Hernán Ortega lleva medio siglo dedicado a la importación y comercialización de bolsas plásticas a través de la empresa "SuBolsa".

Asegura conocer el negocio al revés y al derecho, y que por eso se molesta cada vez que lee o escucha a alguien hablar del daño que estos productos provocan en el medio ambiente.

Eso lo motivó a redactar un texto que hace unas semanas salió inserto en un diario de circulación nacional. En él, el empresario cuestionaba que "injustamente" se estuviera tratando de desplazar a las bolsas plásticas del mercado, en favor de la de tela no tejida, conocida como ecológica.

"Están satanizando a la bolsa plástica, metiéndole cuco a la gente con que es contaminante y eso no es cierto si el producto se trabaja correctamente y se le agrega un aditivo", explica Hernán.

Agrega que, al igual que la bolsa plástica, la ecológica está hecha de una resina derivada del petróleo llamada polipropileno.

"Debido a su grosor, una bolsa de tela no tejida de unos 50 cm pesa aproximadamente 50 gramos y puede usarse 10 veces más que una plástica, pero cuando es desechada contamina 10 veces más", cuenta el empresario.

Además, lamenta que en algunos supermercados del sur estén obligando a los clientes a usar las bolsas ecológicas. "En Puerto Montt y Pucón la gente no puede usar las de plástico y eso no puede ser. Los clientes pueden elegir, pero no ser obligados", dice Hernán.

Desde la otra vereda, Andrea Ureta, dueña de la empresa "La bolsa ecológica", cree que los cuestionamientos responden a que los productos que ella y otras compañías comercializan están ganando mucho terreno.

"Son cada vez más cotizadas porque como son reutilizables y no se desechan como una bolsa plástica, están mucho más tiempo en el mercado. Además, no está probado que contaminen más", comenta Andrea.

Una apreciación que aparentemente comparten los vecinos de Santiago. O al menos el 87% que participó en la consulta ciudadana y que aprobó establecer una ordenanza municipal para eliminar gradualmente las bolsas plásticas que se usan en el comercio en un plazo de 5 años.

Pero, ¿qué dicen los expertos? Según la directora de la Escuela de Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central, Jadille Mussa, ambas contaminan.

"El tiempo que toman en degradarse es una cuestión circunstancial, pero a la larga ambas contaminan. El tema aquí es si se reutiliza o recicla el plástico a través de otros productos como, por ejemplo, ropa", dice la experta.

Agrega que si a estos productos no se les dan otros usos, tarde o temprano terminan metidos en los nidos de aves o siendo consumidos por algún animal, lo que a larga contamina. "La bolsa plástica, en todas sus formas, no debería existir más", asegura.