Se trata del proyecto Ara, de Google.
En cambio, durante muchos años era una práctica común en el mundo de la informática que, en vez de comprar un computador nuevo, se actualizaran los componentes que iban quedando antiguos o insuficientes. Si necesitábamos más memoria, bastaba con abrir el equipo y añadirla.
Google quiere llevar ese concepto a la telefonía móvil, señala el diario El Mundo. Desde hace dos años la compañía trabaja en el proyecto Ara, una plataforma modular que permitirá configurar el teléfono con diferentes componentes a medida y sustituirlos de forma independiente mientras cambien las necesidades o avance la tecnología.
La base de Ara es un marco de aluminio que interconecta 10 áreas de expansión. En estas áreas, de diferentes tamaños, se colocan los distintos módulos. Uno puede ser la pantalla, otro el procesador. Otro una cámara sencilla. Otro, o varios, la batería. Si no se quiere cámara frontal, se puede aprovechar ese espacio para integrar más memoria.
Las posibilidades son múltiples. Módulos de visión nocturna o sensores médicos podrían ser útiles para usos profesionales. Al terminar la jornada, bastaría con cambiar de nuevo la configuración por aquella que produzca un celular personal e incluir por ejemplo una cámara de 13 megapixeles. En el caso de una fiesta improvisada, se podría sacrificar el módulo de 3G por uno de altavoz.
Aunque Ara por el momento es sólo un prototipo, los primeros modelos llegarán al mercado este año en una experiencia piloto en Puerto Rico, en un rango equivalente a $35.000 y $70.000 (entre 50 y 100 euros) para los modelos básicos.
La duda entre los analistas es si Ara es viable y si reutilizar los componentes implica un ahorro de costos frente a la opción del celular integrado.
Sin embargo, Google apunta a que este sistema permitirá por primera vez crear teléfonos que realmente encajen con la personalidad y necesidades del usuario.
