Un niño de 12 años es el único que logró entrar al búnker del jefe de Al Qaeda. Jugaba con tres niños que vivían en la casa y dijo que le regalaron dos conejos. Otros habitantes exigen que se muestre el cadáver y dudan que el terrorista haya vivido ahí.
Rodeada de vecinos y curiosos, y fuertemente custodiada amaneció la casa donde murió el líder de Al Qaeda.
Foto AP
“Tenía dos esposas y tres niños. Ellos me regalaron dos conejos”.
Así comienza el relato del único vecino que logró entrar a la fortificada casona donde vivió sus últimos años el ahora muerto jefe de Al Qaeda y cerebro del atentado a las Torres Gemelas, Osama bin Laden.
Se trata de Zarar Ahmed, un niño de sólo 12 años, que vive en Abbottabad (a 60 kilómetros de la capital de Pakistán) y que, sin saber que allí se escondía el terrorista más buscado del mundo, solía frecuentar esa casa.
El menor, según difundió Reuters, comentó que “una de las esposas hablaba en árabe y la otra en urdú”. Y que los niños eran “una mujer y dos hombres”, con quienes se juntaba.
Los habitantes de Abbottabad están impactados con lo que pasó en su tranquila localidad.
La mansión de Bin Laden, que era la más grande del barrio de Bilal (de clase media acomodada), estaba a varias decenas de metros de las otras casas y hoy amaneció rodeada de vecinos y curiosos.
En su interior, grupos de soldados resguardan fuertemente la residencia que tiene todos sus accesos sellados.
Los vecinos aseguran que los ocupantes de la fortificada mansión sólo salían para comprar víveres y no se relacionaban con nadie.
Quienes tuvieron algún contacto casual con ellos recuerdan que eran herméticos, pero cordiales.
Nahid, una dueña de casa, señaló al diario español “El Mundo” que nunca sospechó algo extraño.
Por su parte, el niño Zarar Ahmed comentó que nunca vio a Osama bin Laden dentro de la casa, pero describió cómo eran las llamativas medidas de seguridad: "Tenían una cámara en la puerta de afuera. Así podían ver a la gente antes de dejarlos entrar", algo inusual en ese pueblo.
Lo que tiene molestos a muchos de los habitantes de Abottabad es la incursión militar de Estados Unidos para capturar y matar a Osama bin Laden en terreno paquistaní.
"Es como si alguien entra en tu casa sin permiso y se lleva a uno de tus invitados", se quejó un comerciante y añadió: "Bueno, no quiero decir que Bin Laden fuera bienvenido aquí. No podemos permitir que los extranjeros hagan esto".
Y Arshad, un ingeniero jubilado que vive a 200 metros de la casa donde se escondió el jefe de Al Qaeda, reclamó: “¿Por qué no nos enseñan su cuerpo?... Vi a dos mujeres y dos hombres salir de la casa muchas veces, pero nunca a Bin Laden. Es imposible que estuviera aquí” , dijo.
