Aunque en los últimos días se ha puesto de relieve el destacado rol que Chile está jugando en Naciones Unidas a propósito de su renovada participación en su máximo órgano, el Consejo de Seguridad, que va a presidir en enero próximo, pasó absolutamente inadvertido que nuestro país tuvo un traspié en este ámbito.

Se trata de la fallida candidatura del abogado Roberto Garretón Merino al máximo cargo de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACDH), agencia con sede en Ginebra cuya misión es proteger y promover los derechos humanos en el mundo para lo cual presta asistencia a los gobiernos.

Este año concluyó su periodo a la cabeza de la Oficina la sudafricana Navi Pillay y varios países mostraron interés en levantar candidaturas, entre ellos Chile, que a última hora propuso al jurista DC Roberto Garretón, reconocido defensor de los derechos humanos y quien ha representado a nuestro país ante organismos internacionales de DD.HH. y encabezado misiones de la ONU.

Sin embargo, pese a contar con el respaldo del Grupo Latinoamericano y del Caribe (Grulac) y de naciones europeas, la postulación de Chile no llegó a puerto debido a que el bloque de países africanos y asiáticos inclinó la balanza a favor del candidato de Jordania, el príncipe Zeid Ra'ad Zeid Al-Hussein, primo del rey Abdalá II, cuya nominación fue aprobada por la Asamblea General de la ONU, encontrándose en funciones desde el 1 de septiembre.