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Sebastián Errázuriz y el Municipal: "Lo siento mucho señor abonado, pero la sociedad chilena ha cambiado"

El director de las óperas "Viento blanco" y "Gloria" celebra la apertura de este teatro a la música popular.  

por:  Alejandra Valdivieso P.
viernes, 23 de enero de 2015

Foto JORGE ESPINOZA

"Durante mucho tiempo me sentí un bicho raro dentro del medio. Estudié primero en la Escuela Moderna de Música. En mi examen de título, me fue muy bien, egresé con honores, pero el comentario fue: «Este gallo se equivocó de escuela. Este es un examen de música docta». Con ese examen me fui a la U. de Chile a hacer el magíster. Ahí escuchan el mismo libro de partitura y dicen: «Usted es efectivamente un compositor, pero de música popular»... Fue una piedra en el zapato durante años", reflexiona el aplaudido compositor, productor y director chileno Sebastian Errázuriz (39). En su casa-taller ubicada en el barrio Lastarria, donde revolotea su hija Olivia, de un año y medio, hasta que llega por la tarde su mujer, ingeniera física que trabaja en el Ministerio del Medio Ambiente.

"Yo iba a los recitales, a la Batuta y un día dije: «Se supone que me gusta la música y nunca he entrado al Teatro Municipal»; pagué una entrada a galucha y así, colgando, en el concierto de cello de Dvoøák, me cambió la vida. Fue un punto de inflexión", recuerda.

En 2008 estrenó en el Teatro Municipal de Santiago la ópera "Viento blanco", inspirada en los 45 conscriptos fallecidos en Antuco el 2005 y que, cuenta, llevó gente por primera vez al Municipal. "Los viejos más tradicionales seguramente se quedaron en la casa y dijeron: «El teatro está montando obras chilenas y Puccini es lo más moderno que puedo escuchar». Pero otros gallos operáticos también vinieron y dijeron: «Qué interesante ver una ópera chilena y la próxima vemos una alemana»", rememora. Agrega que aspira a un remontaje de esta obra, pues se cumplen 10 años de la tragedia.

En 2013, en el GAM, debutó su ópera "Gloria", comedia que ironiza sobre la farándula local, y se desarrolla en el set televisivo de SDQ ("Se dice que").

Esta semana Errázuriz se fue de Santiago para una serie de conciertos en playas (ver recuadro). Antes de partir, el martes presentó en el Parque Las Esculturas la "anticantata" para 12 músicos y solistas que debutó el año pasado, para las celebraciones de los 100 años de Nicanor Parra. La puesta en escena estuvo a cargo de la actriz María Izquierdo, con quien ya trabaja en una ópera para niños en el Municipal.

Errázuriz defiende la mezcla de géneros, que ha hecho varias veces como director musical de la Universidad San Sebastián. En 2013 dirigió a un conjunto de cámara que reinterpretó las canciones de Joe Vasconcellos, y el año pasado dejó boquiabierto al público de Anita Tijoux, en un recital donde la cantante adaptó su obra al formato de música de cámara.

"Me interesa mucho ese dislocar cosas", comenta.

"No ando por la vida tratando de ser rupturista, porque de hecho me tiene un poco cansado el discurso de la academia, que lleva 50 años hablando de la ruptura. A mí me consideran un gallo bastante conservador... Parra tiene la respuesta. Dice que Neruda y Huidobro fueron modernistas. A mí me interesa la posmodernidad y más adelante todavía. El posmodernismo tiene que ver con el cruce, lo pop con lo clásico", expresa.

"El público en general es ecléctico. No hay nada más virtuoso que la mezcla. Eso de la cosa pura está totalmente comprobado que es absurdo, retrógrado y biológicamente inviable. Los perros de súper pedigrí empiezan a tener enfermedades. Qué más sano que un quiltro", dice.

Crítica a Américo Sinfónico

Errázuriz aplaude la gestión de Andrés Rodríguez, quien abandona la dirección del teatro a fines de año. "Creyó en mis proyectos, ha arriesgado, apostado. Muchas veces me ha dicho lo difícil que es proponer óperas más modernas, que cada vez que tiene un título del siglo XX hay gente que pone el grito en el cielo. Si hemos visto las óperas de Britten y Stravinski es por él. Pero es un medio muy inhóspito para hacer cosas distintas", señala.

Así, celebra los cambios del escenario de Agustinas, que el año pasado programó un recital de Ricardo Arjona y este mes presentó Américo Sinfónico.

"Un montón de gente se sacaba fotos, se notaba que nunca había ido. Hay que abrir el teatro como mecanismo para traer público y que se desacralice", comenta.

Pese a eso, reprocha el mal resultado a nivel musical del concierto dirigido por José Luis Domínguez. "Respeto mucho a la gente que trabajó... Sin embargo, fui y me decepcionó profundamente... Lo que vimos fue a Américo con su banda, tocando a todo volumen con una orquesta filarmónica atrás prácticamente haciendo mímica, apenas se escuchaba".

Ve el recital como una oportunidad perdida. "Va a dar pie a que los tipos que están en la trinchera de la música clásica versus la popular digan: «Pésimo el concierto». Como lo hicieron mal, ahora se van a tener que bancar las críticas. Se podía hacer bien, pero no planificado un mes antes".

Errázuriz rescata los esfuerzos por abrir el teatro, pero advierte los desafíos. "Hay gente que todavía no se atreve, que cree que hay que ir de smoking".

Hay otra piedra de tope. "¿El Teatro Municipal para los abonados de hace 100 años? Lo siento mucho señor abonado, pero la sociedad chilena -no sé si se ha dado cuenta- ha cambiado. Hay gente que rasga vestiduras por temas que tienen que ver con poder. «Me gusta el teatro como mi club de amigos, donde veo mi gente y no me gusta que se llene de rotos». He escuchado ese tipo de imbecilidades".

"Celebro la apertura. Pero tiene que haber una dirección artística clara, porque de lo contrario te transformas en un centro de eventos".

Destaca que lo más importante, "el tesoro", del teatro son sus cuerpos estables: el Coro del Municipal, la Orquesta Filarmónica de Santiago y el ballet. "El teatro es una fábrica de espectáculos", recalca.

Esa debe ser la prioridad. "No me molesta que si el Teatro Municipal tiene un día donde la sala no se usa y arrendarla significa unas lucas que hacen bien al teatro, decida mostrar otras cosas. Si van a estorbar un montaje, no. Creo que ése es el límite. No se puede sacrificar la calidad artística de lo que el teatro presenta como producto propio por arrendarlo".

El sueño del pibe

Símbolo de la renovación del Teatro fue la Gala Presidencial, que generó gran polémica debido a que las tradicionales óperas del repertorio universal fueron sustituidas por piezas de compositores nacionales, entre ellos el mismo Errázuriz, en un concierto sinfónico-coral que rompió una tradición que partió en 1914.

Sebastián coincide con el director José Luis Domínguez, quien dijo que sueña con el estreno de una ópera chilena en la gala, pero cree que se debe trabajar con antelación.

"Lo de la gala fue magnífico, lo aplaudí muchísimo, pero hoy día deberíamos estar pensando la gala de 2018 y ya deberíamos saber lo que se hace en 2015, 2016 y 2017. Debieran ser cosas nuevas, lo que significa que hay que contratar creadores para que se encierren a hacer la pega. Falta esa visión más a largo plazo".

En esa línea, se ve a años luz de lo que pasa en los mejores escenarios del mundo. "A un colega peruano que vive en EE.UU. le encargaron hace dos años una ópera que estrena en 2017, en Chicago. Lo contactaron, le dieron un libro, le dijeron: «Esta es la historia queremos contar. Este señor va a ser su libretista. Chao. Nos vemos en cuatro años más». El sueño del pibe".

 Música de Disney en playas y Parque Bicentenario

En enero y febrero Errázuriz dirigirá en la tradicional Gira Elite, que este año presentará música de películas de Disney interpretadas por un ensamble de 22 músicos de la Orquesta Filarmónica de Santiago y las voces de la soprano Pamela Flores y el tenor Pedro Espinoza.

Este mes se presentarán en Los Angeles (23), Concepción (24), Zapallar (29), Reñaca (30) y Algarrobo (31). En febrero será el turno de Santo Domingo (7).

El 8 de marzo, en tanto, habrá una función en el Parque Bicentenario Vitacura.

"Siempre la premisa de la gira es llevar contenido popular y masivo, porque la idea es poner un escenario en la arena con el mar atrás", cuenta Sebastián.

Optaron por música instrumental de la cinta "Fantasía", como la inolvidable escena de "El aprendiz de brujo", "una música cúlmine del repertorio universal".

También interpretarán composiciones de "Toy story", "Los increíbles" y "Wall-E".

"Ha sido un trabajo de joyería", asegura.

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