-Además de la radio, entiendo que animas eventos.

-Sí, me encanta, es el trabajo más amable que he hecho en mi vida. No estoy a cargo de nadie y soy muy autovalente: llevo mis cachirulos y me maquillo solita.

-¡¿No tienes asistente personal?!

-No, eso se lo dejo a la Cecilia Bolocco. Yo, que soy más " low perfil ", como dijo un gran cantante nacional.

-¿Qué talentos explotas como animadora?

-Depende del evento, soy súper adaptable...

-¿Has hecho funerales, por ejemplo?

-¡Noooo! (se ríe) Ojalá que nunca me toque... aunque si me dicen que pagan muy bien, tendría que cambiar ciertas prioridades.

-Hay públicos difíciles...

-Sí, algunos son más serios y "potijuntis", como decía mi abuelita. Los eventos a beneficio son más complejos, porque como muchos invitados son donantes o artistas que van sin cobrar, se ponen a hablar entremedio o no te pescan.

-¿Algún chascarro memorable?

-Bueno, una vez me confundí con dos bancos de nombre muy parecido, no sé si decirlo... (hace una pausa y aspira hondo) Bice y BCI. Era un evento inmenso, con un montón de premiados y presentados. Entonces yo presenté al gerente de un banco, ¡y era del otro!

-¿No te llamaron más?

-Nunca más. Y otra vez, me dijeron que tenía que presentar a un gerente, pero en realidad era el subgerente. Y el señor, un alemán muy serio, partió disculpándose por la confusión. Al final, me acerqué a explicarle que el error no era mío ¡y estaba furioso! "¡Yo no puedo partir una presentación disculpándome!", me decía.

-Tu programa radial juega mucho con la "falta de anillo". ¿Eso inspira tu animación de eventos?

-Bueno, no pregunto "¿Dónde están las solteras?" y esas cosas.

-Pero podría funcionar. "¡Los separados al frente y los divorciados al fondo!"

-¡Jajaja! "¿Usted vino con la amante o la señora?". No, no es el perfil. Yo saludo, explico el programa, entrego premios, la gente come rico y lo pasa bien. ¡Me siento artista! Es la pega más amable.

-Estuviste en "Mujeres primero" de La Red. ¿Eres feminista?

-No, para nada. Eso es lo menos inteligente que hay. Pero todavía hay discriminación. Te dicen que "andái con la ruler ", que "no te tocó", etc.

-Dices que con Patricio Bauerle, el otro conductor del programa, han tenido sus "crisis de pareja".

-(se ríe) ¡Si, poh, estuvimos a punto de separarnos! Pasa como en las parejas, que lo que era entretenido al principio, después ya no lo es tanto. Empiezas diciendo "Ay, gordo, me encanta que seas sociable y hagas deporte", y con el tiempo se vuelve "claro, te vai a jugar fútbol con los amigos y me dejái sola con los cabros chicos". Lo solucionamos conversando.

-Bauerle juega a ser el macho medio cavernícola...

-Yo creo que no juega tanto, fíjate, ¡jajaja! Es un bruto. Pero su honestidad me acomoda, porque sé que no tiene un doble estándar.

-¿Y qué dice él de ti?

-Que tengo déficit atencional, lo que es efectivo. Que soy agradable para trabajar, pero muy volada.

-Mañana termina el Mundial. ¿Lágrimas de pena o suspiro de alivio?

-Yo me contagié del espíritu nacional, del amor por los futbolistas, por las calugas de Sánchez.

-¿Eres una chica deportista?

-Soy súper ciclista y mi pareja también. Mi pololo es de malla y tricota, con patas con acolchado. El Pato siempre nos tira caca, porque dice que los ciclistas se visten como gays. Una vez le conté que esas calzas se usan sin calzoncillo, porque lo importante es el acolchado, y dijo que le parecía una asquerosidad, con una descripción muy gráfica sobre las partes íntimas sudadas, etc.

-¿Y tú aguantas tanto maltrato?

-Una vez que él no pudo venir al programa, traje de invitados a un montón de ciclistas y le dije al Pato que se iban a sentar en su asiento a poto pelado. ¡Estaba de muerte!

-Pero el movimiento ciclista es medio dictatorial, ¿no?

-Es que no estoy en ningún movimiento, soy simpatizante nomás. Es verdad que a veces se les va la mano y no respetan a los demás. Aunque una vez me agarraron el poto andando en bici; fue un tipo en auto y casi me saco la cresta. No dio la cara.

-¿Y si un peatón te grita insultos?

-Lo voy a entender.