Política
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José Manuel Edwards y su vida en rojo: "Tres mil veces me han dicho 'el zanahoria' y las tres mil me he tenido que reir"

Al diputado RN, que esta semana interpeló al ministro del Interior, en su distrito le dicen "don Rojo".  

por:  Giselle Crouchet
sábado, 26 de julio de 2014

Imposible para José Manuel Edwards olvidar un antiguo aviso: un grupo de adultos ex alumnos que ante la llegada del colorín del curso gritaban "el zanahoria". "Por varios años cada vez que entraba a un lugar, alguien me hacía la broma. Pero resulta que la tuve que escuchar tres mil veces y reírme esas tres mil veces, para no ser descortés", cuenta riendo, con mezcla de paciencia y resignación.

-Dicen que los colorines tienen una personalidad especial. En la DC hasta generaron un sector. ¿Qué tanto ha marcado su vida el color de pelo?

-¡Claro que marca! De niño, si eres distinto, tienes que defenderte de las bromas. La verdad es que cualquier cosa que tiene color rojo puede terminar siendo un sobrenombre y crea carácter.

-¿Desde cuándo le dicen el "Rojo"?

-El sobrenombre subsistió a través de mi vida: colegio, universidad, equipo de fútbol, grupo de montaña y ahora en política. "Rojo" es casi mi nombre, en mi distrito me dicen "Don Rojo".

Cuando uno tiene una cualidad distinta -ser muy alto, muy gordo o colorín- uno tiene que saber aceptar y reírse de uno mismo. Y también aceptar que los amigos te hagan muchas veces la misma talla... cientos de veces.

-Hablando de carácter, para esta interpelación por La Araucanía había que tener cuero duro. ¿Cómo se sintió al interrogar al ministro Rodrigo Peñailillo? Para algunos era una tarea titánica.

-Defender algo que importa te da tranquilidad, por muy titánico que sea el acometido. En este caso, la región, los pueblos originarios y las víctimas.

-La crítica de la Nueva Mayoría fue descarnada. En Twitter varios hablaron de un desempeño "vergonzoso".

-Dejad que los perros ladren, porque es señal de que avanzamos.

-¿No se afectó por los calificativos?

-Cuando faltan los argumentos, la persona necesita hacer una crítica personal. En las dos horas y cuarto de interpelación nunca hice una crítica personal a nadie, todas mis críticas fueron estrictamente políticas. No necesito hacer críticas personales; era muy profundo el contenido.

Creo no haberle faltado nunca el respeto al ministro. Y, por tanto, no me cabe otra cosa que asumir que él me considera como un adversario político, pero en ningún caso como un enemigo...espero.

-Se sabía que Peñailillo apuntaría al gobierno de Piñera. ¿Usted debería haber reaccionado de otra manera?

-El interpelado tiene que responder; el interpelador pregunta. Y, por tanto, el ministro se equivocó al hacer ataques al gobierno anterior, quedó de manifiesto que no respondió ninguna pregunta.

-Usted quería salir con compromisos del ministro. ¿Sirvió la interpelación?

-A sólo tres días de haber anunciado la interpelación, el ministro viajó por primera vez a la zona, se apuraron las querellas, se enviaron más carabineros, el ministro empezó a tener actividad en seguridad pública. Así que la interpelación marcó toda su agenda.

-¿Qué le aconseja al próximo interpelador?

-Que lo tome muy en serio.

-¿Volvería a ser interpelador?

-No se interpela por interpelar, sino por convicción. Ahora, la verdad es que (en lo personal) no estoy pensando en interpelar en un buen tiempo.

 
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