Ante el revuelo provocado en las redes por el proyecto que limitaría la libertad de expresión en los medios digitales -y que incluso llevó al diputado Juan Luis Castro a retirar su firma- la Cámara de Diputados decidió devolver el proyecto a la comisión de Ciencia y Tecnología para reexaminar la moción parlamentaria que reforma la Ley de Prensa para asimilar a los diarios electrónicos con los impresos, obligando a acreditar inscripción en el registro de dominios NIC, informar frecuencia de actualizaciones y fijar domicilio y representación legal.
Pese a que sus autores, Ramón Farías y María José Hoffmann, aseguran que no era ese el objetivo del proyecto, los comités parlamentarios resolvieron no votarlo y lo enviaron de vuelta.
