"Estuve cerca de no seguir porque estaba muy mareado... Sabía que si continuaba así, estaba cerca del desmayo. Esta humedad me ha pasado factura", explicó.
Foto AFP
Una ardua batalla donde el español presentó malestares físicos que incluso pusieron en duda que pudiera terminar el partido.
Cuando terminó el primer set, se sintió deshidratado y con calambres en algunas partes del cuerpo, por lo que tuvo que ser envuelto en toallas de hielo en varias ocasiones.
Ante los ojos de sus millones de fans en todo el mundo, la situación no mejoró durante el resto del partido; siguió sufriendo a causa de los mareos que sentía, con arcadas y amagos de vómitos, y fue atendido por un doctor del torneo, quien le suministró una pastilla durante la mitad del partido.
"Estuve cerca de no seguir porque estaba muy mareado... Sabía que si continuaba así, estaba cerca del desmayo. Esta humedad me ha pasado factura", explicó.
Claramente, Nadal no mostró su mejor juego y cometió muchos errores (53), pero seguro que ahora él y su entrenador podrán revisar cuáles fueron los errores, gracias a los registros que archiva la famosa "raqueta inteligente" que está utilizando.
Ahora Nadal deberá intentar recuperarse rápidamente, ya que este viernes debe enfrentar al israelí Dudi Sela por la tercera ronda.