Hace unos días algunas consultoras norteamericanas especializadas en tecnología -como Deloitte, Gartner y ComScore- daban cuenta de que el consumo de aplicaciones para teléfonos móviles estaba a la baja y que posiblemente el mercado ya había tocado techo.

Sin embargo, Carlos Marín no piensa lo mismo. ¿Quién es él? Un publicista de 33 años y uno de los creadores de Quidmi, una aplicación chilena que acaba de ser seleccionada para que sus desarrolladores viajen a Portugal a perfeccionarla y buscar la posibilidad de internacionalizarla.

¿Cuál es la gracia de la app ? Que transforma acontecimientos offline en online . "Te pongo un ejemplo", dice Carlos, antes de explicar que si una marca auspicia un evento como Lollapalooza, puede invitar a sus clientes a que interactúen usando los sistemas de geolocalización de sus móviles, subiendo fotos, videos o audios.

"Todo se arma con el contenido que nutren los participantes y la idea es vincular a las marcas de manera más directa y natural con sus usuarios en el mundo digital", explica.

En agosto Quidmi cumplió un año disponible para teléfonos con sistemas operativos iOS y Android y en estos 12 meses sus creadores han viajado a varios países de América Latina, y también a Norteamérica, para explicar los beneficios que pueden obtener las marcas de ella.

Ese mismo potencial fue el que vieron los organizadores de Lisbon Challenge, un programa dedicado a seleccionar las mejores aplicaciones a nivel mundial, para potenciarlas y abrirles las puertas en el extranjero.

"Nos contactaron en junio porque vieron la app en una plataforma sobre emprendimiento. Tras pasar varios filtros, nos avisaron que de los 450 que habían participado, se seleccionaron 30 y entre ellos estábamos nosotros", dice Carlos.

En los próximos días el publicista viajará junto a Manuel Gómez, encargado del desarrollo de alianzas de Quidmi, a Portugal.

Allí, ambos participarán en un programa de "aceleración" que apunta a desarrollar alianzas estratégicas, presentarse frente a inversionistas y conseguir clientes. "Es un empujón muy potente", comenta Carlos, quien ya obtuvo 200 mil dólares por parte de Corfo para potenciar el desarrollo del proyecto.

Sin embargo, lo que viene ahora son palabras mayores.

Ello porque los desarrolladores de Quidmi estiman que los ingresos que podrían obtener de ella -que también está disponible en la web- fluctuarían entre los 10 y los 50 millones de dólares.

"Hemos estado investigando, haciendo seguimientos de las compras que han hecho Yahoo, Google y Microsoft y los montos de los que estamos hablando son absolutamente normales para ellos", explica Carlos, quien espera aprovechar al máximo su estadía en Portugal.

"Algunos nos han dicho que la plataforma es ilimitada, así que esperamos que nos vaya bien", dice con una sonrisa de oreja a oreja.