Sólo 14 años tenía Norma Jean Baker Mortenson -que luego sería mundialmente conocida como Marilyn Monroe- cuando entró a un fotomatón, una cabina que reproduce lo más cercano a las selfies tan de moda este año.

74 años han pasado para que la foto saliera a la luz. Fue recibida por uno de sus parientes como regalo y es extremadamente rara, ya que todos los negativos fueron destruidos.

Los coleccionistas están a la espera de poder hacerse con ella, cuando sea subastada por la Swann Galleries en Nueva York.

Se estima que podría alcanzar un precio entre los 8.000 y los 12.000 dólares.

El Huffington Post señala que la imagen -en la que usa sombrero, camisa y chaqueta estampada y, por supuesto, no luce su platinado look- destaca ya "la sonrisa que podía iluminar una habitación".

Se suma así a la lista de objetos que ya se han rematado, en una verdadera fiebre por conseguir sus pertenencias. El sábado pasado se subastó, en Beverly Hills, una carta de amor escrita por Joe DiMaggio. La gracia le costó 78.000 dólares al comprador.

Varias pertenencias ya están en manos de sus más fervientes seguidores: una misiva escrita por ella a mano para Arthur Miller (vendida en 43.750 dólares); una fotografía desnuda (US$ 37.500); un abrigo negro de seda (US$ 175.000); un sostén (US$s 20.000) e incluso un cepillo de pelo que alcanzó 22.500 billetes verdes.