulan que estas reuniones son decisivas para el resultado final del cónclave, pues de allí surge la lista con los nombres de los favoritos al trono de Roma.
Los especialistas también cuentan que hay dos tipos de congregaciones de cardenales. Una es "general" y deben participar todos los cardenales que no tienen un impedimento legítimo para viajar al Vaticano desde el momento en que son informados de la vacante de la Santa Sede. Esta dura hasta el inicio de la elección. La segunda congregación es denominada "particular" y está compuesta por Sodano y otros tres purpurados, uno de cada orden, que son elegidos en un sorteo entre los que están en Roma.
Esta vez, en todo caso, algunos teólogos como Hans Küng -ex compañero de Benedicto XVI- prevé que cada una de esas asambleas estará condicionada por la sombra de Joseph Ratzinger, pues en sus ocho años de pontificado, nombró a dos tercios de los cardenales que votarán en el próximo cónclave.