El año pasado se convirtió en el atleta que mató a su novia en plena noche de San Valentín. Hoy lanzan libro con su biografía.
A estas alturas, Oscar Pistorius es toda una contradicción. Si antes fue un ejemplo de superación, batiendo récords con sus piernas artificiales, el año pasado se convirtió en el atleta que mató a su novia en plena noche de San Valentín.
Ambas caras son las que explora el periodista inglés John Carlin en "Pistorius, la sombra de la verdad" (Planeta), su biografía que acaba de ser traducida al español.
El libro comienza, precisamente, con los disparos en el baño con que acabó con la vida de Reeva Steenkamp. Luego viene la historia del atleta a quien le apuntaron las piernas a los 11 meses de nacido por una malformación. También, cómo superó la muerte de su madre, su participación en los Juegos Olímpicos y cómo sorprendió al mundo con sus prótesis de fibra de carbono.
Cuando Carlin fue a visitarlo, 6 meses después de haber matado a su novia, lo vio mal. "Estaba absolutamente hundido. De ser una especie de superhéroe pasó a la miseria total. La primera media hora era un niño de 4 años que se le acababa de morir su perro", señaló ayer a RNE.
El experimentado Carlin -corresponsal por años en Sudáfrica para el Independent- busca probar cómo las contradicciones fueron marcando la vida del deportista.
Si su madre le ofrecía afecto incondicional, también era una alcohólica obsesionada con las armas. De hecho, siempre creía que había ladrones en la casa familiar, paranoia que le contagió al hijo. El padre, que le prometió apoyarlo toda la vida, terminó dejando el hogar.
Pero también recalca cómo estas piernas convirtieron a Pistorius en un ídolo pop a escala mundial, capaz de escribirle "amorcito" a su novia, antes de irse a disparar a blancos de sandías para relajarse.
"Esta es la eternamente inspiradora historia que representa superar obstáculos absolutamente imposibles (...) luego le ocurre algo inesperado. Circustancias de la vida que él no controla, de locura cuando mató a su novia. Y muestra lo frágil de la vida".
Sobre su mediático juicio -donde fue condenado a 5 años de prisión-, el periodista dice que cuando se enteró que la jueza iba a ser una mujer negra el equipo de Pistorius pensó que el asunto iba a ser "un desastre".
La clave, recuerda el autor en su libro, es su condición física vulnerable. "Un año antes de matar a su novia, dijo a una periodista que la circunstancia en que se sentía más vulnerable era cuando estaba acostado por la noche sin sus prótesis, escuchaba un ruido y sentía miedo", declaró al Huffington Post.
Sobre su culpabilidad, opina: "Simplemente no sé. Lo único que puedo decir es que el fiscal no demostró con la claridad necesaria lo que él mantuvo, que la mató intencionadamente, porque no hay pruebas de eso. Pero en cuanto a lo que realmente pasó, yo mantengo mi mente absolutamente abierta desde que comencé con el libro. Si mañana sale una prueba contundente en su contra, no sería la sorpresa más grande de mi vida".
