Economía
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Ministro en la encrucijada: Los frentes abiertos de Arenas en una difícil semana

El secretario de Estado debe recuperar la credibilidad de políticos y empresarios, en medio de débiles cifras económicas.

por:  La Segunda
lunes, 01 de septiembre de 2014
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El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, enfrenta días difíciles. Su fin de semana no partió bien con la ratificación de que el empleo se está debilitando y que, pese a que la desocupación se mantuvo en 6,5%, hay señales claras de precarización en el mercado laboral que hacen difícil que se cumpla la meta de crear 150.000 empleos que el propio Arenas planteó ante la comisión de Hacienda del Senado.

El miércoles se espera el Informe de Política Monetaria (Ipom) del Banco Central, donde se prevé que el instituto emisor rebaje su proyección de crecimiento para este año, que actualmente está en 2,5-3,5%. Y el viernes, se podría ratificar el freno económico si el Indice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de julio es nulo o negativo, como plantean analistas.

Un escenario técnico adverso que también ha debido sufrir por el lado de las relaciones. En lo político, suma cuestionamientos tanto de opositores como oficialistas (ver nota pág 6). Lo mismo entre los empresarios, que acusan falta de credibilidad e insisten con culpar a la Reforma Tributaria de su descontento y de la debilidad económica (ver nota página 4), una reforma que además vive días cruciales en el Congreso donde Arenas busca no extender su discusión parlamentaria para que sus recursos ingresen al Presupuesto 2015.

1.- Las dudas por los 150.000 empleos que prometió

 

No fue fácil que el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, soltara la cifra de empleo. Le preguntaron no una, sino varias veces durante la primera y segunda sesión de la Comisión de Hacienda del Senado cuando comenzaron a revisar el proyecto de Reforma Tributaria a inicios de junio.

Los senadores José García (RN) y Carlos Bianchi (Independiente) le interrogaron por el impacto que tendría la Reforma Tributaria sobre el empleo. El más punzante fue el senador Juan Antonio Coloma (UDI) que trató de acorralarlo el primer día, pero Arenas se atuvo a decir que "el programa de gobierno de la presidenta Bachelet contempla generar un promedio similar al de los últimos dos o tres años", según indica el informe oficial de esa Comisión.

Sólo al día siguiente y ante la insistencia de los senadores, el ministro dio a conocer la cifra mágica y así quedó consignado: "En empleo, concretamente, los índices no diferirán mucho de los del gobierno anterior, 150.000 anuales, ni de los que hubo entre 2006 y mediados de 2008, cuando estalló la crisis económica mundial. La verdadera discusión, en todo caso, debe darse en el campo de la calidad del empleo, y no sólo en el de la cantidad", le dijo a los senadores.

Tras los resultados de empleo publicados por el INE el viernes pasado, está claro que el equipo económico no alcanzará ninguna de las dos metas: crear 150 mil empleos y que ojalá sean de calidad.

Las declaraciones del actual gobierno sobre creación de empleo son escasas, lo que contrasta con el empecinamiento con que la administración de Piñera seguía estas cifras. "En el gobierno de Piñera se crearon 200 mil empleos anuales. Los dos primeros años se generaron en promedio 260 mil empleos y los dos últimos una media anual en torno a 160 mil", dice Angel Cabrera, de Forecast Consultores y Asociados.

¿Pero por qué es tan importante la creación de empleos? En primer lugar, porque es más fácil medir empleo que desempleo. En segundo término porque una mayor capacidad para crear puestos de trabajo eleva el producto del país. Y en tercer lugar porque cuando el análisis se centra en la expansión del empleo, los resultados son más útiles porque se verifican cuáles son los sectores que están generando trabajo, si los puestos son permanentes o temporales, y de jornada completa o parcial. Al menos así lo señala un estudio del FMI escrito por Pietro Garibaldi y Paolo Mauro.

Más allá de las disquisiciones teóricas, las estadísticas sobre creación de empleo en los países desarrollados son miradas con atención. Quizás los más obsesivos son los estadounidenses. Cualquier hijo de vecino sabe que esa economía debe crear 200 mil plazas al mes. Eso no ocurre en Chile, al menos no en el gobierno de Michelle Bachelet.

Si se quiere ver el vaso medio lleno se puede decir que el desempleo se mantuvo en 6,5% en el trimestre móvil mayo-julio, la misma cifra que se verificó un mes antes. Sin embargo, lo que preocupa al profesor Joseph Ramos, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, es que si en junio se creaban 101 mil empleos en doce meses, en julio apenas se generaron 81 mil empleos y hace un año y medio se expandían entre 130 mil y 150 mil al año. "Un cuarto de éstos son asalariados. Las empresas están contratando apenas 20 mil personas nuevas, o sea, 0,4% más que hace un año. Como la gente no encuentra trabajo en las empresas, se emplea a sí misma por necesidad y no por oportunidad", agrega.

Lo más probable es que el trabajo por cuenta propia que explica la mayor parte de los nuevos empleos sean de peor calidad, pues se trata de puestos de tiempo parcial, semi-formales o derechamente informales. "Lo que uno intuye es que usaron la indemnización y armaron un negocio o se compraron un taxi..., cosas de ese estilo. Además, las remuneraciones reales también se desaceleraron respecto de 2013 a un ritmo de 1,8%", explica Cabrera.

Si realmente se quiere cumplir con la premisa de la calidad, por lo menos un 70% de los nuevos empleos deberían ser asalariados.

¿Qué viene a futuro? Nada muy bueno. En el mejor de los casos, dice Joseph Ramos, la creación de empleos podría dejar de deteriorarse, pero "para llegar a 150 mil empleos de calidad debería la economía crecer en torno a 4,5% o 5%. Eso no será posible el 2014 ni el 2015".

Angel Cabrera afirma que es "extremadamente improbable" que se logre revertir la tendencia porque "las decisiones de contratación están ligadas a la inversión y ésta cae de manera estrepitosa", añade.

Por eso, Ramos señala que el gobierno debe enfocarse a ejecutar el presupuesto, pues esos dineros ya están aprobados y listos para gastar. "Yo doblaría el número de personas o el número de horas que trabajan en Contraloría, en Obras Públicas y en Medio Ambiente para que destraben los proyectos. Esos proyectos no están detenidos por la Reforma Tributaria, sino porque el aparato estatal no les otorga los permisos correspondientes ni tampoco los rechaza. Hacienda puede estar trabajando 16 horas diarias, pero el resto del país no".

2.- ¿Qué cosas de Arenas incomodan al empresariado?

 

Dos corrientes dividen a los empresarios frente a la labor del ministro de Hacienda. La primera cree en el discurso "más amigable y conciliador", que se ha acercado al mundo privado "muy distinto a 90 días atrás" y tiene la esperanza de que esas palabras se conviertan en hechos.

Esa es la postura más amplia y oficial. Aquella que le solicitó formalmente a Arenas que le presentara a la Presidenta Michelle Bachelet su preocupación por las poco conciliadoras declaraciones de personeros de la Nueva Mayoría y por la batería de reformas anunciadas, pero que subrayaron su disposición a colaborar. Y que prometieron, por su parte, hacer lo mismo cuando se reunieran con la Mandataria.

La otra vertiente es la que muestra signos de desgaste en la relación y de una paulatina pérdida de credibilidad.

Este último grupo siente que Arenas debe ser más concreto y directo con el empresariado.

¿La causa de la desconfianza?

 

"Molestó por ejemplo que le hubiesen entregado al Servicio de Impuestos Internos, en el marco de la Reforma Tributaria, más facultades. Es algo muy distinto a lo que se había dicho", indica una alta fuente empresarial.

Ese grupo insiste en que Bachelet debe decidir si apoya la retroexcavadora del senador (PPD) Jaime Quintana o si opta por el camino de los acuerdos y de la alianza público-privada con todos los sectores.

"Si en el gobierno de Patricio Aylwin se tomaron medidas con el ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, quien llamó a la política de los consensos, y el mismo Ricardo Lagos impulsó una agenda pro- crecimiento, ¿por qué Bachelet no se define? Por eso Lagos denuncia una falta de liderazgo político, que incluye a los ocho meses de la actual administración y por ello, a pesar de ser de la Nueva Mayoría, (Lagos) genera confianza en el empresariado", aseguran.

"Arenas lo está pasando mal"

 

El empresariado sabe que Arenas tiene una muy buena relación con Michelle Bachelet, pero también que "está presionado por el PPD y los de su propio sector, además de los diputados que están descontentos por su poca participación", por lo que entienden la compleja situación que enfrenta el secretario de Estado.

"Arenas lo está pasando mal", precisa un empresario, que en diversas oportunidades se ha encontrado con el ministro de Bachelet.

Y esta situación anímica trasunta a su relación con los parlamentarios y los empresarios. Por ello, creen que es necesario fortalecer su cartera.

Y en esa línea, plantean algunos nombres que podrían servir de soporte para ello.

Arenas -indican- "tiene un discurso para cada actor: diputados, senadores, empresarios, técnicos de la mesa del protocolo de acuerdo, y la Presidenta tiene gente como el ex ministro de Hacienda Manuel Marfán y el ex secretario de Estado José De Gregorio que tienen credibilidad".

El otro canal

 

Los hombres de negocios quieren señales de Hacienda. Y estas señales pueden venir acompañadas de nombres. Ya sean los ex ministros Marfán y De Gregorio, quienes la semana pasada enviaron sendos mensajes al manifestar su preocupación por el crecimiento, o incluso interlocutores que ya forman parte del Gobierno. Entre ellos, Máximo Pacheco.

El ministro de Energía, afirman, genera confianza "por su experiencia como gran ejecutor y por entender la importancia del sector privado en la economía", al que identifican como un segundo canal para llegar a Michelle Bachelet.

"El es muy valorado por ella", sostienen.

Distintas voces del empresariado sostienen que Bachelet tiene más gente que le puede dar confianza al empresariado para que apuntale a Arenas.

Pero reiteran que la gran señal que esperan del Gobierno es que "pare con las reformas y de una vez por todas saque adelante la economía".

Por el Mepco se complica su relación con el Parlamento

 

A la inquietud que existe en los partidos políticos de la Nueva Mayoría por la caída de los números en la economía y el "poco o nulo impacto", que atribuyen a la agenda procrecimiento, señalan fuentes del oficialismo, se sumó ahora la molestia de algunos parlamentarios de este sector por el alza de los combustibles.

Y es que nada de bien cayó en la DC y entre algunas figuras del PS que bajo la administración del Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Mepco) -que vino a reemplazar el Sipco- subieran las bencinas. De hecho, los legisladores hicieron ver que el propio ministro de Hacienda, Alberto Arenas, se había comprometido a que con el nuevo sistema no se registrarían alzas o caídas superiores a los 5 pesos cada semana.

Por tal razón, en las tiendas oficialistas adelantaron que el tema lo expondrían hoy en el encuentro que cada lunes tiene la ministra de la Segpres, Ximena Rincón, con los jefes de bancada. Además, algunos de los parlamentarios que integran las comisiones de Hacienda de la Cámara y del Senado pedirán hoy explicaciones directamente a Arenas, en el almuerzo que sostendrán con el personero en el ministerio.

Mientras el aumento en las bencinas desató agudas críticas de la Alianza que afirmó que aquí está en juego la "palabra empeñada" de Arenas, el jefe de bancada de diputados decé, Matías Walker, dijo "no quiero juzgar" intenciones. El parlamentario afirmó que tal como se está aplicando el nuevo sistema, no está "en la forma ni en el espíritu de lo que aprobamos" y, en ese contexto, indicó que lo que corresponde es que el Gobierno "corrija" el Mepco y puntualizó que su objetivo era "perfeccionar el instrumento... y lo que se dijo en la comisión de Hacienda se tiene que cumplir".

Por su parte, para el jefe de bancada PR, Marcos Espinosa, el tema se debe analizar y en ese sentido también dijo que es uno de los puntos que abordarían hoy con Rincón en La Moneda. "Claramente es una situación que hay que conversar, sin perjuicio de que esta tarde lo vamos a conversar en el comité político del partido", adelantó.

Asimismo, Espinosa dijo "no quiero calificar" intenciones respecto a los cambios que Hacienda habría introducido al texto del Mepco que los parlamentarios habrían aprobado. "Es el momento de mantener una actitud responsable, hay que ver el alcance de la medida y discutirla en su mérito", acotó.

Una visión diametralmente distinta tiene el jefe de los diputados PS, Marcelo Schilling, quien aseguró: "yo no me siento sorprendido, pero todo se puede volver a conversar". En tal sentido, apoyó las gestiones del ministro de Arenas y destacó: "entiendo que estamos haciendo un esfuerzo gigantesco para mejorar el sistema educacional y de salud, y no veo cómo vamos a andar propiciando rebajar impuestos, menos después de las concesiones que se hicieron a los grandes grupos económicos en el Senado".

Citación a la Cámara Alta

 

Desde la Nueva Mayoría se informó que es altamente probable que esta semana la comisión de Hacienda del Senado cite al ministro Arenas para que acuda al Congreso a explicar por qué el nuevo sistema no contuvo la "drástica alza" de las bencinas.

En todo caso, altas fuentes del Gobierno afirmaron que el secretario de Estado ya conversó sobre la materia con el presidente de dicha instancia, Ricardo Lagos Weber (PPD). Ambos aprovecharon de intercambiar opiniones el viernes pasado en el marco de un encuentro que sostuvieron con la Asociación de Empresas de la V Región a quienes se les explicó los efectos de la reforma tributaria.

Consultado sobre la materia, el senador Carlos Montes (PS) -que integra la comisión- dijo que "aquí se requiere un replanteamiento más general y no voy a entrar a que mintió o no mintió (Arenas)".

Credibilidad de Arenas

Aunque cada vez que se consulta sobre la situación del ministro Arenas al interior del Gobierno, en las filas de los partidos oficialistas se apresuran en señalar que el secretario de Estado cuenta con la "plena confianza" de la Presidenta Michelle Bachelet, hay voces que admiten que el personero tiene "problemas de confianza" con el bloque.

"Se sigue comportando como Director de Presupuestos". Así lo afirmó un alto dirigente de la coalición, quien explicó que es una tradición, entre quienes han pasado por esa repartición "mentir y no cumplir las promesas".

En ese sentido, otra fuente indicó que Arenas "está aprendiendo" a ser ministro. En ese sentido, expresaron su optimismo en que cambiará su forma de actuar con los parlamentarios.

Con todo, es sabido en el oficialismo que el ministro es de los pocos miembros del Gabinete que conversan de "todo" con la Mandataria. ¿La razón? La Presidenta confía en Arenas no sólo por su condición de ministro de Hacienda, sino que también por la visión política que tiene frente a la manera en que se deben impulsar las distintas reformas.

"Con Rodrigo Peñaillo habla de las grandes cosas, pero con Alberto Arenas entra en el detalle", asegura un alto dirigente socialista.

En todo caso, para la gran mayoría de los legisladores, la estrecha relación que el ministro mantiene con Bachelet no implica que tendrá luz verde para aprobar todo lo que quiera en el Congreso. Lo que incluye la discusión del Presupuesto 2015 y su propuesta para poner en marcha la reforma laboral en los próximos meses.

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