Fue compañero de Pablo Simonetti en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica y asegura que "era un muy buen alumno y yo siempre lo admiré mucho". En cambio, dice que a Rolando Jiménez, presidente del Movilh, "lo quise saludar, pero me dejó con la mano estirada y me dijo improperios", en los pasillos del Congreso. El diputado Jorge Sabag (DC) se opone al Acuerdo de Vida en Pareja y al matrimonio homosexual, a la vez que rechaza el propósito del Gobierno de legislar para establecer el aborto en ciertos casos. Se reconoce minoría en su bancada, incluso acusa bullying de sus compañeros por sus puntos de vista, pero no flaquea en su convicción de parlamentario cristiano.

-¿Va contra la corriente?

-De todas maneras. Me siento con vocación de salmón: Siempre nadando contra la corriente.

-¿Le incomoda o lo asume?

-Me da más fuerza. El cristiano de verdad siempre va a ir a contracorriente. Siempre va a ser incómodo oponerse al aborto y a las relaciones entre personas del mismo sexo, que desde mi punto de vista no son dignas de la condición humana. Es un signo de los tiempos y siempre la coherencia va a significar ir a contrapelo.

-Se toma bien en serio eso de militar en un partido "cristiano".

-Siempre el cristianismo ha tenido que convivir en la historia con movimientos culturales que van en el sentido contrario, pero también los cristianos somos miembros de una sociedad y nos contaminamos con ella. Lo que más me duele son los cristianos confundidos que apoyan el aborto. No los voy a jugar, pero creo que un cristiano siempre tiene que jugársela por el más débil.

-¿Habla de sus compañeros de bancada que presentaron mociones?

-Algunos de ellos no son cristianos. Víctor Torres no es católico. Me refiero a otros, de distintos partidos, que siendo católicos, incluso de misa, apoyan este proyecto. Autorizar matar a un ser indefenso al menos yo no lo encuentro compatible con el cristianismo.

-¿Y cómo enfrentará el proyecto del Gobierno sobre tres causales?

-De las minutas del Minsal y el Sernam se trasluce que en el fondo este proyecto de ley de aborto terapéutico no es más que un caballo de Troya, una punta de lanza parra llegar al aborto libre. Yo creo que el aborto no es progresista; es una derrota moral de nuestra civilización, que no es capaz de buscar una solución humana a un problema complejo como es un embarazo vulnerable. Yo no voy a apoyar ese tipo de iniciativa.

-¿Cómo se plantea frente al AVP o pacto de unión civil?

-Si se hizo una Ley de Divorcio para regularizar los quiebres matrimoniales, yo prefiero mantener las relaciones de hecho como tales, no las institucionalizaría. Las relaciones patrimoniales que se dan en las relaciones de hecho están reguladas adecuadamente en el derecho, no es necesario hacer ninguna ley, y si hay bienes que repartir, se puede celebrar un contrato para ceder a la pareja parte de los bienes.

-¿Y la posibilidad de que se puedan casar personas del mismo sexo?

-Eso va contra el plan de Dios sobre el matrimonio y la familia. Yo respeto a las personas de orientación homosexual, son hijos de Dios, tienen derecho a la salvación como cualquier persona, pero eso contradice el plan de Dios sobre el matrimonio y la familia. Yo saqué casi 45 mil votos, mucha gente evangélica votó por mí por mis convicciones y yo estoy convencido de eso.

-¿Se siente cómodo en la DC, un partido cada vez más laico y liberal?

-Es parte de la vida, uno no puede imponer sus puntos de vista. Hay que bregar a contracorriente, lo importante es dar un testimonio. No somos monedita de oro que a todos les gusta, yo no actúo por conveniencia de votos, sino por convicción.

-¿Y no le incomoda ser parte de la Nueva Mayoría y de este gobierno, cuyo programa incluye estas iniciativas?

-Es mi destino, yo nací políticamente en la sede de la DC en Cabrero. Qué saco con cambiarme a la derecha si ahí piensan igual que en la Nueva Mayoría. En mi bancada me han hecho bullying por pensar diferente, es incómodo, pero no me van a amedrentar, en política hay que tener cuero duro y actuar por convicción. Yo, humildemente, creo que son ellos los equivocados, los que se han alejado del ideario humanista cristiano. Si me quieren echar del partido por pensar así, que tomen sus acuerdos y notifíquenmelos, pero creo que esta es la genuina manera de ser demócratacristiana.