El creador de fondo de inversiones para producir marihuana fundó el dispensario más grande de Estados Unidos, que atiende a 120.000 pacientes.
Steve DeAngelo nunca dice marihuana, sólo cannabis.El la usa por una enfermedad degenerativa.
Los tira y afloja del permiso concedido en Chile para cultivar marihuana con fines medicinales (ver recuadro) empequeñecen ante Steve DeAngelo.
Nacido en Filadelfia en 1958, a los 16 años dejó el colegio y organizó una «fumatón» ante la Casa Blanca cuando la guerra de Vietnam llegaba a su fin. Y hasta hoy no ha dejado de defender la cannabis. Es un estandarte de su uso en California, el primer estado de EE.UU. que la permitió para fines medicinales. Hoy 18 estados tienen la misma facilidad e incluso dos, Colorado y Washington, para divertirse.
"Yo no creo en la cannabis recreativa, tampoco en la cannabis medicinal, sino para el bienestar. Eso incluye el cáncer, el sida, la epilepsia, el insomnio, la ansiedad o la depresión. También la alegría para dar creatividad o intimidad o paciencia o sentido de juego, porque no son síntomas de intoxicación, sino de bienestar", dice en un contacto telefónico con La Segunda.
- Usted fue uno de los articuladores de The ArcView Group, creado para conectar inversionistas con emprendedores de la cannabis.
- Tenemos 300 inversionistas. Cada uno aporta US$ 50.000, aunque la mayoría quiere poner más. En los últimos seis meses, ArchView hizo inversiones por más de US$ 14 millones en 20 tipos de negocios relacionados con cannabis, para cultivar o vender en Colorado y Washington, para fabricar máquinas de cultivo, contratar seguridad, comprar computadores. El producto tiene un mercado seguro, hay billones de dólares, pero ahora es ilegal en muchas partes. Aplicamos maneras modernas de hacer negocios.
- ¿Los seguros médicos de Estados Unidos pagan el tratamiento?
- No, hoy todos los pacientes tienen que pagar su cannabis. No hay compañías de seguros médicos que lo hagan, pero un día van a pagar con alegría. Un día los seguros médicos verán que la cannabis es mejor que los remedios. Sólo tienen que despertar, porque se darán cuenta de que los pacientes que la usan -por cualquier razón- toman menos remedios farmacéuticos. Y la cannabis es barata.
- ¿Cuánto cuesta un tratamiento?
- Es diferente para cada paciente. Algunos necesitan al mes un frasco de US$ 40. Otros necesitan tres a la semana. Depende de la condición médica, de la edad, el peso. Unos pacientes sienten efectos mentales muy fuertes y otros no sienten nada o casi nada.
- ¿Mejor fumarla o tomarla?
- Hay muchas maneras de tomar cannabis, pero en los mercados legales la mayoría prefiere todas las que no impliquen fumar. Al fumar, los efectos vienen de inmediato y duran entre una hora y 90 minutos. En cambio, en líquido o comida se necesitan entre 40 minutos y una hora para que se sientan los efectos, los que se mantienen de seis a ocho horas.
Harbourside Health Center, el mayor dispensario de cannabis en EE.UU y que DeAngelo dirige, tiene dos sedes en California (San José y Oakland). 120.000 pacientes son parte de su clientela. Ahí se ofrecen concentrados, extractos, bebidas, pastillas, galletas. "Vienen personas de 80 años y otras de apenas 4 años", dice.
- ¿Hay niños que la usen?
- Se necesita autorización de los padres. Hay cannabis que disolvemos en alcohol, glicerina o vinagre. En la mayoría de los niños se usa la segunda. Por ejemplo, tuvimos un niño de 5 años con el tipo más grave de epilepsia, 10 ó 20 ataques al día. Había estado más de 100 veces en el hospital y tomaba 25 tipos de píldoras farmacéuticas al día. No servían, porque los ataques continuaban y tenían otros efectos, como que el niño no podía hablar o ir al colegio. El papá llegó a Harbourside con mucho miedo y depresión, pero la primera vez que el niño probó cannabis los ataques se detuvieron completamente. Hoy va al colegio y puede decirle a su papá cuánto lo quiere.
- ¿Su negocio podría llegar a Chile?
-Sí, estoy interesado en cualquier mercado que sea legal.