Es un físico teórico y pop. Difunde la ciencia para encantar al público no experto. En sus textos, recurre a la música y el deporte.
Foto Silvia Vaulà
"Antimateria, magia y poesía" tiene dos autores, ambos físicos teóricos y muy amigos: el chileno Andrés Gomberoff y el argentino José Edelstein. En 2009 decidieron unir sus cerebros y plumas ágiles para escribir de física y cautivar a un público no experto. No se han detenido más. Han publicado en revistas y diarios, han ganado premios. Mañana, a las siete de la tarde, presentarán este libro -que reúne estos años de colaboraciones- en la librería Qué Leo de Providencia.
Edelstein, profesor titular de la Universidad de Santiago de Compostela, explica esta cruzada de "física para todos".
-Más que contar la física en fácil, me preocupa transmitir su fascinación con un poco de elegancia. Para entender la física en detalle es inevitable la matemática. Sus ideas principales, en cambio, son conceptuales y pueden explicarse con símiles y metáforas.
-¿Cómo haces para no perder lo específico y exacto de la física?
-Muchos aspectos técnicos y específicos se dejan de lado. Es el precio a pagar para que luzca la joya que hay detrás de la mayor parte de las ideas de la física. A veces es doloroso sacrificar estos detalles, pero lo principal es sacudir la hojarasca y dejar al desnudo la piedra preciosa que hay debajo. Intento que el texto sea una pieza literaria que se resista a ser clasificada como mera divulgación científica.
-¿Tus colegas más puristas no ven ese ejercicio como un acto de frivolidad, de banalización de la física?
-Cuando escribo con Andrés o solo, una de las reglas tácitas es no banalizar la física. Podemos prescindir de detalles y que, en ese sentido, haya explicaciones incompletas, pero hacemos un gran esfuerzo por respetar el núcleo conceptual. Es una forma de respeto al lector.
-¿Pero te han criticado los pares?
-Nunca han expresado críticas en mi presencia, aunque es posible que existan.
-Has escrito medio centenar de papers científicos. ¿Cuántos artículos llevas de difusión masiva?
-Creo que ya estoy cerca del medio centenar también.
-¿Qué diferencia hay entre elaborar uno y otro?
-En un paper científico uno puede estar trabajando un año entero y, dado el grado de especialización, lo leerán un puñado de colegas. Es una tarea muy compleja desde la propia formulación de la pregunta a responder. Un artículo de difusión masiva se puede escribir en una noche y el número de lectores potencial es enorme. La interacción con estos lectores es, por cierto, muy gratificante.
-¿Qué comentario de esos lectores es el que más te ha impactado?
-El más sorprendente fue un señor en la Feria de Guadalajara que me pidió que le dedicara un ejemplar del libro a su hijo de ¡3 años! Ante mi sorpresa, me aclaró que le estaba armando una biblioteca con textos que él consideraba fundamentales para cuando fuera mayor de edad. Me sentí conmovido y halagado.
-Tus textos son bastante literarios, con un uso exquisito de la descripción, del detalle. Delatan a un lector voraz y a un escritor en las sombras...
-Soy un buen lector y ¡es cierto!, en su momento, dudé entre la posibilidad de ser científico o dedicarme a la literatura. Los textos de difusión masiva son un homenaje al adolescente que resignó un rumbo para explorar el otro. De todos modos, no me arrepiento.
-Para una idea de lo que es este libro basta ver el índice de personajes: van desde Dirac y Einstein, hasta Shakira, Neruda o Pelé... ¿Son todos compatibles a la hora de explicar la física?
-¡Claro que son compatibles! La física está presente en todos los fenómenos que nos rodean, y es muy sencillo explicarla a partir de nuestras experiencias más mundanas. En el libro hay algo de fútbol, de música y de literatura.
-¿Son esas tus pasiones, además de la física?
-Sí. También el cine y el vino. Y tengo cierta debilidad por la justicia en todos los planos de la vida, a la que también incluiría entre mis pasiones.
-Si tuvieras que quedarte sólo con un texto del libro, ¿cuál sería?
-¡Eso es como pedirme que elija entre mis hijos! La verdad es que todavía me gustan todos. Supongo que con el tiempo algunos irán quedando en el camino. Por mencionar uno, creo que fue un gran hallazgo hablar de la física del tiro libre utilizando como modelo el fantástico gol de Leonel Sánchez contra la URSS en el Mundial de Chile.
-En el título hablas de magia y de poesía. ¿Están incluidas en la física?
-Sin duda. Las leyes fundamentales de la naturaleza podrían estar dadas por ecuaciones que ocuparan miles de hojas o que ni siquiera supiéramos escribir y, por el contrario, todas ellas entran en una sola página. Su belleza es sobrecogedora si se sabe apreciarla. La física también tiene algo de magia. Los grandes físicos que aciertan a menudo lucen como magos a los ojos de sus colegas.
-Dices que tras cada hallazgo de la física hay elegancia, ingenio, historias personales. Por ahí van tus textos, ¿no?
-Exactamente. Los visitantes de la Abadía de Westminster deberían ser capaces de contemplar la ecuación de Dirac inscrita en una de sus baldosas y emocionarse tal como lo hacen frente al Guernica en el Museo Reina Sofía. Dos obras maestras de la creatividad y el ingenio de que es capaz nuestra especie.
-En 2011, Edelstein (46) hizo su debut con un texto en solitario. Fue un perfil a la hija de Stephen Hawking, científico con quien es amigo.
-Siguieron otros perfiles. Incluido uno de Peter Higgs, quien después se ganaría el Nobel de Física. Y uno al propio Hawking, que se publicó en medios de varios países.
-No descarta que su próximo libro sea una recopilación de estas historias.
