Son los hinchas del fútbol más apasionados de la Cámara de Diputados, van al estadio con regularidad y siempre cruzan apuestas en la víspera de los clásicos de Colo Colo y la "U", donde al final el que pierde debe servirle el café al ganador, ante la prensa y sus colegas, ataviado con la respectiva camiseta. Pero las diferencias políticas y deportivas entre los diputados Gustavo Hasbún (UDI) y Marco Antonio Núñez (PPD) tienen como correlato una gran amistad en lo personal, que los lleva con frecuencia a compartir asientos en los clásicos con sus hijos, pese a que no se dan tregua a la hora de hinchar por sus colores.

-¿Cómo nació esta devoción por sus respectivos equipos?

- Gustavo Hasbún : Desde que tengo uso de razón que iba al estadio con mi papá, que fue dirigente de Magallanes y se fue a Colo Colo. Ya independizado, estuve siete años de vicepresidente de la corporación y me tocó estar tres años y medio en Blanco y Negro, durante la quiebra, en los momentos más difíciles de Colo Colo, tratando de sacarlo adelante. En esa época teníamos que tender puentes con el mundo empresarial para que nos ayudaran, incluso la Pullman nos ponía los buses gratis para trasladar a los jugadores. Ahora voy al estadio con mis hijos de 6 y 11 años, que también son de Colo Colo porque en la casa no se acepta otro tipo de hincha. Es una pasión de tres generaciones.

- Marco A. Núñez : Mi familia vivió en el exilio en Venezuela, donde yo jugaba y me gustaba el béisbol. Tras el retorno, cuando entré a estudiar Medicina a la Universidad de Chile, había un convenio para ser socio estudiantil de la U así que nos pareció natural en esos años militar en la oposición a la dictadura e ir al estadio a apoyar al equipo. Luego fui alumno del doctor René Orozco, jefe del Departamento de Nefrología del Hospital Clínico de la Chile, quien llegó a presidente de la Corporación de Fútbol y nos condujo a la victoria después de 25 años. Desde los 18 no he dejado de ir regularmente al estadio, llevo a mi hijo Francisco desde los 5 años, quien acaba de cumplir 15 y lo celebramos dando la vuelta olímpica con el campeonato de apertura.

-¿Algún especial recuerdo como hincha?

- G. H .: Me acuerdo perfecto el año 1987, Colo Colo había salido campeón unas tres fechas antes del término del campeonato y el penúltimo partido nos tocó con la U, que necesitaba golear para no descender a segunda división. El técnico de Colo Colo era Arturo Salah y perdimos ese partido 3-0 cuando no teníamos cómo perderlo. El estadio completo le gritaba "vendido" a Salah.

- M.N. : El año 94 en el penúltimo partido nos tocó con la Católica y recuerdo perfectamente que Marcelo Salas se desmarca y hace el gol, uno de los momentos más emocionantes con la hinchada de la U en un Estadio Nacional repleto con más de 70 mil personas.

-¿Con quién en política tienen complicidad en esta pasión?

- G.A .: Aquí el que es hincha de Colo Colo y vamos juntos al estadio es el diputado Jaime Bellolio (UDI). Antes, cuando fui alcalde, iba mucho con Pablo Longueira, y también lo hago con un gran amigo que fue presidente de Blanco y Negro, Carlos Tapia (abogado PS), con quien tenemos una afinidad por el club muy fuerte. Las diferencias políticas quedan de lado cuando estamos en el estadio.

- M.N.: Teníamos un grupo con Jorge Burgos, hasta que abandonó la Cámara y se fue al Ministerio de Defensa, y con el asesor de la bancada DC Gonzalo Duarte. Con ellos y sus familias conformamos un equipo que por varios años coincidíamos en los mismos lugares en el estadio y compartíamos impresiones antes, durante y después de los partidos.

-¿Como vivieron la última final de campeonato?

- G.H .: Yo quedé golpeado, porque si bien la U ganó bien su partido, creo que a nosotros nos perjudicaron los errores arbitrales. Yo esperaba una final, que tenía que ser en Valparaíso o Coquimbo.

- M.N.: Yo, igual que Johnny Herrera, quedé con ganas de una final pero fue un momento de alegría y de celebración porque este equipo disfruta los triunfos como nadie porque no son muy frecuentes.