Hace pocos días, el diputado y vicepresidente DC Gabriel Silber se reunió con el líder del PRO, Marco Enríquez-Ominami, en una cita que incluso le valió un "reto" de miembros de la directiva falangista. El parlamentario dice que con él tiene varias cosas en común.

-¿Hace cuánto tiempo tenía ganas de juntarse con Enríquez-Ominami?

-A Marco lo conozco hace varios años, fuimos colegas en el Congreso, y si bien estamos en sectores y partidos distintos, claramente hay puntos en común, y siento que la DC no se puede negar a tender puentes.

-¿ Pero qué tienen en común ?

-Generacionalmente apostamos por la renovación de la política. Claramente fue un error de su parte no haber participado en las primarias de la Nueva Mayoría, pero la agenda progresista también genera puentes y temas en los cuales se puede trabajar. Por ejemplo, él apostaba por el tema del unicameralismo y yo también; en la reforma tributaria hay varios temas del programa de Marco que también tomamos en el nuestro; lo mismo respecto a la educación pública. Y, en consecuencia, creo que la DC tiene que conversar tanto con la derecha como con la izquierda.

-Y tienen una visión común sobre el tema de la marihuana, además.

-Sí, y de hecho presentamos un proyecto en ese sentido. En el AVP (Acuerdo de Vida en Pareja) también fuimos de los primeros parlamentarios que presentamos una regulación que hoy día recién se está sacando en el Congreso

-¿ Ha fumado marihuana ?

-En la universidad intenté hacerlo algunas veces, pero con muy malos resultados, porque no puedo ni fumar tabaco. Nunca aprendí a aspirar el humo del cigarro.

- A propósito de este tema y otras materias valóricas, ¿la DC tiene que chasconear sus propuestas?

-Siento al partido con mayor fuerza desde el punto de vista parlamentario. En la Nueva Mayoría tenemos que asumir nuestro rol de partido eje, y allí tenemos que estar en la vanguardia de la agenda pública, porque muchas veces le echamos la culpa al empedrado de sentirnos el vagón de cola de esta nueva coalición, cuando la conducción pasa justamente por ser un partido que proponga cambios profundos y que estén insertos en la agenda del Chile del siglo XXI.

-¿ La directiva DC lo llamó para retarlo por juntarse con ME-O?

-Efectivamente, algunos colegas no estuvieron muy contentos con mi reunión, pero ser un partido de centro-izquierda te obliga a tener un rol articulador político con la izquierda y con la derecha. Lo que pasa es que algunos corren a juntarse con la derecha y les provoca tirria que hablemos con la izquierda.

-¿ La DC ha satanizado la figura de Enríquez-Ominami?

-Creo que al final del día va a terminar siendo un autogol esa posición, pero creo que Marco también tiene que abonar de lo suyo para mejorar su relación en general con la Nueva Mayoría y particularmente con la DC. Yo también me hago cargo de esa historia pasada, pero creo que la agenda que viene por delante hace necesario que el partido converse y articule con todos los actores si es que queremos ocupar un lugar relevante en política los próximos años.

- Y si la DC no tiene candidato presidencial en 2018, ¿votaría por ME-O?

-Estamos a cinco meses de este gobierno, tenemos que trabajar con todo para tener nuestro propio candidato. Pero para mí no sería traumático votar por ME-O.

-¿ Se quiere juntar con Andrés Velasco también?

-He compartido con él algunos espacios sociales y políticos, y creo que fue audaz por participar en las primarias de la Nueva Mayoría, y eso lo pone en un peldaño adelante de lo que hizo Marco. Pero insisto en que la DC tiene que trabajar con todo por sacar adelante su propio candidato presidencial.

-¿ Se ha sentido alguna vez asfixiado por las posturas más conservadoras de su partido?

-Hay veces en que uno tiene disensos importantes con muchos camaradas, y hay veces en que uno se siente solo. Pero creo que los colegas que están en la misma posición tenemos la visión de lo que debe ser la DC, y yo no voy a renunciar a defender una agenda progresista desde mi partido.