Según otros timoneles del oficialismo, Andrade explicó que hace varias semanas que las citas de Palacio ya no eran lo suficientemente fructíferas ni eficientes, y por lo tanto consideró mejor reforzar encuentros entre los presidentes para organizar el trabajo legislativo.
En La Moneda sintieron la iniciativa como un desaire y así lo hicieron ver algunos personeros como el jefe de asesores del ministerio del Interior, Robinson Pérez.
Además, en Palacio resienten el riesgo de que, en medio del intenso calendario de proyectos legislativos programados de aquí a enero, se dificulte la posibilidad de coordinación.